Se restablece el tr¨¢fico en la autopista de Burgos donde quedaron atrapadas 2.000 personas

Los problemas causados por el fuerte temporal de nieve que azota el norte de la Pen¨ªnsula comienzan a solventarse. Los cientos de personas que han permanecido atrapadas en la autopista AP-1, al norte de la provincia de Burgos, hasta primera hora de la tarde han podido seguir sus trayectos tras m¨¢s de 12 horas atascados en la nieve. La circulaci¨®n comienza a normalizarse en la zona.

M¨¢s de 2.000 personas quedaron anoche atrapadas en la autopista que une Burgos con la localidad de Miranda de Ebro. Muchas de ellas tuvieron que ser alojadas en hostales y albergues de Burgos, Miranda de Ebro, Pancorbo y Briviesca, aunque varios centenares han tenido que esperar en sus veh¨ªculos hasta primeras horas de la tarde. A medida que transcurr¨ªa la ma?ana, la situaci¨®n ha ido mejorando en esta v¨ªa, gracias al trabajo de cerca de 150 operarios. A esta hora, se puede circular casi con normalidad entre Miranda de Ebro y Pancorbo.

En otros tramos de la red viaria del norte se han registrado problemas. Por ejemplo, la autopista A-1 que une ?lava y Burgos ha tenido que cerrarse al tr¨¢fico en ambos sentidos desde la localidad alavesa de Armi?¨®n, aunque ya se ha restablecido el tr¨¢fico. Tambi¨¦n se ha tenido que cerrar, para evitar nuevos colapsos, la N-1 entre Vitoria y Navarra, aunque tambi¨¦n ha quedado abierta. No obstante, sigue vigente la prohibici¨®n para el tr¨¢nsito de camiones de m¨¢s de 7.500 kilos en el Pa¨ªs Vasco.

Protestas de los conductores

La odisea de los conductores que ayer quedaron atrapados en la provincia de Burgos se vio agravada por varios factores. Por un lado, muchos se han quejado de que la empresa que gestiona la autopista AP-1 cobr¨® a los conductores el peaje cuando eran evacuadas hacia Miranda de Ebro y no les inform¨® del estado de la v¨ªa a la entrada. Los empleados de la autopista han alegado que ten¨ªan orden de cobrar la tarifa.

Tambi¨¦n se han producido quejas por la falta de coordinaci¨®n entre las administraciones y los servicios de emergencia, que no avisaron con tiempo de las condiciones de la carretera. Otras se han quejado de que, pese a que la Junta de Castilla y Le¨®n procur¨® alojar a los conductores y reparti¨® alimentos, muchas personas se quedaron sin atender y tuvieron que pagar bocadillos de su bolsillo.