El alem¨¢n secuestrado por la CIA declara en la Audiencia que crey¨® que iban a matarle
El juez investiga las escalas en aeropuertos espa?oles de los llamados 'vuelos de la tortura'
El ciudadano alem¨¢n Khaled El Masri, presuntamente secuestrado en diciembre de 2003 en un avi¨®n de la CIA que sali¨® de Palma de Mallorca, ha denunciado hoy en la Audiencia Nacional hoy que cuando lleg¨® a la c¨¢rcel de Kabul (Afganist¨¢n), donde estuvo retenido cinco meses, una persona le dijo que era un lugar "donde no exist¨ªa la ley" y donde pod¨ªan matarle "sin que nadie se enterara".
Seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, ¨¦sta es una de las principales observaciones que ha hecho El Masri al relatar su cautiverio durante su comparecencia como testigo ante el juez Isamel Moreno, que investiga las escalas en aeropuertos espa?oles de aviones de la CIA. Los abogados de la acusaci¨®n han precisado que el secuestro de este ciudadano alem¨¢n de origen liban¨¦s, que ha declarado con int¨¦rprete, se debi¨® probablemente a que la CIA le confundi¨® con uno de los terroristas involucrados en el 11-S que ten¨ªa el mismo apellido, muy frecuente en L¨ªbano. El Masri, de 43 a?os, es el primer testigo que declara en esta causa, en la que la Fiscal¨ªa, adem¨¢s de su testimonio, ha pedido la pr¨¢ctica de siete diligencias, fundamentalmente de tipo documental sobre itinerarios de vuelos.
Mientras, los abogados han pedido que se tome declaraci¨®n como testigos a los responsables del aeropuerto de Son Sant Joan (Mallorca), aunque el juez a¨²n no lo ha acordado. En su comparecencia, -durante la que se "derrumb¨®", seg¨²n su abogado alem¨¢n,- El Masri ha narrado al juez, al igual que ya hizo ante las autoridades alemanas y el Parlamento Europeo, su secuestro al entrar en Macedonia el 31 de diciembre de 2003 por parte de la Polic¨ªa de este pa¨ªs. Veintitr¨¦s d¨ªas despu¨¦s de ser retenido, fue entregado a agentes de la CIA quienes, a su vez, le trasladaron a una c¨¢rcel de Kabul (Afganist¨¢n), donde pas¨® cinco meses y fue torturado, hasta ser liberado en Albania el 28 de mayo de 2004. Al inicio de su cautiverio en Skopje (Macedonia), fue trasladado a un hotel donde fue sometido a interrogatorios bajo tortura y el d¨ªa en que iba a ser trasladado a Kabul le "colocaron unos pa?ales y un ch¨¢ndal de color azul" con las mangas y el pantal¨®n cortados.
"Un lugar donde no exist¨ªa la ley"
Nada m¨¢s introducirle en el avi¨®n, le tiraron al suelo y le ataron a un soporte con una cadena para despu¨¦s aplicarle dos inyecciones y colocarle frente a la nariz un producto para olerlo, tras lo cual perdi¨® el conocimiento. Una vez en Kabul, fue bajado del avi¨®n e introducido en un veh¨ªculo y tras un viaje de unos diez minutos fue obligado "con violencia" a bajar unas escaleras para acceder a una celda "donde fue introducido y golpeado", seg¨²n su declaraci¨®n. En Kabul -lugar en el que supo que se encontraba porque ley¨® el nombre de esa ciudad en su celda junto con unas inscripciones en ¨¢rabe-, fue interrogado por un grupo de personas que se identificaron como "americanos" y que le preguntaron si conoc¨ªa a una serie de personas que presuntamente resid¨ªan en su misma localidad, Ulm.
Los interrogatorios se hac¨ªan en presencia de un int¨¦rprete de liban¨¦s que le hizo saber que se encontraba "en un lugar donde no exist¨ªa la ley y que pod¨ªan retenerle indefinidamente o matarle sin que nadie se enterara". Durante su cautiverio lleg¨® a hacer huelga de hambre en dos ocasiones anunciando que se dejar¨ªa morir si no le dejaban en libertad, le dejaban hablar con las autoridades alemanas o le hac¨ªan un juicio en EE UU, a lo que el director de la prisi¨®n le contest¨® que "carec¨ªa de competencias para adoptar una decisi¨®n al respecto por lo que pondr¨ªa tales extremos en conocimiento de Washington". Finalmente, sus captores le dejaron en libertad en un bosque situado entre Albania, Macedonia y Serbia y, al decirle que caminara hacia delante sin mirar atr¨¢s, pens¨® que "iban a dispararle por la espalda", pero lo que ocurri¨® es que delante suya aparecieron unos hombres armados pidi¨¦ndole su pasaporte.
Al ense?¨¢rselo, le dijeron que se encontraba en Albania en situaci¨®n ilegal y que con la barba que llevaba -la que le creci¨® durante su secuestro- "parec¨ªa un terrorista" y ¨¦ste les explico que "hab¨ªa estado retenido por la CIA en Afganist¨¢n". Los polic¨ªas no le creyeron, pero finalmente le trasladaron al aeropuerto de Tirana (Albania) y "sin pasar ning¨²n tipo de control", fue metido en un avi¨®n, done le entregaron el billete y su maleta y viaj¨® as¨ª hasta la ciudad alemana de Frankfurt, donde lleg¨® el 29 de mayo de 2004. El fiscal solicit¨® su declaraci¨®n ante la "coincidencia de fechas" entre su relato y la escala en Palma de Mallorca del vuelo Argel-Palma-Skopje (Macedonia), realizado por un Boeing 737 el 22 de enero de 2004 y que es el mismo avi¨®n que fue supuestamente utilizado para trasladar al detenido hasta Kabul dos d¨ªas despu¨¦s.
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