El fiscal Mariano Fern¨¢ndez Bermejo sustituir¨¢ a L¨®pez Aguilar al frente del Ministerio de Justicia
El Gobierno de Aznar apart¨® a Bermejo de la fiscal¨ªa de Madrid en 2003 por no compartir la l¨ªnea pol¨ªtica oficial
El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, ha decidido nombrar al ex fiscal jefe de Madrid, Mariano Fern¨¢ndez Bermejo, nuevo ministro de Justicia, en sustituci¨®n de Juan Fernando L¨®pez Aguilar, que seg¨²n fuentes consultadas cesar¨¢ en su cargo en el consejo de ministros del pr¨®ximo viernes, 9 de febrero. El presidente lleg¨® a la conclusi¨®n, seg¨²n esas fuentes, de que era necesario "dar un mensaje de autoridad" con el nombramiento de una personalidad procedente del ¨¢mbito judicial.
Las fuentes aseguran que el presidente del Gobierno ven¨ªa sopesando desde hace varios meses el nombre de la persona que sustituir¨¢ a Juan Fernando L¨®pez Aguilar. En un principio, se inclinaba por un "nombramiento de continuidad". Esto supon¨ªa elegir para el cargo a una persona del equipo de L¨®pez Aguilar en Justicia. Al mismo tiempo, el presidente quer¨ªa a una mujer para esa posici¨®n. Quien reun¨ªa ambas condiciones era Pilar Blanco, directora general de Registros y Notariado del Ministerio de Justicia. El presidente coquete¨® con el nombramiento de Blanco durante varios meses.
Con todo, el hecho de que la Justicia se ha ido convirtiendo de manera sangrante en uno de los principales campos de batalla pol¨ªticos, sobre todo en relaci¨®n con el llamado proceso de paz, llev¨® al presidente del Gobierno, antes del atentado de ETA el pasado 30-D, a cambiar de opini¨®n. Renunci¨®, pues, a ambas cosas: a mantener la continuidad y a designar una mujer. Tanto las sugerencias del ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, como las del Fiscal General del Estado, Candido Conde-Pumpido, apuntaban a una personalidad del mundo de la justicia, una personalidad fuerte, seg¨²n las fuentes consultadas.
Esta idea se basaba en la necesidad de cubrir el vac¨ªo creado por la prematura marcha, de facto, de L¨®pez Aguilar. Aunque ¨¦ste dejar¨¢ de ser ministro de Justicia el viernes pr¨®ximo, lo cierto es que su papel en el proceso de paz ha sido, para decir lo menos, muy discreto. El presidente, pues, renunci¨® a ambas cosas: a mantener la continuidad y a que una mujer fuese la sustuta de L¨®pez Aguilar.
El presidente de Gobierno analiz¨® diferentes candidatos. Uno de ellos, hace ya seis meses, fue el fiscal General del Estado, Conde-Pumpido, quien manifest¨® su deseo de permanecer como fiscal general, habida cuenta de su intenci¨®n de retomar su actividad como magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, actividad que de pasar a ocupar una cartera ministerial hubiera exigido su renuncia a ella. Finalmente, Rodr¨ªguez Zapatero se inclin¨® hace pocos d¨ªas por nombrar a Marianio Fern¨¢ndez Bermejo, que actualmente es fiscal de la Sala de lo Contencioso en el Tribunal Supremo.
Fern¨¢ndez Bermejo fue apartado de la Fiscal¨ªa de Madrid, donde desarroll¨® una actividad durante largos a?os, como parte de un plan de depuraci¨®n de fiscales dise?ado en 2003 por el entonces ministro de Justicia del partido Popular, Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila, y el fiscal general del Estado, Jes¨²s Cardenal. Ambos ejecutaron con precisi¨®n el objetivo de desembarazarse de aquellos fiscales jefes que consideraban opositores a la linea pol¨ªtica oficial. Los dos principales representantes de esa oposici¨®n, a ojos de Michavila-Cardenal, eran Fern¨¢ndez Bermejo en Madrid y el fiscal jefe de la Fisca¨ªa Anticorrupci¨®n, Carlos Jim¨¦nez-Villarejo. Ambos, pues, fueron expulsados de sus cargos.
El fiscal General del Estado, C¨¢ndido Conde-Pumpido, propuso en junio de 2004, el nombre de Mariano Fern¨¢ndez Bermejo para el cargo de fiscal de sala, el m¨¢ximo puesto del escalaf¨®n, de la sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo.
Un duro de novela negra
Mariano Fern¨¢ndez Bermejo lleva 33 a?os en la carrera fiscal, en la que ingres¨® en 1974. Tuvo en todo este tiempo tambi¨¦n un cargo pol¨ªtico, cuando ejerci¨® como asesor ejecutivo del Ministerio de Justicia socialista entre 1986 y 1989.
Pero su personalidad p¨²blica se forj¨® en las calles de Madrid. Si se le mira detenidamente, se observa su barba acicalada y su forma de vestir, parece un personaje de Raymond Chandler, el detective de El largo adi¨®s, por ejemplo.
Tuvo que cambiar un Gobierno para que Fern¨¢ndez Bermejo, depurado por el d¨²o din¨¢mico Michavila-Cardenal en 2003, fuera rehabilitado y reincorporado a la actividad fiscal, en el Tribunal Supremo. Eso ocurri¨® gracias a la iniciativa del fiscal general del Estado, C¨¢ndido Conde-Pumpido, en 2004.
No ser¨¢ probablemente el romanticismo de El largo adi¨®s lo que requerir¨¢ la situaci¨®n judicial espa?ola de Fern¨¢ndez Bermejo en las circunstancias actuales. M¨¢s bien el nuevo ministro de Justicia se encontrar¨¢ a partir de su juramento el pr¨®ximo lunes con un cuadro m¨¢s propio de otra novela negra y de otro autor: Cosecha Roja, de Dashiell Hammett.
Madrid se parece cada vez m¨¢s, por la violencia verbal y pol¨ªtica, la lucha por el poder, los tribunales, el terrorismo, y el enfrentamiento salvaje de partidos y de masas en las calles, a Poisonville o Ciudad Veneno, como llamaban a la Personville de la citada novela.
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