Un testigo asegura que 'El Chino' alquil¨® la finca de Morata con un nombre falso
El tribunal que juzga los atentados del 11-M indaga sobre la financiaci¨®n e infraestructura de los terroristas
La decimoctava sesi¨®n del juicio por los atentados del 11-M vuelve a centrarse en la organizaci¨®n, financiaci¨®n e infraestructura utilizada por los terroristas para llevar a cabo el mayor atentado islamista de la historia de Europa. El tribunal que preside el Javier G¨®mez Berm¨²dez interroga a varios testigos relacionados con las tarjetas telef¨®nicas utilizadas por los terroristas para fabricar los artefactos explosivos y otros testigos relacionados con la finca de Morata de Taju?a donde se elaboraron las bombas.
El testigo Walid Altarakji Al Masri, que actu¨® como intermediario en el alquiler de la finca de Morata de Taju?a, donde se almacenaron y prepararon los explosivos, ha asegurado ante el tribunal que Jamal Ahmidan, alias El Chino, alquil¨® la vivienda en enero de 2004 con un nombre falso. En la operaci¨®n actu¨® como enlace otro de los suicidas de Legan¨¦s, Serhane Ben Abdelmajid Fakhet, alias El Tunecino". El contrato, mostrado hoy ante la sala, aparece firmado con el nombre de Youssef Ben Salah, uno de los apelativos falsos utilizados por El Chino. El testigo -imputado y finalmente no procesado en la causa, al igual que otros testigos de los que han declarado hoy- ha reconocido al suicida en varias fotograf¨ªas y en una copia de su pasaporte con nombre falso. La finca era propiedad de una se?ora, Nayat Fadal, y de su marido, que estaba entonces en la c¨¢rcel.
El Tunecino conoc¨ªa la finca tiempo antes, ya que en 2002 la alquil¨® para acoger a una persona "que ven¨ªa de ?frica"; seg¨²n el sumario de instrucci¨®n, se trataba de Mustapha Maimouni, preso en Marruecos por su relaci¨®n con los atentados de Casablanca. El testigo tambi¨¦n ha afirmado que conoc¨ªa al l¨ªder de la c¨¦lula islamista desarticulada en Espa?a en 2001, Eddin Barakat Yarkas, Ab¨² Dahdah al que ve¨ªa en la mezquita.
Otro de los testigos, Abdul Khaled Al Jondi, ha asegurado ante el tribunal que fue Serhane Ben Abdelmajid Fakhet alias El tunecino quien le compr¨® las tarjetas telef¨®nicas de la marca Amena dos meses antes del 11 de marzo. El d¨ªa de la venta, El Tunecino lleg¨® con una persona de origen marroqu¨ª con la tez "blanca" y "barba negra". Sin embargo, el testigo ha explicado que conoc¨ªa al terrorista desde una a?o antes de los atentados y que acudi¨® a su domicilio para adquirir tarjetas. En su primer encuentro con El Tunecino ¨¦ste no compr¨® las tarjetas que le ofreci¨®, pero tuvieron otros dos encuentros, en los que le vendi¨® un total de nueve tarjetas activadas. El Tunecino le explic¨® entonces que ten¨ªa la intenci¨®n de crear un "locutorio" o "tienda de m¨®viles". De hecho, incluso lleg¨® a concretar que la persona que le acompa?aba ser¨ªa el encargado de regentar dicho comercio. El testigo tambi¨¦n conoc¨ªa al terrorista de vista, de sus visitas a la mezquita de Estrecho.
El primer testigo que ha declarado hoy ha sido Rakesh Kumar, que regentaba el comercio del que supuestamente salieron los m¨®viles que los terroristas emplearon en las bombas. Hoy ha declarado que fue una persona "con los dientes un poco separados" y "con poco pelo" quien adquiri¨® los diez aparatos. Kumar no reconoce a ninguno de los acusados en el proceso y ha insistido en la descripci¨®n de aquel comprador, que ten¨ªa aspecto "b¨²lgaro" y con quien trat¨® los d¨ªas 3 y 4 de marzo de 2004. El primer d¨ªa, seg¨²n el testimonio, lleg¨® a la tienda acompa?ado por otro hombre para adquirir m¨®viles con objeto de -seg¨²n le explic¨®- "repartirlos en una empresa de construcci¨®n".
El segundo testigo del d¨ªa, Suresh Kumar, hermano del anterior y propietario del comercio, ha concretado que el modelo escogido por los terroristas, un Trium 110, era "el m¨¢s barato" y del que ten¨ªan muchas unidades disponibles. Los terroristas no quisieron factura de la compra. Los dos hermanos regentaban el Bazar Top, que dispon¨ªa de varias sucursales, una de ellas situada en la Avenida Real de Pinto en el distrito de Villaverde, donde se adquirieron los tel¨¦fonos. El primer d¨ªa, el acusado adquiri¨® tres unidades del modelo; volvi¨® al d¨ªa siguiente a por seis m¨¢s y un tercer d¨ªa adquiri¨® "un reloj, cintas para c¨¢maras digitales y otro tel¨¦fono m¨®vil".
Los hermanos Kumar fueron imputados en la causa pero finalmente no fueron procesados. Hoy, durante su comparecencia, el tribunal ha analizado el libro de anotaciones donde Rakesh registraba los c¨®digos de los tel¨¦fonos adquiridos. All¨ª se registraron las unidades adquiridas por los terroristas, aunque no se especifica la fecha en la que fueron adquiridos. Precisamente, la ausencia de informaci¨®n en los tel¨¦fonos adquiridos por los terroristas hizo sospechar sobre su implicaci¨®n, y ha suscitado hoy ciertos interrogantes en las defensas particulares.
Intimidaci¨®n
El negocio familiar de los Kumar se ampl¨ªa a su cu?ado, Vinay Kholi, que se dedicaba a la liberalizaci¨®n de los tel¨¦fonos m¨®viles. Su nombre tambi¨¦n estaba entre los sospechosos de colaborar con los terroristas, pero finalmente tampoco fue procesado y hoy ha declarado en calidad de testigo y ha relatado c¨®mo liberaliz¨® los tel¨¦fonos por encargo de su cu?ado.
En un momento de la declaraci¨®n, la abogada de la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Terrorismo, Manuela Rubio, ha preguntado por otra causa abierta contra de Kumar en relaci¨®n con un delito de asesinato de un hind¨² en 2001, de la que se le inform¨® coincidiendo con su declaraci¨®n relativa al 11-M. El presidente del tribunal, Javier G¨®mez Bem¨²dez, ha intervenido para preguntar a la letrada la relaci¨®n de este delito con la actual causa. "Lo que le quiere usted preguntar es si se sinti¨® intimidado en su declaraci¨®n por esta imputaci¨®n", ha dicho entonces G¨®mez Berm¨²dez ante los titubeos de la letrada. "Est¨¢ bien, se lo pregunto", ha dicho la abogada. Entonces, se ha procedido a leer la declaraci¨®n del testigo y ha quedado aclarado que se le inform¨® sobre la acusaci¨®n de asesinato al t¨¦rmino de la misma.
El cuarto declarante de hoy ha sido Ayman Maussili Kalaji, ex polic¨ªa nacional perteneciente a la Unidad Central de Informaci¨®n Exterior (UCIE) y propietario de una empresa dedicada a la reparaci¨®n y liberaci¨®n de m¨®viles. Al empezar, ha concretado que est¨¢ “jubilado” de su labor como polic¨ªa y que abandon¨® el puesto por “problemas en el trabajo”. El 17 de marzo la polic¨ªa le inform¨® que los m¨®viles de Bazar Top se hab¨ªan liberado e su tienda. Cuando fue a declarar, se present¨® en el complejo policial de Canillas, identific¨¢ndose como polic¨ªa, y de hecho "llevaba la pistola". Adem¨¢s, declar¨® como testigo a favor de uno de los acusados, en el proceso abierto tras la desarticulaci¨®n de la c¨¦lula islamista liberada por Ab¨² Dahdah en diciembre de 2001.
A continuaci¨®n, ha subido al estrado el empleado encargado de llevar los m¨®viles desde la tienda a la empresa de liberaci¨®n de los aparatos, Washington Mauricio Cuenca, que s¨®lo ha podido decir que el n¨²mero de aparatos que llev¨® a liberalizar era "muy elevado", aunque no ha sabiido especificar la cantidad exacta.
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