Metro rechaza dos veces a una mujer para ser taquillera por haber padecido c¨¢ncer de mama

Rosa G¨®mez, una madrile?a de 46 a?os, aprob¨® el a?o pasado dos veces las pruebas para ser taquillera de Metro, pero fue declarada tambi¨¦n por dos veces "no capacitada" para el puesto en el posterior reconocimiento m¨¦dico. La raz¨®n: haber padecido y superado un c¨¢ncer de mama. Metro alega que el documento que recoge las condiciones de salud que debe que cumplir todo trabajador para acceder a un puesto en el suburbano excluye a las personas con esta enfermedad y que la tienen hasta pasados cinco a?os de su detecci¨®n. La trabajadora padeci¨® el tumor en 2005. Rosa se considera v¨ªctima de una grave discriminaci¨®n laboral, una opini¨®n que comparten los sindicatos, el PSOE y el Comit¨¦ Espa?ol de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi).

Rosa, vecina de Vallecas, est¨¢ casada, tiene una hija de 17 a?os y su marido se encuentra en paro tras haber dedicado 32 a?os de su vida a una empresa que cerr¨®. Todo este asunto la ha dejado destrozada. No s¨®lo porque necesita el trabajo, que est¨¢ "muy bien pagado", sino porque supone un duro mazazo a sus ganas de vivir y a su esperanza en el futuro. Rosa cuenta que en febrero de 2007 pas¨® la primera criba en el Servicio Regional de Empleo para acceder a Metro, un examen al que se presentaron unas mil personas y que consist¨ªa en "c¨¢lculo mental, sin¨®nimos, ant¨®nimos, un test psicol¨®gico y encontrar diferencias en menos de cuatro minutos". S¨®lo le faltaba el reconocimiento m¨¦dico. Examen de salud prelaboral, le llaman en Metro, al que se someti¨® el 14 de febrero. "En la NASA, te piden menos para entrar", opina, ya que le miraron la vista, el o¨ªdo, radiograf¨ªas, an¨¢lisis de sangre y de drogas, un electrocardiograma y la vio un traumat¨®logo para ver si ten¨ªa desviada la columna o los pies planos.

"Llev¨¦ unos parches dos d¨ªas en la espalda por si era al¨¦rgica al metal", a?ade. "Al hacerme el electro, vieron la cicatriz". Y ella, aunque podr¨ªa haber contado cualquier cosa, cont¨® la verdad. Les dijo que hac¨ªa dos a?os que le hab¨ªan amputado un pecho, pero que ya hab¨ªa terminado el tratamiento, que estaba superado y que s¨®lo iba a revisiones anuales. Adem¨¢s, les ense?¨® los informes m¨¦dicos que prueban que est¨¢ bien y que no tiene menos movilidad en el brazo por la amputaci¨®n. D¨ªas despu¨¦s, recibi¨® un telegrama de Metro: "No capacitada". Para conocer los motivos del rechazo, tuvo que hacer un requerimiento por escrito y le concedieron una entrevista el 8 de marzo. En la cita, le explicaron que estaba "bien de todo" pero "en riesgo de c¨¢ncer". Rosa rompe a llorar porque esto fue "lo que faltaba" despu¨¦s de todo lo que hab¨ªa pasado. "Cualquier persona, el m¨¦dico, usted que est¨¢ hablando conmigo, cualquiera puede tener c¨¢ncer, los que han contratado en mi lugar pueden estar enfermos sin saberlo", sostiene. "Estoy perfectamente, perfectamente", repite una y otra vez, necesitando creerlo y que la crean. "Tengo una minusval¨ªa del 33% porque me falta un pecho pero necesito trabajar, me valgo por mi misma, muevo los muebles de mi casa, no soy una incapacitada".

"Incompatible con el puesto"

Cuatro d¨ªas despu¨¦s le enviaron una carta de la Unidad de Salud y Prevenci¨®n Laboral en la que el gerente, Jos¨¦ Alc¨¢ntara Herrera, en la que se le reiteraba por escrito el no apto y los motivos. "Usted presenta antecedentes recientes de proceso neopl¨¢stico mamario, que resultan incompatibles en la actualidad con los requerimientos psicof¨ªsicos para el desempe?o del puesto de trabajo de agente de taquilla", dice la carta, a la que ha tenido acceso esta web. "No me lo pod¨ªa creer, ?qu¨¦ tiene que ver que me falte un pecho con ser taquillera?", se pregunta. Rosa, paralizada por la tristeza, no supo c¨®mo reaccionar, qu¨¦ hacer. Lo que s¨ª ten¨ªa claro es que era" una injusticia". S¨®lo se le ocurri¨® presentarse de nuevo a las pruebas para el mismo puesto cuando se volvieron a presentar, 10 meses despu¨¦s. Y las volvi¨® a pasar. Pero, por segunda vez, no logr¨® el visto bueno de los m¨¦dicos.

En una segunda carta, fechada el 10 de diciembre, el mismo gerente le dice que, "como ya se le comunic¨® con motivo de su participaci¨®n en un anterior proceso", siguen "vigentes los motivos de inaptitud de los que ya fue informada en su momento". Esta segunda vez, la indignaci¨®n llev¨® a Rosa a reaccionar y a denunciar su caso. "Estoy dispuesta a llegar hasta el final, no por m¨ª, sino por todos los enfermos de c¨¢ncer. Esto no puede volver a ocurrir", dice, armada con la fuerza y la dignidad que logran los que han sufrido. Se puso en contacto con el Cermi, cuyo asesor jur¨ªdico, ?scar Moral, opina que hay "serios indicios de discriminaci¨®n". Moral envi¨® hace dos semanas una carta a Metro en la que le pide una explicaci¨®n, aunque de momento no han recibido contestaci¨®n alguna, salvo el silencio.

Una portavoz de Metro ha explicado a esta web que la empresa p¨²blica no se cierra a una posible admisi¨®n, ya est¨¢ "revisando el caso por si se hubiera cometido alg¨²n error". Las mismas fuentes han indicado que disponen de un profesiograma, un documento "aprobado por los sindicatos y por Inspecci¨®n de Trabajo" que recoge "las condiciones f¨ªsicas, ps¨ªquicas y m¨¦dicas" que debe cumplir "cualquier aspirante a un puesto de trabajo en Metro". "Este documento recoge que, hasta pasados cinco a?os de padecer un tumor maligno, no est¨¢ cl¨ªnicamente cerrado, no se sabe si se puede reproducir", subraya. "Y eso no es que lo diga Metro, sino todas las organizaciones m¨¦dicas internacionales". Sin embargo, el secretario general de UGT en Metro, Teodoro Pi?uela, ha desmentido que esta supuesta incompatibilidad est¨¦ contemplada en el profesiograma. "Contempla que un dalt¨®nico no puede ser conductor, pero en ning¨²n caso se dice que una enfermo de c¨¢ncer -o una divorciada, ironiza- no pueda ser taquillera". ELPAIS.com ha solicitado a Metro este documento pero no lo han facilitado.

Metro acogi¨® una campa?a de apoyo

Este Metro que rechaza a una trabajadora por su enfermedad es el mismo metro que acogi¨® en noviembre de 2006 una exposici¨®n fotogr¨¢fica en apoyo a las mujeres que padecen precisamente esa enfermedad. La muestra se instal¨® en la estaci¨®n de Embajadores y en ella colaboraban caras tan conocidas como Elle McPherson, Gery Halliwell, Rosanna Arquette, Joaqu¨ªn Cort¨¦s, Elsa Pataky o Cristina S¨¢nchez. "Metro apoya a los enfermos de c¨¢ncer... siempre que no est¨¦n en su plantilla, claro", comenta Rosa. En su lucha contra la hipocres¨ªa y la injusticia, ha encontrado aliados. Como Maru Men¨¦ndez, portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid, a quien le resulta "indignante" que una mujer que ha superado una enfermedad y que se quiere reincorporar a la vida laboral no pueda hacerlo. Men¨¦ndez, que se reuni¨® ayer con la afectada, la entiende como mujer, como trabajadora y hasta como paciente, ya que ella misma ha vencido a un c¨¢ncer de mama. "Vamos a exigir la comparecencia del consejero de Transportes, Manuel Lamela, en cuanto se inicie el periodo de sesiones el pr¨®ximo febrero".

Men¨¦ndez quiere que le explique c¨®mo pueden la direcci¨®n de Metro y la presidenta regional, Esperanza Aguirre, "sostener semejante discriminaci¨®n" y luego "hacerse una foto con el lazo rosa en apoyo a las mujeres con c¨¢ncer de mama". Por eso, van a pedir "la intervenci¨®n" de Aguirre, a cuya sensibilidad apelan. La portavoz entiende que rechazar a esta mujer es "ilegal", ya que no tiene "ning¨²n fundamento". "No hay ninguna incompatibilidad", sentencia. De hecho, Rosa trabaja hoy por hoy de auxiliar administrativa en la Administraci¨®n P¨²blica. Est¨¢ de interina, tras aprobar dos ex¨¢menes de oposici¨®n. "S¨®lo les falta hacer un proceso de selecci¨®n gen¨¦tico", se queja Men¨¦ndez, que sospecha que Metro se cura en salud no contratando a una mujer que puede tener en el futuro una baja laboral. O no.

Adem¨¢s de una ilegalidad y una discriminaci¨®n, la portavoz lamenta "el mensaje negativo" que casos como ¨¦ste lanzan a la sociedad. "A los que sufren c¨¢ncer hay que tratarlos con normalidad y apoyarlos", reclama. UGT tambi¨¦n considera injusto el caso y se ha dirigido al departamento de Medicina Laboral para pedir explicaciones. "Vamos a hacer todo lo posible para que la admitan", subraya Pi?uela. Ignacio Arribas, de CC OO, tambi¨¦n est¨¢ con Rosa. "No es la primera vez que ocurre, ya rechazaron a un diab¨¦tico como conductor", recuerda. "Rosi, no llores, d¨¦jalo, que no vas a conseguir nada", le dice su marido cuando la ve sufrir. "Ya veremos", contesta ella.