La derrota que no fue ni siquiera dulce

La derrota no fue dram¨¢tica, como parec¨ªa en las primeras horas, pero tampoco dulce. Y las caras de los principales dirigentes as¨ª lo reflejaban. La mujer de Mariano Rajoy, la ¨²nica de todos los que estaban all¨ª que no es pol¨ªtico profesional y no sabe poner cara de p¨®quer, lo dej¨® claro con sus l¨¢grimas. El PP logra m¨¢s esca?os que en 2004, unos pocos m¨¢s de votos y un mayor porcentaje, y evita el desastre que auguraban las primeras encuestas. Pero no logra reducir la brecha con los socialistas (que segu¨ªa en 16 esca?os, como en 2004, al 99,95% escrutado) y, sobre todo, obtiene su segunda derrota consecutiva y seguir¨¢ otros cuatro a?os en la oposici¨®n.

Emocionado, aunque sin apuntar ninguna clave sobre su futuro como presidente del PP, Rajoy trataba de animar a los suyos desde el balc¨®n de G¨¦nova y convencerles para que aceptaran la derrota. "S¨¦ que estar¨¦is a la altura de las circunstancias. He llamado a Zapatero para desearle suerte por el bien de Espa?a". Pero era in¨²til. "?Zapatero, dimisi¨®n!", "?Grupo PRISA, Espa?a no se pisa!", gritaban sin cesar en la calle. Los militantes tambi¨¦n trataban de insuflar ¨¢nimos a su l¨ªder: "?Mariano, qu¨¦date!", "?Mariano, tranquilo, el pueblo est¨¢ contigo!". Cuando dej¨® el balc¨®n, Rajoy trat¨® de aguantar el tipo. Pero su cara, despu¨¦s de recibir varios espaldarazos de ¨¢nimo que casi parec¨ªan de despedida, evidenciaba que la sensaci¨®n era bastante peor que agridulce.

Rajoy crey¨® hasta el ¨²ltimo minuto en la posibilidad de ganar

El PP crey¨® hasta el ¨²ltimo minuto en la posibilidad no tanto de la victoria pero s¨ª al menos de una derrota dulce, que se cifraba en una diferencia m¨ªnima en n¨²mero de esca?os, por debajo de ocho, -el CIS lleg¨® a acercarla a uno-que otorgara la sensaci¨®n de que la victoria est¨¢ al alcance de la mano. Y no lleg¨®.

Rajoy hab¨ªa anunciado que no dejar¨ªa la presidencia del PP pasara lo que pasara en las elecciones. Y sus primeras palabras dejaron claro que, al menos de momento, mantiene esa idea. "Hemos tenido m¨¢s votos que nunca. Somos el partido que m¨¢s ha subido en votos y esca?os. El PP estar¨¢ a la altura de las circunstancias y defender¨¢ sus principios", dijo, aunque luego termin¨® su discurso con un ambiguo "adi¨®s".

Los dirigentes del PP insisten en p¨²blico en que Aznar tuvo dos derrotas antes de llegar a La Moncloa, pero tambi¨¦n son conscientes de que el caso de Rajoy es completamente diferente, porque su primera derrota lleg¨® desde una mayor¨ªa absoluta del PP. El panorama interno en las filas de la derecha queda por tanto completamente abierto tras este resultado, que es una derrota clara, pero no el desastre que auguraban las primeras encuestas y que tal vez hubiera llevado a Rajoy a dimitir anoche.

Desde que el sucesor de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar est¨¢ al frente del PP, este partido ha perdido todas las elecciones menos una: las municipales, que venci¨® por 160.000 votos. Antes hab¨ªa perdido las europeas, perdi¨® votos en las gallegas, en las catalanas, en las vascas...

P¨ªo Garc¨ªa Escudero reconoci¨® la derrota con el 80% del escrutinio. "Felicitamos al PSOE si se confirman los resultados. Parece que la victoria es clara. Han ganado en buena lid". Pero enseguida aclar¨® que consideraban muy bueno el dato del PP: "Quer¨ªa resaltar nuestra enorme satisfacci¨®n. El PP, tiene un gran resultado, subida muy importante en porcentaje, en esca?os". Mucho m¨¢s expl¨ªcito de lo que fue luego su jefe, que se dedic¨® mucho m¨¢s a los mensajes emotivos que pol¨ªticos, el jefe de campa?a del PP, un partido que ha criticado a Zapatero por haber alentado el nacionalismo poniendo en riesgo la unidad del pa¨ªs, tambi¨¦n admiti¨® finalmente, que el resultado de los nacionalistas no era bueno: "Queremos destacar el gran crecimiento partidos de ¨¢mbito nacional en detrimento de los nacionalistas".

Rajoy desea suerte a Zapatero "por el bien de Espa?a