Jorge Guinzburg, periodista y c¨®mico argentino

"Me r¨ªo de m¨ª mismo porque la vida me ha dado motivos sobrados para ello", dec¨ªa en una de sus ¨²ltimas entrevistas Jorge Guinzburg, una de las figuras m¨¢s importantes de la peque?a pantalla argentina de las ¨²ltimas d¨¦cadas, que el pasado mi¨¦rcoles fallec¨ªa a los 59 a?os de edad en un hospital de Buenos Aires, aquejado de un c¨¢ncer.

Su muerte ha causado una honda conmoci¨®n en la sociedad argentina, en la que Guinzburg era muy querido por su humildad, inteligencia y simpat¨ªa, cualidades que trasladaba a sus programas en una ¨¦poca en la que los plat¨®s televisivos de todo el mundo se llenan de personajes arrogantes que no tienen nada que decir pero se creen superiores a los dem¨¢s.

Nacido en la Capital Federal en 1949, Jorge Ariel Guinzburg se gan¨® pronto el coraz¨®n de los argentinos. Con tan s¨®lo 1,60 de estatura —"no soy petiso [peque?o], soy breve"—, su primera incursi¨®n en los medios tiene la doble lectura del humor argentino: estaba obligado a entregar 50 chistes diarios. De ah¨ª pas¨® a presentar magazines y en 1975 dio el salto a la televisi¨®n, donde ha permanecido pr¨¢cticamente sin interrupci¨®n hasta apenas pocas semanas antes de su muerte.

Amable, tremendamente cort¨¦s y siempre con una carcajada a punto para romper cualquier atisbo de tensi¨®n, Guinzburg se hizo un habitual de las pantallas argentinas. Su estilo serv¨ªa con igual eficacia para tratar un tema dram¨¢tico y para provocar la risa incontrolable de sus invitados ante cualquier banalidad. Sin modales de estrella, el ¨²nico privilegio que se permit¨ªa era sentarse en un taburete m¨¢s alto que los dem¨¢s para quedar a la misma altura frente a la c¨¢mara. Por su plat¨® pas¨® todo tipo de personajes y se vivi¨® toda clase de situaciones. As¨ª, se convirti¨® en uno de los personajes de la televisi¨®n m¨¢s premiados de la historia del pa¨ªs.

Aquejado de problemas pulmonares desde su infancia, desarroll¨® una incansable actividad laboral. Guinzburg fue adem¨¢s productor teatral, televisivo y actor. Su fallecimiento abri¨® el mi¨¦rcoles todos los informativos en Argentina y el canal donde trabajaba coloc¨® un lazo negro en la pantalla durante la jornada. Fue enterrado ayer en la intimidad familiar, en el cementerio jud¨ªo de La Matanza. Tras la tapia, cientos de personas —desconocidos y famosos, codo con codo— le daban su ¨²ltimo adi¨®s.