Un tribunal de Sal¨¦ condena a 45 marroqu¨ªes a penas de entre 30 y dos a?os de c¨¢rcel
Abdelkader Belliraj, ex colaborador de Bin Laden, comparece ante una corte de apelaci¨®n marroqu¨ª
El tribunal de apelaci¨®n de Sal¨¦, la ciudad colindante con Rabat, trabaja a destajo. Sus tres jueces condenaron, el jueves por la noche, a 45 marroqu¨ªes a penas de entre dos y 30 a?os de c¨¢rcel por terrorismo. Poco antes de pronunciar esta sentencia abrieron en esa misma sala el juicio contra Abdelkader Belliraj, un belga de origen marroqu¨ª que colabor¨® con Osama Bin Laden, y de sus 32 c¨®mplices.
La fren¨¦tica cadencia de la labor judicial recuerda los meses posteriores a los atentados de mayo de 2003 que ensangrentaron Casablanca. Una primera tanda de condenas se abati¨® ayer sobre los c¨®mplices de Abdelfettah Raydi, un joven que se suicid¨® el 11 de marzo de 2007 al activar su cintur¨®n repleto de explosivos tras una discusi¨®n con el gerente de un cyber empe?ado en evitar que visitase p¨¢ginas web islamistas.
Abdelkrim Ait Ougard, su principal colaborador, fue condenado a 30 a?os y los dem¨¢s c¨®mplices a entre 15 y dos a?os. Entre ellos figura, curiosamente, una mujer, Hashna Buched, a la que le cayeron dos a?os aunque no deber¨¢ ingresar en prisi¨®n. Escuch¨® el veredicto sentada en el banquillo ataviada con su nikab, esa prenda negra de origen saud¨ª que la tapaba ¨ªntegramente.
Entre los convictos hay tambi¨¦n tres chavales que eran menores cuando se produjeron los hechos. Uno de ellos, Yussef Koudry, que acompa?¨® a Raydi en el cyber, deber¨¢ pasar 15 a?os en la c¨¢rcel mientras que las penas impuestas a los otros dos solo ascienden a 10 a?os. Otros cuatro imputados fueron absueltos.
Las condenas fueron pronunciadas por "constituci¨®n de banda armada con vistas a preparar y cometer actos terroristas (...)", "fabricaci¨®n y posesi¨®n de explosivos", "agresi¨®n premeditada contra personas", "sabotaje", "homicidio", "financiaci¨®n del terrorismo" y "falsificaci¨®n de documentos". Todos los condenados se declararon inocentes. Los explosivos de los que dispon¨ªan eran de fabricaci¨®n casera y proyectaban utilizarlos en el puerto de Casablanca y contra una comisar¨ªa.
Abldekader Belliraj, de 50 a?os, s¨ª pose¨ªa armas de verdad en escondites de Casablanca y Nador, seg¨²n el acta de acusaci¨®n. Su juicio, que empez¨® ayer, suscita gran expectaci¨®n en Marruecos y en buena parte de Europa. Belliraj frecuent¨® a Bin Laden en Afganist¨¢n poco antes de los atentados del 11 de marzo de 2001 y uno de sus lugartenientes le encarg¨® incluso que reclutase en B¨¦lgica, el pa¨ªs donde resid¨ªa, a expertos en armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas.
Antes de ser detenido en Marruecos, en febrero, Belliraj ten¨ªa ya un largo historial como terrorista y delincuente com¨²n. Arranca en los ochenta con atracos a mano armada en B¨¦lgica, con los que se financi¨®, pero tambi¨¦n se le atribuyen media docena de asesinatos. Los dos m¨¢s sonados fueron en 1989 el del director saud¨ª de la Gran Mezquita de Bruselas, Abdal¨¢ Al Ahdel, y el del coordinador de las asociaciones jud¨ªas de B¨¦lgica, Joseph Wybran.
A¨²n as¨ª Belliraj fue reclutado en 2000 como sopl¨®n por la Seguridad del Estado belga. Se sospecha que ha trabajado tambi¨¦n para otros servicios secretos europeos y ¨¢rabes. Se espera que en el juicio haga revelaciones. Ayer no defraud¨®. Se neg¨® a acudir ante el tribunal en protesta por el "trato injusto" de gran aislamiento al que es sometido en la c¨¢rcel y tuvo que ser introducido a rastras por la polic¨ªa.
Belliraj est¨¢ siendo juzgado en Sal¨¦ por sus presuntos cr¨ªmenes en B¨¦lgica sino "atentar contra la seguridad del Estado" marroqu¨ª y "constituci¨®n de banda armada con vistas a preparar y cometer actos terroristas" en Marruecos contra pol¨ªticos, militares y jud¨ªos. A su lado se sientan en el banquillo 32 c¨®mplices entre los que figuran un gerente de hotel, un periodista de televisi¨®n, un ex polic¨ªa, un camarero, profesores y, por primera vez, seis pol¨ªticos islamistas.
?stos ¨²ltimos, que dirig¨ªan peque?as formaciones legales (Movimiento para la Comunidad Musulmana y Civilizaci¨®n Alternativa), o militaban en el gran Partido de la Justicia y del Desarrollo son personajes conocidos que expon¨ªan en los medios de comunicaci¨®n tesis religiosas y pol¨ªticas moderadas. Mustaf¨¢ Moatasim, l¨ªder de Civilizaci¨®n Alternativa, concurri¨® incluso a las legislativas de 2007, pero no obtuvo ning¨²n esca?o.
Su defensa est¨¢ siendo encabezada por Abderrahim Jamai, un abogado laico y muy conocido por su lucha en pro de los derechos humanos. A Jamai se le han unido otros seis prestigiosos letrados de izquierdas, pero tambi¨¦n islamistas como el diputado Mustaf¨¢ Ramid. Nunca hasta ahora en Marruecos se hab¨ªan asociado abogados de ambas corrientes para ejercer en com¨²n la defensa de unos pol¨ªticos islamistas.
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