Mohamed VI se enfada con los islamistas

Hace tan s¨®lo seis meses Mohamed VI, el rey de Marruecos, alab¨® en un mensaje el "patriotismo y la sagacidad pol¨ªtica" de Abdelil¨¢ Benkiran que acababa de ser elegido secretario general del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD), la formaci¨®n islamista legal. Pero ahora Bekiran ha suscitado la c¨®lera del entorno del monarca. Las autoridades marroqu¨ªes han puesto en la picota al primer partido de la oposici¨®n.

Cientos de miles de marroqu¨ªes se echaron a las calles en enero para expresar su solidaridad con los palestinos de Gaza. El soberano opt¨® entonces por ponerse a la cabeza de la manifestaci¨®n y anunci¨® varias iniciativas desde el traslado a hospitales de Marruecos de heridos palestinos hasta la apertura de una cuenta en el banco central para recaudar fondos para la poblaci¨®n de Gaza.

El PJD denuncia una maniobra para lastrar a sus candidatos en las municipales

Abdelil¨¢ Benkiran se jact¨®, en una reuni¨®n interna de su partido, de haber sido ¨¦l qui¨¦n sopl¨® esta ¨²ltima idea a Mohamed VI con tan mala suerte que sus palabras fueron reproducidas por Al Massae, el principal diario marroqu¨ª. Horas despu¨¦s lo desminti¨® todo en una declaraci¨®n a la MAP, la agencia de prensa oficial.

Entretanto el primer ministro, Abas el Fassi, hab¨ªa publicado un comunicado en el que acusaba a Benkiran de "c¨¢lculos pol¨ªticos barriobajeros". Los pronunciamientos del monarca "obedecen a motivaciones puramente humanitarias y no a influencias externas o a ef¨ªmeras consideraciones coyunturales", recalcaba. "Es jur¨ªdica y pol¨ªticamente inaceptable implicar [en este asunto] a la persona sagrada de Su Majestad en Rey", conclu¨ªa.

Por si a¨²n no hab¨ªa quedado claro el ministro de Asuntos Exteriores, Taieb Fassi-Fihri, insisti¨® el jueves ante el Consejo de Ministros en que el rey sigue "con gran preocupaci¨®n y enorme inter¨¦s" todo lo que ata?e a Palestina. Ninguno de sus sujetos puede, por tanto, presumir de superarle en atenci¨®n.

Las desgracias de Benkiran no acabaron ah¨ª. D¨ªas despu¨¦s Chakib Benmoussa, el ministro de Interior, al que nombra directamente el rey, tom¨® la decisi¨®n de destituir a Aboubakr Belkura, de 54 a?os, el alcalde islamista de Meknes, la ¨²nica gran ciudad marroqu¨ª - supera los 600.000 habitantes - en manos del PJD. M¨¢s peque?as, Temara y Khenifra tambi¨¦n est¨¢n controladas por los "barbudos".

La Inspecci¨®n General de la Administraci¨®n Territorial, que depende de Interior, descubri¨® algunas irregularidades en la gesti¨®n municipal y pidi¨® la cabeza de Belkura. Traslad¨® tambi¨¦n los indicios que encontr¨® a la fiscal¨ªa por lo que es probable que este agricultor adinerado y piadoso se siente pronto en el banquillo. Si sucede ser¨¢ defendido por Mustaf¨¢ Ramid, el diputado que encabeza el grupo parlamentario islamista.

Belkura, que arranc¨® las vi?as que hered¨® para dejar de producir vino, reconoce algunos desajustes urban¨ªsticos, pero sostiene que corresponden m¨¢s a las competencias del gobernador, nombrado por el rey, que a las del alcalde. Mohamed VI le ten¨ªa enfilado desde que en 2005 visit¨® la ciudad y constat¨® que, a causa de un largo conflicto, carec¨ªa de transporte p¨²blico.

Esta vez, sin embargo, el l¨ªder islamista no se ha doblegado ante lo que considera un golpe bajo asestado por Interior a su partido a tan s¨®lo cuatro meses de las elecciones municipales que los "barbudos" se promet¨ªan felices. "Los comicios se acercan y el PJD es el blanco de las autoridades", acusa Belkura. Meknes era el modelo de gesti¨®n que exhib¨ªan los islamistas y ahora Interior lo ha hecho trizas.

Encabezada por Bekiran, la c¨²pula islamista y el ex alcalde dieron una rueda de prensa para rechazar las acusaciones, anunciar que recurrir¨¢n la destituci¨®n ante los tribunales y preguntarse sobre la fecha elegida para sancionar a Belkura que "hace temer una involuci¨®n" en el proceso pol¨ªtico. Despu¨¦s, varios de ellos se manifestaron ante el ayuntamiento de Meknes. "La reacci¨®n del PJD es incomprensible", replic¨®, a su vez, el ¨®rgano de Interior que inspeccion¨® el ayuntamiento. "Ning¨²n partido est¨¢ por encima de la ley", a?adi¨® el portavoz del Gobierno.

Para los islamistas el trance por el que pasan les recuerda sus apuros de finales de la primavera de 2003, justo despu¨¦s de que un grupo de "kamikazes" perpetrara una retah¨ªla de atentados que ensangrentaron Casablanca . Entonces fueron acusados de crear el caldo de cultivo que propiciaba el terrorismo y las presiones de Interior les incitaron a reducir dr¨¢sticamente el n¨²mero de ciudades en las que presentaron candidatos a las municipales de 2004, seg¨²n explic¨® Mustaf¨¢ Ramid. All¨ª d¨®nde concurrieron sus resultados fueron buenos.