La numism¨¢tica pierde sus telara?as
La Fundaci¨®n Santander da acceso a trav¨¦s de su web a su colecci¨®n de monedas, que recorre 25 siglos de historia de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica
Tradicionalmente, la numism¨¢tica ha sido una de las disciplinas m¨¢s ¨¢ridas a la hora de darlas a conocer a un gran p¨²blico. Es dif¨ªcil de exponer, por ejemplo. Para empezar, las monedas tienen un anverso y un reverso y mostrar ambas en una vitrina no es tarea f¨¢cil. Adem¨¢s, exige un esfuerzo visual notable por parte del espectador. La Fundaci¨®n Santander ha dado un vuelco a la forma de exponer su colecci¨®n de 960 piezas, un tesoro que recorre 25 siglos de la historia de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica, gracias a un proyecto multimedia realizado en colaboraci¨®n con el departamento de numism¨¢tica del Museo Arquel¨®gico Nacional.
El cat¨¢logo de la colecci¨®n es accesible a trav¨¦s de un DVD y tambi¨¦n de la web de la fundaci¨®n (www.fundacionbancosantander.com) de manera gratuita. El usuario puede aproximarse a cada una de las piezas con un detalle microsc¨®pico que hace posible un poderoso zoom. El director de la fundaci¨®n, Javier Aguado, ha comparado esta herramienta con el proyecto lanzado recientemente por el Museo del Prado con Google Earth, que permite observar hasta el m¨ªnimo craquelado de catorce obras seleccionadas de la pinacoteca. La colecci¨®n de monedas est¨¢ expuesta en vitrinas en el espacio expositivo que cuenta la fundaci¨®n en la ciudad financiera del Santander en Boadilla del Monte.
"Este nuevo sistema permitir¨¢ el acceso de la numism¨¢tica a un p¨²blico m¨¢s amplio", ha se?alado Carmen Marcos, subdirectora del Museo Arqueol¨®gico. "Combina el rigor cient¨ªfico, puesto que registra todos los detalles que puedan interesar a un investigador, con una presentaci¨®n muy atractiva para el p¨²blico general. Creemos que su difusi¨®n va a ser mucho m¨¢s democr¨¢tica y no s¨®lo va a llegar a los estudiosos", ha a?adido.
Paloma Otero, jefa del departamento de Numism¨¢tica del museo, ha recordado que la moneda es uno de los elementos m¨¢s significativos del patrimonio cultural y su uso a lo largo del tiempo es un testimonio de la propia historia de la humanidad. Desde que se acu?aran las primeras piezas en el siglo VII a. C., han estado presentes en la vida cotidiana: "Se dice que las monedas cuentan la historia, qui¨¦nes las fabricaron, cu¨¢les eran sus creencias... Desde las piezas de m¨¢s valor hasta las m¨¢s gastadas, todas tienen un valor hist¨®rico incalculable".
Las monedas de la colecci¨®n de la fundaci¨®n son el espejo de las culturas que las acu?aron. Las piezas m¨¢s antiguas, del siglo III a. C. se usaban en la costa de Gerona, en la zona de las actuales Ampurias y Rosas. Luego, los pueblos y ciudades de la Pen¨ªnsula troquelaron sus propias monedas: las leyendas ib¨¦ricas, c¨¦lticas o p¨²nicas reflejan la diversidad cultural de la pen¨ªnsula en los siglos II y I a. C. Entre las piezas m¨¢s bellas de la colecci¨®n, Otero destaca dos acu?adas por los cartagineses durante la segunda guerra p¨²nica: un shekel que muestra en su reverso la proa de un barco y un bell¨ªsimo dishekel con un elefante, s¨ªmbolo del poder¨ªo militar cartagin¨¦s. La ¨¦poca romana, tanto durante la Rep¨²blica como durante el Imperio, tambi¨¦n est¨¢ representada, as¨ª como la Edad Media.
La diversidad de monedas se mantuvo en este periodo con diversas emisiones isl¨¢micas y cristianas de los reinos de Castilla, Arag¨®n y Navarra. Felipe V unific¨® el sistema monetario bajo el sistema castellano. Pero en Am¨¦rica se empezaron a acu?ar monedas a partir del siglo XVI y la colecci¨®n cuenta con una buena muestra de estas piezas. El conflictivo siglo XIX est¨¢ reflejado en las monedas de Jos¨¦ Napole¨®n Bonaparte, Fernando VII, la variable efigie de Isabel II a lo largo de su larg¨ªsimo reinado y, por fin, la creaci¨®n de la peseta en 1869. Las ¨²ltimas piezas de la colecci¨®n son las pesetas acu?adas por Juan Carlos I en 1975.
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