Un revulsivo para Barcelona

En un momento en que la crisis econ¨®mica mundial concede pocos motivos para el optimismo, la llegada del Tour a Barcelona supone un revulsivo no s¨®lo para la ciudad, sino tambi¨¦n para un ciclismo catal¨¢n en horas bajas. M¨¢s de 200 veh¨ªculos poblar¨¢n una caravana publicitaria que ocupa unos 20 kil¨®metros y reparte a lo largo de toda la carrera m¨¢s de 15 millones de productos regalo.

Es la llamada al orden, el anuncio de que los corredores est¨¢n a punto de llegar. Y con ellos la ciudad se llenar¨¢ los pr¨®ximos jueves y viernes de vida y de color, tal como ocurri¨® ya en 1957 y 1965, cuando la vuelta ciclista a Francia pis¨® tambi¨¦n tierras catalanas. M¨¢s de 1.500 habitaciones han sido reservadas para albergar a las casi 5.000 personas acreditadas que siguen la grand boucle.

"Al margen de ser un gran acontecimiento deportivo, el Tour es tambi¨¦n un gran negocio", reconoce Albert Soler, director general de Deportes del Consejo Superior de Deportes (CSD), que particip¨® en todas las reuniones con la organizaci¨®n del Tour junto con Albert Batlle, entonces concejal de Deportes del Ayuntamiento de Barcelona y ahora secretario general de Prisiones, y Rub¨¦n Peris, director general de la Volta Ciclista a Catalunya, cuando se engendr¨® la idea de traer la carrera a Barcelona. "Nos reunimos en Par¨ªs por primera vez con los responsables de ASO [empresa organizadora del Tour] en 2002. Y volvimos a vernos para tomar un caf¨¦ con Leblanc, entonces director de la carrera francesa, en 2005", agrega Soler. "Pero el empuj¨®n definitivo lleg¨® cuando unimos esfuerzos con RPM y buscamos vinculaciones entre el marat¨®n de Barcelona y el de Par¨ªs, organizado tambi¨¦n por ASO. Entonces todos los lazos se fueron estrechando".

La movida que supone el Tour para la ciudad de Barcelona y para Catalu?a —Girona paga 200.000 euros por albergar la salida de la etapa— es impresionante. "Vendr¨¢ gente de toda Espa?a para presenciar la etapa", indica Pere Alcober, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Barcelona. "Pero la repercusi¨®n medi¨¢tica llegar¨¢ a 180 pa¨ªses a trav¨¦s de casi 100 canales de televisi¨®n". El coste total de la organizaci¨®n ser¨¢ de alrededor de un mill¨®n de euros, muy inferior a los 3,5 millones que pag¨® M¨®naco por organizar la salida del Tour —con actos previos al inicio de la carrera—, los 2,5 aproximadamente que cost¨® el Mundial de Nataci¨®n de 2003 y la aportaci¨®n de seis millones de euros del Consejo Superior de Deportes para adecuar las infraestructuras que albergar¨¢n el Mundial de atletismo de 2010.

"Los dos d¨ªas del Tour en Barcelona costar¨¢n tanto como toda la organizaci¨®n de la Volta a Catalunya", reconoce Rub¨¦n Peris. "Puede parecer una contradicci¨®n en un momento en que se han perdido carreras tan cl¨¢sicas como la Escalada a Montju?c o la Setmana Catalana, pero son conceptos distintos. Para m¨ª que el Tour llegue a Barcelona es un aliciente y un motivo de orgullo personal. Y creo que para la ciudad ser¨¢ un revulsivo important¨ªsimo a todos los niveles".