"Estamos aqu¨ª para que el terror no vuelva a adue?arse del mundo"
La ministra de Defensa visita a las tropas en la base de Qal-i-Naw en su ¨²ltimo d¨ªa de estancia en suelo afgano
La ministra de Defensa, Carme Chac¨®n, aterriz¨® este martes en un panzudo H¨¦rcules de transporte del Ej¨¦rcito del Aire en la escu¨¢lida pista del aeropuerto de Qal-i-Naw, situada en la provincia noroccidental de Badghis, donde se Espa?a tiene desplegados 450 militares, adem¨¢s de los 850 que desarrollan su misi¨®n en la base de la vecina provincia de Herat. En su discurso ante las tropas, durante su segunda y ¨²ltima jornada en el pa¨ªs asi¨¢tico, Chac¨®n quiso interpretar el trabajo de los soldados y cooperantes espa?oles en clave nacional. La ministra se dirigi¨® a los militares en la cantina de la base y razon¨® cumplidamente la conexi¨®n: "Los talibanes dieron cobijo a Al Qaeda, que se dedic¨® a propagar el terror por el mundo. Ese terror, como muy bien sab¨¦is, se traslad¨® a Bali, a Jakarta, a Estambul, a Londres, a Nueva York y se traslad¨® tambi¨¦n a Espa?a. Somos m¨¢s de 40 naciones y estamos aqu¨ª para que el terror no vuelva a adue?arse de Afaganist¨¢n, para que el terror tampoco sea capaz de adue?arse del resto del mundo, y de ning¨²n espa?ol".
Y continu¨®: "Y vuestra dura y compleja labor a diario est¨¢is haciendo que los afganos sean capaces de vivir un d¨ªa en libertad, pero tambi¨¦n est¨¢is contribuyendo a eliminar las ra¨ªces del terror, para que no siga propag¨¢ndose por el mundo. As¨ª cada cosa que hac¨¦is aqu¨ª en Afganist¨¢n es vital para la poblaci¨®n local, pero tambi¨¦n repercute en la vida de todos los ciudadanos espa?oles". La ministra reconoci¨® entonces la dificultad y el riesgo de las tropas espa?olas: "Y lo est¨¢is haciendo a costa de grandes riesgos, incluso a veces pagando un precio muy alto, hemos perdido 88 compatriotas en Afganist¨¢n", zanj¨®.
"?Bienvenidos al infierno!", bromeaba uno de los soldados tras la llegada de la comitiva a la base "General Urrutia". Se refer¨ªa a los m¨¢s de 43 grados que hab¨ªa cuando a¨²n no se hab¨ªa extinguido la ma?ana, y no al hostigamiento (que ninguno de ellos reconoce ante los periodistas) de la insurgencia y de los talibanes, que desde que comenz¨® la campa?a para las elecciones presidenciales que se celebrar¨¢n el 20 de agosto no ha parado de crecer, y que ahora podr¨ªa remitir dr¨¢sticamente si los talibanes respetan el alto el fuego firmado el pasado s¨¢bado y vigente s¨®lo en esta provincia afgana (el pa¨ªs tiene 34 provincias) bajo responsabilidad espa?ola. Aunque el contingente espa?ol no le da mucha credibilidad.
Ni la temperatura ni las intensas oleadas polvorientas pudieron impedir que el teniente coronel Alejandre se llevara a la ministra a lo alto de una colina, desde la que se divisa todo el valle de Qal-i-Naw (20.000 habitantes), para mostrarle la evoluci¨®n de las obras de la nueva base en ese territorio, y explicarle que estar¨¢ plenamente operativa antes del pr¨®ximo verano. Las nuevas instalaciones, de momento, son s¨®lo unas colinas desmochadas y varias hect¨¢reas de terrenos apisonados. No obstante, el teniente coronel asegur¨® que parte de la base estar¨¢ operativa a partir de octubre "gracias al sistema de construcci¨®n a base de contenedores met¨¢licos".
La nueva base espa?ola costar¨¢ en torno a los 44 millones de euros, podr¨¢ albergar hasta 1.300 efectivos y tendr¨¢ una extensi¨®n de 70 hect¨¢reas y cinco kil¨®metros de per¨ªmetro. Los soldados dir¨¢n adi¨®s al centro de la ciudad, una ubicaci¨®n muy arriesgada, y ceder¨¢n parte de sus instalaciones a 200 instructores estadounidenses, 150 militares colombianos y 40 guardias civiles.
En su cuarto viaje a Afganist¨¢n, la ministra de Defensa, que aterriz¨® sobre las tres de la madrugada del mi¨¦rcoles en Madrid a bordo de un Airbus del Ej¨¦rcito del Aire, repiti¨® la liturgia castrense de pasar revista a las tropas, colocar una corona de laurel en memoria de los ca¨ªdos y brindar por el Rey y por Espa?a con las tropas. En algo m¨¢s de cuatro horas, Chac¨®n se subi¨® de nuevo al panzudo H¨¦rcules envuelta en la misma nube de polvo que la recibi¨®.
Las mujeres fantasma y sus fam¨¦licos hijos
Alguien puede tener la tentaci¨®n de preguntarse qu¨¦ demonios hace el contingente espa?ol en estas secas y arcillosas tierras, cuyo territorio est¨¢ ocupado en un 75% por monta?as de hasta siete mil metros, y donde deben moverse en carros blindados, con estrictas medidas de seguridad o permanecer recluidos gran parte de su tiempo en la base. El hospital de Qal-i-Naw, que hace grande a la mayor¨ªa de los centros de salud locales de Espa?a y es el hospital de referencia de la provincia, que tiene el tama?o de la Comunidad Valenciana y una poblaci¨®n de m¨¢s de 400.000 habitantes, es por s¨ª mismo un buen motivo y un reflejo de la miseria de un pa¨ªs en el que muere uno de cada cuatro ni?os nacidos.
La ministra pudo mirar de frente a esa miseria al visitar ese centro sanitario construido y mantenido gracias a la cooperaci¨®n espa?ola. Su primer contacto con la aut¨¦ntica realidad afgana lleg¨® al entrar en la sala de los ni?os. En dos de ellas, rotuladas como "primera fase de malnutrici¨®n" y "segunda fase de malnutrici¨®n", sentadas en el suelo, en habitaciones de no m¨¢s de 15 metros cuadrados, con ese halo fantasmal que impone el burka, casi invisibles, cinco madres intentan consolar a sus beb¨¦s, les quitan las moscas que les hostigan, sin moverse, indiferentes al revuelo organizado por la visita.
El reflejo de uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo, debati¨¦ndose entre el sometimiento heredado de los talibanes, y buscando al mismo tiempo el progreso de las tropas extranjeras.
El gobernador de la provincia de Badghis se deshizo ayer en elogios hacia el trabajo del contingente y de los 12 cooperantes espa?oles, aunque ¨¦stos tuercen el gesto cuando se les pregunta y aseguran que no siempre es tan complaciente.
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