Cinco esqueletos y una cartera con 17 pesetas
Concluye con ¨¦xito la exhumaci¨®n en Rabanera del Pinar.- Junto a los huesos, ha aparecido el dinero del que una de las v¨ªctimas hablaba en su ¨²ltima carta
Buscaban a tres hombres y encontraron los restos de cinco, uno de ellos menor de edad. La exhumaci¨®n en Rabanera del Pinar (Burgos) este fin de semana ha concluido con ¨¦xito. Salom¨®n Ortega ha recuperado los restos de su t¨ªo, que se llamaba como ¨¦l y ten¨ªa 24 a?os cuando fue fusilado. A falta de las pruebas de ADN, todo apunta a que lo ha encontrado, porque 73 a?os despu¨¦s, entre los huesos, los arque¨®logos han encontrado un monedero de cuero con 17 pesetas, quiz¨¢ las mismas que Salom¨®n promet¨ªa compartir en la ¨²ltima carta que envi¨® a sus padres y hermanos, tres d¨ªas antes de ser ejecutado: "A ver si para San Cosme, nos podemos gastar juntos las 17 pesetas que me mand¨¢is ahora".
"Ha sido muy emocionante. Tengo una sensaci¨®n de dolor y placer muy dif¨ªcil de expresar", ha explicado Salom¨®n.
Entre los huesos, tambi¨¦n han aparecido dos chisqueros y dos balas. "El doctor forense Francisco Etxeberria nos explic¨® que seguramente, los fusilaran en la pendiente y los dejaran caer hasta la fosa. Las balas que han aparecido junto a los restos son las que utilizaron para rematar, ya en la fosa, a los que a¨²n no hab¨ªan muerto", a?adi¨® Salom¨®n.
El equipo de la sociedad de ciencias Aranzadi, dirigido por Exteberria, acudi¨® al lugar guiado por dos viejos pastores que ten¨ªan ocho y 10 a?os cuando ocurrieron los hechos. "Estaban muy emocionados. Nos cost¨® un poco dar con el sitio, pero en cuanto lo localizamos todo ha ido muy r¨¢pido. Hace dos a?os, para m¨ª era impensable llegar a conseguirlo", confes¨® Salom¨®n. "Lo que m¨¢s me ha sorprendido es lo r¨¢pido que ha ido todo en cuanto hemos llegado aqu¨ª con los arque¨®logos. Conseguir los permisos me ha llevado meses. Encontrar los restos, dos d¨ªas".
Las v¨ªctimas ten¨ªan las manos atadas con cuerdas y alambres. Ahora, el equipo analiza las sacas de c¨¢rceles cercanas para tratar de averiguar qui¨¦nes son los otros dos fusilados con Salom¨®n Ortega, Leopoldo Velasco y Vitoriano Sanz. Exteberria cree que uno de ellos es muy joven, probablemente menor de 18 a?os, porque no ten¨ªa a¨²n completamente formado el hueso de la cadera.
Cuando concluyan los an¨¢lisis de los restos en el laboratorio, Salom¨®n decidir¨¢ d¨®nde llevar a su t¨ªo. Le gustar¨ªa enterrarlo con el resto de la familia, aunque, si los familiares de los republicanos que le acompa?aron hasta la muerte est¨¢n de acuerdo, quiz¨¢ los entierren a todos juntos con una placa con sus nombres.
"Por esta hermosa c¨¢rcel sigue todo tranquilo"
Salom¨®n Ortega ten¨ªa 24 a?os cuando fue fusilado y por su cabeza no pasaba la idea de la muerte. Al menos, eso es lo que se desprende de la ¨²ltima carta que escribi¨® a su familia, desde la prisi¨®n de Burgos, el 12 de septiembre de 1936, tres d¨ªas antes de ser ejecutado con otros dos compa?eros. Su sobrino, del mismo nombre, lo busca desde hace mucho tiempo. Reunidos todos los permisos y un equipo de m¨¢s de 15 voluntarios, esperaba poder encontrarlo en esta fosa com¨²n en el t¨¦rmino de El Pic¨®n de Valdeabejas, en Rabanera del Pinar (Burgos).
Lo hab¨ªan detenido el 31 de julio de 1936 con otros dos compa?eros, que lo fueron hasta la muerte: Leopoldo Velasco y Victoriano Sanz. Ocurri¨® en Hontoria del Pinar, un municipio de Burgos que en aquellas fechas se comport¨® como los dem¨¢s, con ejecuciones, paseos y vecinos que aprovechaban la coyuntura para resolver insignificantes rencillas con falsas denuncias que terminaban en ejecuci¨®n. Salom¨®n ni si quiera viv¨ªa en aquel pueblo. Estudiaba en Madrid, y el d¨ªa en que fue detenido estaba de visita, ayudando a su padre, secretario del ayuntamiento de Hontoria del Pinar.
Su ¨²ltima carta no es la de un hombre con temor a morir asesinado. Quiz¨¢ s¨ª sean las ¨²ltimas l¨ªneas de un joven valiente que no quiere que los suyos lloren antes de tiempo. Es una carta que habla de futuro en la que un hombre con todo el tiempo del mundo se detiene a hablar de las cosas m¨¢s cotidianas, como pedirles a sus hermanos, que le guarden jam¨®n para cuando vuelva.
Por ejemplo, Salom¨®n les advierte de que en la ¨²ltima carta que le han escrito han cometido faltas de ortograf¨ªa: "salud se escribe con d al final y a la Aurorita le dices que olvida se escribe con v, que est¨¢ mejor, procura arreglar un poco la letra y ser¨¢s un "tio" sabiendo escribir..."
Les informa de que no podr¨¢ llevarles regalos: "querido, te has pensado que estoy ahora en Am¨¦rica o poco menos. No hijo no, ahora estoy en la c¨¢rcel y no s¨¦ si para cuando me suelten tendr¨¦ alguna perra disponible para llevarte algo..."
Se preocupa por su madre: "?est¨¢ contenta?, que no llore y dile que ya ser¨¢ cosa de poco tiempo, que pronto la dar¨¦ muchos besos..."
Y por el comportamiento de "Juanito": "que se porte bien, que me supongo ser¨¢ ya un hombre formal ?no? Y sobre todo, que te ense?e a escribir a m¨¢quina..."
Intenta tranquilizarles: "Por esta hermosa c¨¢rcel todo sigue tranquilo y sin nada digno de menci¨®n, los compa?eros de Hontoria y yo seguimos estupendamente y con una salud formidable; a sus familiares les dais recuerdos, como a todos los vecinos".
Y se despide con un deseo: "a ver si para San Cosme, nos podemos gastar juntos las 17 pts que me mand¨¢is ahora" y "un fuerte abrazo de vuestro hermano que os quiere y no os olvida nunca".
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