"Gracias por sacarnos del infierno"

Los marineros del Alakrana prefirieron quedarse a bordo del barco en el que han pasado 47 d¨ªas secuestrados. Ten¨ªan una habitaci¨®n reservada en un hotel de lujo de Seychelles para reponerse antes de subir al avi¨®n de la Fuerza A¨¦rea Espa?ola en el que esta madrugada volver¨¢n a Espa?a, pero las mujeres de los marineros, que acababan de aterrizar en Victoria en ese mismo avi¨®n, insistieron en que prefer¨ªan quedarse en el barco.

El Alakrana atrac¨® a las seis de la ma?ana en el puerto de Seychelles. Fueron recibidos con un enorme aplauso. En el muelle aguardaban impacientes s¨®lo las esposas de los marineros gallegos porque los familiares de los vascos rechazaron el ofrecimiento del Gobierno de viajar a Seychelles en el avi¨®n de la Fuerza A¨¦rea. Tambi¨¦n esperaba la familia de Wilson, el ¨²nico miembro de la tripulaci¨®n natural de Seychelles. El patr¨®n, Ricardo Blach, respondi¨® en nombre de toda su tripulaci¨®n a las preguntas de los periodistas, pero sin soltar un instante a su hija, Cristina Blach. "Esto es un sue?o", explicaba. Un sue?o "despu¨¦s del infierno". El patr¨®n ha relatado su particular calvario con los piratas: "Nos han maltratado y a m¨ª al que m¨¢s. Como me ve¨ªan m¨¢s entero, me pegaban y me ataban para que me viniera abajo".

Aislado de la tripulaci¨®n

Blach pas¨® el secuestro aislado del resto de su tripulaci¨®n, ¨²nicamente al lado de su capit¨¢n, Iker Galbarriatu. No deb¨ªa estar en el Alakrana el dos de noviembre, cuando los piratas les sorprendieron con la red de pesca echada y sin posibilidad de escapar. Iba a retirarse hace tres a?os "por presiones de la familia", pero "como un favor al armador, que es muy joven, embarqu¨¦ por ¨²ltima vez". "Este ha sido mi ¨²ltimo viaje", ha aclarado. Blach ha explicado que varios marineros est¨¢n pensando en hacer lo mismo. "Hablan de buscar un trabajo en tierra, pero es en caliente. Tienen que meditarlo. Sigue valiendo la pena. En el Alakrana hay mucho pescado".

Silvia Albes y Pablo Costas se abrazaban, llorando los dos, mientras el resto de la tripulaci¨®n iba bajando del barco, cruz¨¢ndose ya con los marineros del relevo arrastrando sus maletas hasta el Alakrana. Los 47 d¨ªas de secuestro sin poder pescar han causado un grave perjuicio econ¨®mico y no hay tiempo que perder. El barco saldr¨¢ de nuevo a faenar en cinco o seis d¨ªas, pero ya con vigilantes privados y armas de guerra para tratar de disuadir a los piratas de volver a acercarse a ellos.

Wilson ha revelado que el cinco de noviembre, tan s¨®lo tres d¨ªas despu¨¦s del secuestro, los piratas les dijeron: "Hoy es el ¨²ltimo d¨ªa, podr¨¦is llamar a vuestras familias. Pero luego, algo se torci¨®". El marinero ha relatado que los piratas no se enfrentaron mucho a ellos, que estaban recluidos en el comedor, aunque o¨ªan como disparaban al aire todas las noches. "Fue peor para el patr¨®n". Tambi¨¦n ha aclarado que una vez liberados, supieron que los tres compa?eros a los que los piratas dijeron haber bajado a tierra amenazando con matarles si Espa?a no entregaba a sus dos secuaces encarcelados por la Audiencia Nacional, en realidad nunca hab¨ªan abandonado el Alakrana.

Agradecimientos

Blach quiso agradecer sus gestiones al Gobierno, a la Audiencia Nacional y al embajador espa?ol en Kenia, Nicol¨¢s Mart¨ªn Cinto "Nos han sacado del infierno". Mart¨ªn Cinto no ha acudido a recibir al atunero, al contrario que el a?o pasado, con el Playa de Bakio. S¨ª estaba el embajador espa?ol en Etiop¨ªa, Antonio S¨¢nchez-Benedito, representante tambi¨¦n en Seychelles. Desde Madrid ven¨ªan el secretario general del Mar, Juan Carlos Mart¨ªn Fragueiro, interlocutor con las familias de los secuestrados, y el secretario de Estado de Pol¨ªtica de Defensa, Luis Cuesta. Ambos se han mostrado sorprendidos del buen estado de los secuestrados. "Est¨¢n muy enteros", ha descrito Fragueiro.

El m¨¦dico y el psic¨®logo militares que viajaban con las familias en el avi¨®n de la Fuerza A¨¦rea han examinado a toda la tripulaci¨®n. Todos est¨¢n bien, incluido el marinero que sufri¨® un c¨®lico nefr¨ªtico durante el cautiverio y otro que padeci¨® una crisis nerviosa tan fuerte que hizo pensar a sus compa?eros que pod¨ªa ser una angina de pecho. Est¨¢n ya casi en casa. El avi¨®n de la Fuerza A¨¦rea que los trasladar¨¢ a Espa?a ha despegado ya, har¨¢ una escala en Luxor para reponer combustible y llegar¨¢ a Madrid hacia las ocho de la ma?ana de este s¨¢bado. La fragata Canarias volver¨¢ a la zona de pesca para proteger a los atuneros en cuatro d¨ªas, y el Alakrana, est¨¢ ya casi listo para volver a faenar en menos de una semana. Ya han perdido mucho tiempo.

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