Un ejemplo de persona, de profesor y de pol¨ªtico
La vida de Jordi Sol¨¦ Tura ha sido siempre dura, llena de sacrificios y de esfuerzos personales. Era de una familia modesta y empez¨® su actividad como trabajador manual, como panadero. Con mucho esfuerzo, siendo ya mayor, empez¨® el Bachillerato, luego la carrera de Derecho y por fin la funci¨®n universitaria. Lleg¨® a ser catedr¨¢tico de Derecho Constitucional en edad madura y fue decano de la Facultad de Derecho de Barcelona. En pol¨ªtica empez¨® con los comunistas catalanes y en esa condici¨®n fue elegido diputado en las primeras elecciones de 1977. Como especialista form¨® parte de la ponencia constitucional en representaci¨®n del Grupo Comunista.
Le hab¨ªa conocido antes, pero fue en ese tiempo cuando nuestra relaci¨®n fue m¨¢s continua y profunda. Represent¨® uno de los ponentes junto con Miquel Roca y conmigo del sector progresista que redact¨® el primer texto de la Constituci¨®n desde agosto del 77 a diciembre del mismo a?o. En ese periodo Jordi Sol¨¦ Tura puso de relieve su buen hacer, su gran formaci¨®n, su sentido com¨²n, su realismo y su moderaci¨®n. Hizo posible junto con nuestro esfuerzo y la buena voluntad de los dem¨¢s que el texto de la ponencia resultase abierto, progresivo y lleno de posibilidades para un desarrollo profundo de la democracia despu¨¦s de los negros a?os de la dictadura. Su flexibilidad le permiti¨® integrar su postura con otras y llegar a acuerdos fruct¨ªferos y aceptables para todos. Ten¨ªa una oratoria s¨®lida, de trabajador incansable y con propuestas siempre pensando en los acuerdos y en el desarrollo de ideas integradoras. Su verbo f¨¢cil, contundente y adecuado brill¨® en los debates, en las comisiones y en el pleno. Despu¨¦s de la Constituci¨®n sigui¨® ejerciendo con maestr¨ªa y con sencillez su papel de diputado y cuando pas¨® del Partido Comunista al Partido Socialista fue un excelente ministro de Cultura a partir de 1991 en el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez.
Su hombr¨ªa de bien, su sencillez, su tolerancia, su respeto a todas las posiciones le hicieron siempre acreedor a la consideraci¨®n de todos. Era una persona buena, inteligente, un patriota constitucional y un hombre de progreso. Nunca olvidaremos sus amigos y compa?eros su gran aportaci¨®n al desarrollo democr¨¢tico de nuestro pa¨ªs.
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