Francia condena en rebeld¨ªa a Josu Ternera a cinco a?os de c¨¢rcel

El Tribunal Correccional de Par¨ªs ha condenado hoy al hist¨®rico y fugitivo dirigente de ETA Jos¨¦ Antonio Urrutikoetxea, alias Josu Ternera, a cinco a?os de prisi¨®n y a su hijo Egoitz a cuatro a?os, por pertenencia a asociaci¨®n de malhechores. Los dos fueron juzgados y condenados en rebeld¨ªa -una pr¨¢ctica prohibida en Espa?a-, al encontrarse en paradero desconocido desde hace siete a?os. La acusaci¨®n hab¨ªa solicitado siete a?os de c¨¢rcel para el veterano dirigente etarra por hechos cometidos entre 2002 y 2005, y cuatro a?os para su hijo por hechos que se remontan a 2005.

La sentencia dictada hoy tambi¨¦n recoge la petici¨®n de la representante del Ministerio P¨²blico en torno a la expulsi¨®n definitiva de territorio franc¨¦s de Josu Ternera una vez haya concluido el cumplimiento de su condena, as¨ª como al mantenimiento de la orden de arresto europea emitida en su contra. En cuanto a su hijo, se mantiene efectiva la orden de arresto europea contra ¨¦l, pero no se ha contemplado su expulsi¨®n de Francia porque tiene la nacionalidad francesa. Durante el juicio, celebrado el pasado 19 de noviembre, la fiscal Catherine Sorita-Minard subray¨® que se considera probado que Ternera particip¨® en "actividades en beneficio de ETA" entre 2002 y 2005 y mantuvo contactos con los que entonces dirig¨ªan la organizaci¨®n.

"Sigui¨® el camino de su padre"

Sus huellas se hallaron en apartamentos clandestinos utilizados por activistas y responsables de la banda armada, as¨ª como en diversa documentci¨®n de car¨¢cter pol¨ªtico sobre ETA. Como ejemplo, se encontr¨® su ADN en la cama de un apartamento en el que hab¨ªa estado residiendo Pedro Esquisabel Urtuzaga, Xerpa, considerado entonces jefe del aparato internacional de ETA. En ese mismo apartamento, las fuerzas de seguridad hallaron tambi¨¦n huellas de su hijo en una toalla que hab¨ªa usado otro de los miembros de la banda, Jos¨¦ Manuel Ugartemendia Isasa, detenido en 2005 junto a Esquisabel. El rastro de Egoitz, quien seg¨²n la fiscal "sigui¨® el camino de su padre" desde muy joven, se constat¨® asimismo en un veh¨ªculo utilizado por Esquisabel, concretamente en un mapa de carreteras que hab¨ªa en su interior y en varios documentos.

Huido desde oto?o de 2003, el joven ya fue condenado en rebeld¨ªa a cuatro a?os de prisi¨®n en julio de 2007 y a dos a?os en noviembre pasado. En cuanto a Josu Ternera, permanece en paradero desconocido desde hace siete a?os, periodo durante el cual no ha dejado de especularse sobre sus supuestos problemas graves de salud o su posible retorno a la direcci¨®n de la banda armada. Las elucubraciones cobraron fuerza el pasado mes de abril cuando varios medios de comunicaci¨®n publicaron que el hist¨®rico etarra, que este a?o cumplir¨¢ los 60, hab¨ªa asumido las riendas de una organizaci¨®n terrorista muy debilitada, tras los sucesivos golpes de las fuerzas de seguridad espa?olas y galas contra sus dirigentes.

No obstante, sigue sin haber ninguna pista concreta sobre su paradero desde noviembre de 2002, cuando no compareci¨® ante el Tribunal Supremo, que le hab¨ªa citado para comunicarle su imputaci¨®n por un atentado de ETA en 1987. Con tan s¨®lo 20 a?os, Ternera ingres¨® en 1970 en las filas de la banda armada y, una d¨¦cada despu¨¦s, ascendi¨® a la direcci¨®n. En 1984 se convirti¨® en n¨²mero dos de la organizaci¨®n tras la detenci¨®n en Francia de Eugenio Etxebeste, Antxon. Despu¨¦s de ser arrestado en 1989 en Bayona (Francia), fue condenado a diez a?os de prisi¨®n por pertenencia a banda armada. En 1996 fue entregado a Espa?a y permaneci¨® en prisi¨®n preventiva hasta 2000, cuando sali¨® en libertad sin cargos.

Previamente, en 1998 hab¨ªa sido designado parlamentario vasco por Euskal Herritarrok, cargo para el que fue reelegido en 2001. Ese mismo a?o, el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garz¨®n le proces¨® como responsable de la asociaci¨®n Ekin y en 2002, a?o en el que huy¨® de nuevo de la justicia, fue imputado como presunto inductor del atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, en el que murieron once personas, entre ellas cinco ni?os.