El mal uso de un bote de humo dej¨® sin test¨ªculos a un detenido por los Mossos
Un perito judicial considera inapropiado que la polic¨ªa lanzara una granada aturdidora dentro de un coche. El artefacto est¨¢ dise?ado para espacios abiertos
Los test¨ªculos de Jos¨¦ Antonio Coscol¨ªn quedaron destrozados cuando una granada de aturdimiento lanzada por los Mossos d'Esquadra estall¨® en su entrepierna. El 4 de noviembre de 2008, Coscol¨ªn viajaba en un todoterreno Porsche Cayenne cuando fue abordado por la polic¨ªa como sospechoso de emplear m¨¦todos brutales contra morosos.
Pero seg¨²n concluye ahora el informe pericial encargado por el juzgado de Gav¨¤ que investiga, s¨ª hubo errores en la actuaci¨®n policial: ese artefacto no puede utilizarse contra personas porque se corre el riesgo de producir heridas, y menos a¨²n en un espacio cerrado y peque?o como un coche.
El informe independiente detalla que la granada, que utiliza el Grupo Especial de Intervenci¨®n (GEI) de los Mossos, emite tal cantidad de ruido y luz que aturde al supuesto delincuente y permite a los polic¨ªas inmovilizarlo con seguridad. Pero la explosi¨®n del artefacto hace que "no sea su prop¨®sito dirigirlo a las personas ni tejidos", ya que "puede causar incendio tras la explosi¨®n y heridas serias a las personas. Su uso preferente es la "disuasi¨®n de grupos descontrolados, liberaci¨®n de rehenes al aire libre o en amplios espacios".
"A la vista de los componentes y efectos, parece l¨®gico", prosigue el perito, que el artefacto "no debe ser usado en recintos de escaso volumen (...) ya que la concentraci¨®n de gases t¨®xicos aumenta notablemente". El afectado por una de estas armas no letales, adem¨¢s, puede sufrir "irritaci¨®n".
El caso est¨¢ en fase de instrucci¨®n y un sargento y un agente de los Mossos est¨¢n imputados por las heridas que sufri¨® Coscol¨ªn, seg¨²n confirm¨® la abogada de ¨¦ste, Susana S¨¢nchez.
Seg¨²n el informe aportado por su defensa, no estaba previsto que el artefacto causara lesiones. Aunque lo cierto es que, seg¨²n recoge el parte m¨¦dico, el hombre perdi¨® un test¨ªculo y el 75% del otro, y su mano derecha qued¨® quemada. ?Por qu¨¦? Seg¨²n el informe pericial, "sin duda la v¨ªctima intent¨® separar con la mano derecha el objeto lanzado en el preciso momento que este explosiona, desprendiendo temperatura, por lo que produce quemaduras".
El informe que defiende la actuaci¨®n de los mossos abunda en esa misma explicaci¨®n y detalla que, al coger el artefacto con sus manos, Coscol¨ªn "obstruy¨® los orificios de la parte superior". Se produjo entonces una "sobrepresi¨®n" en la parte inferior del bote de humo, por donde salieron los gases. El problema es que ¨¦stos estaban en contacto con la zona testicular. El mismo documento insiste en que no hubo mala praxis por parte de los Mossos, sino que las heridas del sospechoso fueron consecuencia de un "accidente" en el que se produjo "la conjunci¨®n de una serie de elementos imprevisibles". Entre ellos, precisamente, que Coscol¨ªn cogiera el artefacto con sus manos.
La pol¨¦mica intervenci¨®n policial se produjo en el paseo de la Ribera de Castelldefels. Dos veh¨ªculos policiales se interpusieron en el camino que realizaban, a bordo del Porsche Cayenne, Coscol¨ªn ?que iba en el asiento del copiloto? y Daniel Esteve, que conduc¨ªa el veh¨ªculo y es el responsable de la empresa Morosos BCN, que utilizaba supuestamente m¨¦todos delictivos en el cobro de deudas. Ambos est¨¢n imputados por presuntos delitos de extorsi¨®n y asociaci¨®n il¨ªcita en un proceso penal que sigue su propio curso.
Seg¨²n la exposici¨®n de los hechos efectuada por los agentes ?aunque hay algunas contradicciones en sus declaraciones en el juzgado?, el coche se par¨®, dos agentes se acercaron por la parte delantera del veh¨ªculo y dieron instrucciones a los ocupantes para que levantasen las manos. ?stos no abandonaron el coche, aunque Coscol¨ªn declar¨® que ¨¦l y su jefe s¨ª levantaron las manos. Sea como fuere, otros agentes se aproximaron por la parte trasera y trataron de abrir las puertas. ?stas estaban cerradas y los mossos decidieron romper los cristales de las ventanillas.
Aqu¨ª aparece otro de los puntos en discordia. Seg¨²n los Mossos, al romper el vidrio el conductor reanud¨® la marcha del coche. Los detenidos lo niegan y tambi¨¦n hay contradicciones en este punto entre lo que explican los distintos mossos que acudieron al juzgado como testigos.
Real o imaginaria, la maniobra del conductor llev¨® a los Mossos a elevar la intensidad de la operaci¨®n y a lanzar la granada aturdidora para "generar desconcierto". Su uso estaba, pues, "protocolizado" y justificado, seg¨²n la defensa de los agentes. El artefacto "fue lanzado al interior del veh¨ªculo en direcci¨®n al salpicadero, en ning¨²n caso directamente contra sus ocupantes". ?C¨®mo lleg¨® a la entrepierna de Coscol¨ªn? "Supuestamente, rebot¨® y fue a caer entre las piernas del copiloto", siempre seg¨²n el estudio de parte.
El afectado tiene otra versi¨®n. Seg¨²n lo que declar¨® en el juzgado, el agente "lanz¨® la granada a muy corta distancia" y la dej¨® caer sobre ¨¦l. Despu¨¦s, intent¨® sac¨¢rsela de encima, pero no hizo ning¨²n gesto para obstruir el artefacto ni cerr¨® las piernas. Coscol¨ªn denunci¨®, adem¨¢s, que los agentes le golpearon al salir del coche.
Granadas con menos potencia para entrenar
El Grupo Especial de Intervenci¨®n (GEI) de los Mossos se cre¨® en 1989 para actuar en situaciones de alto riesgo. Lo hacen a petici¨®n de otra unidad. En el caso de Coscol¨ªn, fue a requerimiento de la de Secuestros y Extorsiones, que investigaba a un grupo (del que supuestamente formaba parte Coscol¨ªn) dedicado a cobrar deudas con m¨¦todos brutales, que inclu¨ªan amenazas y palizas, seg¨²n la polic¨ªa.
Los agentes prepararon la detenci¨®n del supuesto responsable de la empresa, el conductor del Porsche ?la de Coscol¨ªn no se organiz¨® hasta esa misma ma?ana?, con la informaci¨®n de que los ocupantes eran peligrosos y pod¨ªan ir armados. Los miembros de los GEI reciben formaci¨®n estricta y estudian minuciosamente cada actuaci¨®n.
El informe pericial encargado por la defensa cita el protocolo de actuaci¨®n de los GEI, que s¨ª prev¨¦ el uso de granadas de aturdimiento espacios cerrados, como "veh¨ªculos o habitaciones peque?as". En estos casos, recuerda, hay que escoger el tipo de carga. Seg¨²n el mismo informe, en la detenci¨®n de Coscol¨ªn se us¨® la de menor carga pirot¨¦cnica, que el GEI usa habitualmente en los entrenamientos.
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