Las relaciones entre Espa?a y Cuba, una historia de amores y desamores
El Ejecutivo ha dado una gran vuelta diplom¨¢tica en las relaciones, pasando del "desamor" con Aznar al "amor" con Zapatero
El viaje que inicia hoy el ministro de Exteriores Miguel ?ngel Moratinos a Cuba para apoyar el di¨¢logo entre la Iglesia y el Gobierno de Ra¨²l Castro para la liberaci¨®n de disidentes y allanar el camino de los cambios en la isla es un eslab¨®n m¨¢s en la cadena de esfuerzos diplom¨¢ticos que Espa?a est¨¢ desarrollando en los ¨²ltimos a?os para favorecer la apertura democr¨¢tica en la isla. Seg¨²n Moratinos, la pol¨ªtica del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero no es de corto plazo, y tiene como objetivo velar por los intereses espa?oles en Cuba y en Latinoam¨¦rica en general. Es que de una pol¨ªtica de aislamiento llevada adelante por el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, el Ejecutivo de Zapatero ha dado una gran vuelta diplom¨¢tica en las relaciones, pasando del "desamor" con Aznar al "amor" con Zapatero.
Sin duda, las relaciones entre La Habana y Madrid durante el Gobierno de Aznar fueron las m¨¢s tensas en la historia reciente de ambos pa¨ªses. Entre la guerra de declaraciones, expulsiones de pol¨ªticos y diplom¨¢ticos, incluido la negaci¨®n del "placet" al nuevo embajador espa?ol; Jos¨¦ Cordech, en la isla, desde 1996 hasta 2003 La Habana y Madrid vivieron sus momentos m¨¢s cr¨ªticos hasta la llegada de Zapatero, cuando comenz¨® la distensi¨®n. Espa?a se convirti¨® entonces en el principal defensor de Cuba en los foros internacionales.
No se han olvidado las duras declaraciones de Fidel Castro contra Aznar, a quien calific¨® de "personaje de estirpe e ideolog¨ªa fascista" ni la campa?a de l¨ªnea dura que desarroll¨® en 1996 el gobierno del ex presidente para forzar el cambio pol¨ªtico en Cuba. Ese mismo a?o, el plan espa?ol contra el Gobierno de Fidel Castro fue adoptado por la Uni¨®n Europea pero en su versi¨®n m¨¢s suave, y se cre¨® la Posici¨®n Com¨²n hacia Cuba que se revisa peri¨®dicamente. Aznar se opuso a que se programara un viaje oficial de los reyes a Cuba en 1998, coincidiendo con el centenario de la Independencia, y de entonces su celebre frase de que "el rey viajar¨¢ a Cuba cuando toque". Finalmente, Don Juan Carlos y Do?a Sof¨ªa visitaron La Habana en el marco de la Cumbre Iberoamericana, visita que no tuvo car¨¢cter oficial.
La detenci¨®n y condena de 75 disidentes a importantes penas en juicios sumar¨ªsimos en marzo de 2003 y el fusilamiento d¨ªas despu¨¦s de tres cubanos por el secuestro de una embarcaci¨®n llev¨® a la condena y el endurecimiento de las relaciones con el Gobierno y un acercamiento a la disidencia. Con la llegada de Zapatero en abril de 2004 la situaci¨®n comenz¨® a invertirse. Bajo el ala del nuevo Gobierno socialista, la diplomacia espa?ola comenz¨® a revertir la posici¨®n de presi¨®n de Aznar en la UE con la propuesta de que comenzaran a suavizarse las sanciones. La ofensiva diplom¨¢tica tuvo ¨¦xito y Cuba restableci¨® contactos con los pa¨ªses de la UE a comienzos de 2005, cuando el bloque suspendi¨® la aplicaci¨®n de sanciones pol¨ªticas y despu¨¦s las elimin¨® definitivamente. El reemplazo en el poder de Fidel por su hermano Ra¨²l abri¨® tambi¨¦n otra puerta a la labor de Moratinos, quien llev¨® adelante los planes para el restablecimiento de los proyectos de cooperaci¨®n, reuniones sobre los derechos humanos y los presos pol¨ªticos. En octubre de 2009, en su segunda visita a la isla, se dieron por normalizadas las relaciones bilaterales. De aqu¨ª parti¨® la idea de que durante la presidencia espa?ola de la UE en el primer semestre de 2010, se trabajar¨ªa por una "nueva posici¨®n com¨²n". Las labores se vieron ensombrecidas por la muerte en febrero del disidente cubano Orlando Zapata tras 85 d¨ªas en huelga de hambre, hecho duramente condenado por el bloque y que a la postre complic¨® la iniciativa de apertura hacia el r¨¦gimen castrista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.