Trabajar en el ojo del hurac¨¢n

Patxi ?lvarez y Jon Durana, bilba¨ªnos, aclaran, antes siquiera de realizada la primera pregunta, que no saben a qu¨¦ podr¨¢n contestar, "hemos firmado un mont¨®n de contratos de confidencialidad", puntualizan. Ellos, primer oficial de M¨¢quinas y primer oficial de Puente, respectivamente, han trabajado en las labores de paralizaci¨®n del vertido de British Petroleum (BP) en el Golfo de M¨¦xico (EE UU). Su barco, especializado en la construcci¨®n marina off shore y propiedad de una empresa noruega, fue contratado por la petrolera. Al principio captaron im¨¢genes de la fuga y luego se encargaron de la colocaci¨®n de mangueras y tuber¨ªas para la extracci¨®n del crudo.

El vertido fue finalmente controlado el pasado jueves, desde que el 20 abril una explosi¨®n, cuyas causas a¨²n se desconocen, hundiese una plataforma petrol¨ªfera y se vertiesen millones de litros de crudo al mar. Tanto ?lvarez como Durana se?alan que a pesar de las cr¨ªticas contra BP, y sin olvidar que se trata de una cat¨¢strofe ecol¨®gica, la compa?¨ªa ha hecho todo lo que estaba en su mano para controlar la situaci¨®n. "S¨®lo en la zona central del vertido est¨¢bamos 50 barcos", asegura ?lvarez, "m¨¢s otros 200 en las inmediaciones. Y esto s¨®lo los contratados por BP, a los que habr¨ªa que sumar los del Gobierno estadounidense".

El principal escollo al que se han enfrentado ha sido la profundidad

"Hab¨ªa en la zona central 50 barcos y otros 200 en las inmediaciones"

El principal escollo que han debido sortear ha sido la profundidad. Las soluciones planteadas por BP como la colocaci¨®n de una campana de contenci¨®n ya hab¨ªan sido probadas con anterioridad y con ¨¦xito pero, seg¨²n ?lvarez, "siempre a menor profundidad". "Es muy dif¨ªcil colocar un tap¨®n a 1.500 metros de profundidad por la variaci¨®n de la presi¨®n y es muy dif¨ªcil reconducir el vertido", enumera Durana.

Aunque nunca se hubiesen enfrentado a una cat¨¢strofe de semejantes caracter¨ªsticas, no es la primera vez que trabajan en un escenario centro de la actualidad. Su barco, y exceptuando trabajos puntuales y espor¨¢dicos en Noruega, Canad¨¢ o Brasil, lleva pr¨¢cticamente desde 2005 en el Golfo de M¨¦xico. All¨ª llegaron tras el paso del hurac¨¢n Katrina para la reconstrucci¨®n o reflote de plataformas petrol¨ªferas hundidas. Pero la "frustraci¨®n" caracteriza las tareas realizadas hasta ahora, como indica ?lvarez. "Es un trabajo desesperante; no es ni bonito, ni agradable. S¨®lo ves contaminaci¨®n, lo que puede llegar hacer, y los olores resultan muy desagradables", dice.

El primer oficial de M¨¢quinas a?ade que el vertido tendr¨¢ una consecuencia clara: el cambio de la normativa. "Tendr¨¢n que endurecer y bastante los requisitos m¨ªnimos para la construcci¨®n de plataformas" y es que, aunque las instalaciones de BP tuviesen todo en regla, el marinero destaca que en la Uni¨®n Europea las exigencias son mayores. "En Noruega se puede comer en el suelo de una refiner¨ªa mientras que en Estados Unidos resulta todo un poco chabacano", ilustra.