Los que no estamos en crisis
Este pa¨ªs est¨¢ lleno de gente muy valiosa y de uno u otro modo, a pesar de las injusticias, saldremos adelante
Despu¨¦s de leer muchas de las historias que se est¨¢n publicando, creo que me puedo considerar muy afortunada. No tengo un trabajo estable, pero hago lo que me gusta, vivo fuera de la casa de mis padres desde los 18 y soy independiente econ¨®micamente desde los 24. Hace un a?o me cas¨¦, y ahora, con 30 a?os, tengo un piso alquilado con mi marido en el centro de Madrid, y muchos planes... Pero no soy ajena a las preocupaciones de los j¨®venes de mi generaci¨®n, puesto que la idea de tener un puesto de trabajo fijo es, para nosotros, tambi¨¦n inalcanzable.
Somos investigadores, los dos en el CSIC. Despu¨¦s de terminar dos licenciaturas en Par¨ªs (donde disfrut¨¦ de una beca Erasmus que quise prolongar durante tres a?os), me march¨¦ a hacer el doctorado en la Universidad Pompeu Fabra, en Barcelona, y all¨ª, con la ayuda de una beca de la Generalitat, realic¨¦ tambi¨¦n una tercera licenciatura. Entre medias, estancias de investigaci¨®n en Par¨ªs, Jerusal¨¦n y Roma. Cuando me doctor¨¦, en marzo de 2009, la crisis era ya una cruda realidad y tem¨ª que no encontrar¨ªa ninguna otra oportunidad. Me puse a buscar contratos postdoctorales hasta debajo de las piedras, me pasaba los d¨ªas redactando proyectos de investigaci¨®n y adaptando mi curr¨ªculum a los formatos de cada convocatoria. Mientras tanto, hac¨ªamos los preparativos de la boda, los dos sin trabajo, sin saber muy bien qu¨¦ ser¨ªa de nosotros, pero con la voluntad de seguir siempre adelante. Las primeras noticias no fueron buenas, pero un d¨ªa... ?son¨® la flauta!
Alguien renunci¨® a un contrato postoc de tres a?os en el CSIC, en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales, y yo era la siguiente suplente. Nos ten¨ªamos que mudar a Madrid. As¨ª que mi futuro marido, que estaba en el ¨²ltimo curso de la licenciatura en Matem¨¢ticas en Roma (hay pa¨ªses, como Italia, donde la situaci¨®n de los j¨®venes investigadores es todav¨ªa peor que la nuestra), se puso a buscar oportunidades para hacer el doctorado y de nuevo tuvimos suerte: una beca FPI, de cuatro a?os, en el centro de matem¨¢ticas del CSIC.
As¨ª que se puede decir que tenemos el futuro solucionado para los pr¨®ximos 2-3 a?os. ?Y despu¨¦s? Nadie sabe. El tiempo pasa y uno siente que siempre vuelve al mismo lugar. Cada vez que alg¨²n ministro dice algo sobre la pol¨ªtica de investigaci¨®n recorro sus palabras buscando alguna buena noticia para nosotros: ?carrera del investigador? ?Contratos indefinidos? Los recortes, sin embargo, no auguran nada bueno. No sabemos cu¨¢l ser¨¢ la situaci¨®n dentro de un tiempo, qu¨¦ habr¨¢ sido de la crisis y cu¨¢les ser¨¢n sus estragos. Y, sin embargo, queremos seguir adelante. Dentro de unos meses nos marchamos a Par¨ªs para una estancia de unos meses, nos planteamos tener familia, y sabemos que quiz¨¢ habr¨¢ momentos dif¨ªciles y mucha incertidumbre: ?pero acaso nos podemos quedar esperando a que se disipe el panorama?
Tenemos amigos en situaciones muy crudas. Gente valios¨ªsima en todos los sentidos, con unas ganas enormes de trabajar, y capaces de cambiar la sociedad con su entusiasmo, su conocimiento, su compromiso. Ellos siguen luchando por seguir adelante, con mayor o menor fortuna, igual que nosotros, igual que todos los que hab¨¦is contado vuestras historias. Leyendo el especial Preparados he sentido a la vez tristeza y energ¨ªa: tristeza por la cantidad de talento desperdiciado y por tanta frustraci¨®n; energ¨ªa porque veo que tenemos todav¨ªa fuerzas, que este pa¨ªs est¨¢ lleno de gente muy valiosa y que, de uno u otro modo, a pesar de las injusticias, saldremos adelante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.