?Vente pa' Alemania Pepe!
Emigrar, como hizo mi tata en los a?os 60, con el chorizo en la maleta pero cambiando la precariedad del tren de madera por Ryan Air, es la ¨²nica soluci¨®n que veo a este nuestro problema
Y quien dice Alemania dice Reino Unido, Dinamarca, Dubai o donde haga falta.
Para m¨ª en estos momentos emigrar (si, como hizo mi tata en los a?os 60, con el chorizo en la maleta pero cambiando la precariedad del tren de madera por Ryan Air) es la ¨²nica soluci¨®n que veo a este nuestro problema. Tienes estudios, muchos estudios, much¨ªsimos estudios, en toda tu familia no hay primo con m¨¢s m¨¢steres e idiomas que tu pero espejito espejito ?dime cual es la m¨¢s parada de todos los primos de mi familia? "Tu Rosal¨ªa, tu".
Cuando era peque?a ve¨ªa a mi abuela, una mujer que no lleg¨® a finalizar la escuela secundaria, mirar con orgullo a mis primos con sus brillantes carreras universitarias acabadas y ya con trabajo a los 27 (la edad que tengo yo ahora). As¨ª que ella dec¨ªa "Tu estudia y luego col¨®cate, col¨®cate bien y ya ver¨¢s". Y as¨ª yo crec¨ª pensando en que no me ir¨ªa mal en el futuro. Y si, es cierto, que en ning¨²n momento me ense?¨® nadie un contrato diciendo "Tu vida va a ser como esa, estudiar¨¢s mucho, empezar¨¢s como becaria y luego todo ir¨¢ bien". Eso no estaba escrito en ning¨²n sitio, pero parec¨ªa que era una ley inquebrantable de la sociedad, que si yo cumpl¨ªa con mi mitad del pacto (lo de dejarme los cuernos estudiando, etc etc) que luego la sociedad me dar¨ªa mi ansiada recompensa.
Pero la recompensa no llega, porque no existe, porque esa ley del estado del bienestar se acab¨® el d¨ªa que el castillo de naipes de la econom¨ªa espa?ola empez¨® a hacer aguas tras el tsunami mundial. Si, la recompensa (ojo, la recompensa es deslomarme y tener a cambio un salario digno, no rascarme las bowlings y que me llegue un cheque mensual de 10.000 ¡è) se ha desvanecido, no hay, puff, se esfum¨®, es como las pelis de hollywood que nos prometen al hombre ideal o una historia de amor de esas que te ponen los pelos de punta y te hacen pensar "venga, va, la esperanza es lo ¨²ltimo que se pierde".
Gracias a la inoperancia de unos, a la falta de colaboraci¨®n de otros, al desinter¨¦s general de los pol¨ªticos por nuestras vidas, a la de las empresas espa?olas por tratar a los trabajadores como personas, gracias a todo eso estamos hoy en d¨ªa como estamos. Frustrados, en crisis, pero en una crisis existencial de no saber para que narices nos meten en la universidad, nos permiten ir a estudiar fuera, hacer m¨¢sters del universo, formarnos y reformarnos cultivarnos a modo de grandes bonsais del conocimiento humano para luego dejarnos tirados en una esquina languideciendo y pensando en mi profesora de COU que de forma sarc¨¢stica y por desgracia premonitoria me cont¨® hace unos 10 a?os una cosa "chicos, si quer¨¦is tener trabajo os hab¨¦is equivocado de instituto, os deber¨ªais de ir al de FP porque yo tengo que esperar a que el fontanero venga a verme, pero si necesitase un licenciado en paro, para eso no tendr¨ªa que esperar mucho tiempo".
As¨ª que como la esperanza es lo ¨²ltimo que se pierde no la perderemos, lucharemos, co?o, lucharemos por tener un trabajo (lo de la hipoteca es mejor no pensarlo) y un trabajo en el que podamos utilizar nuestro cerebro y lo que hemos aprendido durante tantos a?os. Me niego a tirar mi cerebro a la basura, m¨¢xime cuando voy a trabajar hasta los 70 a?os. As¨ª que mi soluci¨®n es irme, lejos de mi tierra, de mi familia y de mis ra¨ªces. Me ir¨¦ y repetir¨¦ el viaje de tantos espa?oles que se marcharon a buscar una vida mejor, a salir del pueblo y de la miseria para poder comer. Yo huir¨¦ de la miseria tambi¨¦n, de la miseria humana de aquellos que cuando van al congreso de los diputados cada ma?ana no hacen nada para que los j¨®venes de su pa¨ªs (sus empleadores. porque nosotros les pagamos el sueldo a golpe de IVA) tengan una vida digna, un trabajo digno y un futuro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.