Pagar por ir a la guerra
Llevo casi tres a?os recorriendo las zonas m¨¢s peligrosas del planeta. He invertido todos mis ahorros, he pedido un cr¨¦dito... ?Qu¨¦ m¨¢s tengo que hacer para poder trabajar?
Mi historia es la de muchos alumnos que finalizan la carrera de periodismo en Espa?a y sue?an con poder conseguir el trabajo de sus sue?os. Todos, cuando salimos de la facultad, hacemos planes de futuro sobre el peri¨®dico, la televisi¨®n o la radio en la que trabajaremos. En la envidia que daremos a nuestros amigos cada vez que nuestro nombre aparezca firmando una noticia o lo orgullosos que se sentir¨¢n nuestros padres de su hijo periodista... Pero esos planes, esas ilusiones, esos sue?os se desvanecen.
A?os trabajando de becario, con un sueldo m¨ªsero- en los medios que creen oportuno abonar por tus servicios-, sin hora de salida, infumables fines de semana enclaustrado entre cuatro paredes... Somos periodistas; y sabes qu¨¦ sacrificios conlleva nuestra profesi¨®n. Por eso la elegimos, por eso la amamos, por eso estamos orgullos de ser lo que somos. Pero lo que nadie, nunca, nos dijo fue que el estatus de 'becario' ser¨ªa nuestra ¨²nica experiencia en los medios de comunicaci¨®n y que cuando nuestra beca expirase con ella lo har¨ªan tambi¨¦n nuestras ilusiones. Nadie puede ser becario eternamente...
Pero yo no me rend¨ª. A pesar de que se me cerraron todas las puertas. A pesar de trabajar como becario durante m¨¢s de dos a?os. No, mi sue?o por ser periodista fue mayor que la realidad; una realidad que me resist¨ªa a asumir con la cabeza baja. Mis padres me han ense?ado a luchar, que la vida nunca regala nada y menos a gente como nosotros; por eso... Desafiando consejos y dando un terrible disgusto a mis padres el 29 de enero de 2008 cog¨ª un avi¨®n rumbo a Bagdad.
S¨ª. Mi sue?o me empuj¨® a convertirme en corresponsal en zona de conflicto. Con 25 a?os desembarqu¨¦ en una de las ciudades m¨¢s peligrosas del mundo buscando un sue?o. Convertirme en un gran periodista. Pens¨¦ que si viajaba a zonas en guerra, si me esforzaba por hacer que mi trabajo tuviese un eco medi¨¢tico, por crecer profesionalmente y madurar como persona ese trabajo que tanto ansiaba acabar¨ªa llamando a mi puerta. Iluso de m¨ª...
Despu¨¦s de Irak vinieron L¨ªbano, Pakist¨¢n, Cuba y Egipto. Pero all¨ª tampoco encontr¨¦ ese ansiado trabajo. Lo ¨²nico que encontr¨¦ fueron muchas palmaditas en la espalda. Muchas alabanzas por mi trabajo y un par de gracias por firmar cr¨®nicas (escritas y en televisi¨®n) por unos m¨ªseros euros a pesar de que hab¨ªa puesto mi vida en peligro m¨¢s de una vez. La desesperanza me invadi¨®. Pens¨¦ en mandarlo todo a paseo y acabar como reponedor en alg¨²n gran almac¨¦n y guardarme mis historias para cont¨¢rselas alg¨²n d¨ªa a mis nietos.
Todos los sue?os tienen un l¨ªmite y yo cre¨ªa que el m¨ªo hab¨ªa sido rebasado con creces. Una cosa es trabajar de becario gratis y otra muy distinta pedir un cr¨¦dito para poder ir a la guerra en busca de un sue?o o de una oportunidad que nunca llegaba. Entonces me invadi¨® un dilema. ?Sigo o me rindo? Si me rindo ser¨¦ uno m¨¢s. Uno que decidi¨® abandonar sin luchar hasta acabar agotado...
Por eso apost¨¦ y lo hice fuerte. M¨¢s fuerte que nunca. Despu¨¦s de Irak y Pakist¨¢n ?a d¨®nde ir? ?D¨®nde podr¨ªa demostrar lo bueno que soy? La respuesta surgi¨® sola: Afganist¨¢n. Habl¨¦ con varios medios con los que sol¨ªa colaborar y todos me dijeron lo mismo; "vete y ya veremos lo que traes; y si es bueno pues te lo compramos". Me segu¨ª moviendo para buscar m¨¢s apoyos y consegu¨ª que me dieran un Blog en uno de los peri¨®dicos de tirada nacional de Espa?a pero, siempre hay un pero, "por culpa de la crisis no te podemos dar ni un euro... Ya sabes la publicidad nos ha matado". Un nuevo dilema ?merece la pena currar gratis? ?Jugarte la vida por escribir gratis para un peri¨®dico de tirada nacional? Hasta ese momento pens¨¦ que s¨ª...
Un 20 de febrero de 2010 aterric¨¦ en la ciudad de Kabul. Una ciudad de tonos grises que esperaba que no fuese premonitorio a lo que me esperaba. En total fueron m¨¢s de 40 d¨ªas en el pa¨ªs afgano. Recorri¨¦ndolo de cabo a rabo. Desde Herat hasta Kabul, pasando por Kandahar, Helmand, Bamiy¨¢n (donde los Budas gigantes) y Marjah (siendo el primer espa?ol que visitaba la zona despu¨¦s de la ofensiva lanzada por la OTAN en febrero de ese mismo a?o). Parec¨ªa que las cosas me iban bien.
Gracias al blog apalabr¨¦ un libro (que sale publicado en un par de semanas), publiqu¨¦ varios art¨ªculos e incluso abr¨ª la nueva temporada del programa "30 Minutos" de Telemadrid con un reportaje m¨ªo sobre Afganist¨¢n. Era tal mi excitaci¨®n que en julio me volv¨ª a marchar; esta vez a Kandahar y Helmand para pasar un mes con las tropas de ISAF. All¨ª acab¨¦ por labrarme un peque?o nombre entre el mundo de los corresponsales en zonas de conflicto. Los compa?eros alababan mi trabajo. Todo eran buenas palabras...
Pero hasta ah¨ª. Nadie. Absolutamente nadie quiso apostar por m¨ª. Nadie llam¨® a mi puerta para decirme; "Chaval, ?quieres trabajar con nosotros?". Lo M¨¢s parecido fue un piropo que me lanz¨® un director de un programa de televisi¨®n nacional que le dijo al director adjunto de informativos "Javi, este chico es un buen fichaje". Una sonrisita; y a casa...
Llevo casi tres a?os recorriendo las zonas m¨¢s peligrosas del planeta. He invertido todos mis ahorros, he pedido un cr¨¦dito... ?Qu¨¦ m¨¢s tengo que hacer para poder trabajar? Cada vez que me lo planteo se esboza una sonrisa en mi rostro y niego con la cabeza. Si sigo es porque amo esta profesi¨®n con todas mis fuerzas; porque me encanta que mis cr¨®nicas acerquen la realidad de un mundo que tambi¨¦n existe a otras personas. Pero... nada m¨¢s. No tengo recompensa m¨¢s que la m¨ªa propia. ?Hasta cu¨¢ndo? Es una pregunta que desconozco, pero no creo que pueda aguantar mucho m¨¢s. Tengo 28 a?os, vivo con mis padres, no tengo absolutamente nada... ?Hasta cu¨¢ndo? No lo s¨¦ pero no creo que aguante mucho m¨¢s. Porque me he dado cuenta que los m¨¦ritos propios no sirven de nada, que los curr¨ªculos no los lee nadie. Es una triste realidad que empa?a una de las profesiones m¨¢s bonitas del mundo.
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