Volver a casa y trabajar en lo m¨ªo: opciones incompatibles
Tengo 25 a?os y nunca he cotizado en la Seguridad Social espa?ola. Soy una de esas j¨®venes exiliadas en un pa¨ªs que no es el suyo
Tengo 25 a?os y nunca he cotizado en la Seguridad Social espa?ola. Soy una de esas j¨®venes exiliadas en un pa¨ªs que no es el suyo. Una m¨¢s de esos profesionales que est¨¢ deseando volver a casa y no puede. Vine a Canad¨¢ hace tres a?os, en principio con la ¨²nica intenci¨®n de estudiar un m¨¢ster en Conservaci¨®n de bosques. Antes de eso, estudi¨¦ una licenciatura en Ciencias Ambientales. Con esto creo que queda claro que mi objetivo profesional es poder trabajar en la conservaci¨®n y mejora de nuestro medio ambiente. Sin embargo, tras la finalizaci¨®n de mi m¨¢ster, me di cuenta de que volver a casa y trabajar en lo m¨ªo eran opciones incompatibles. Con la crisis, el medio ambiente ha quedado relegado a un tercer plano, si es que a¨²n est¨¢ considerado en alg¨²n lado. La oferta de trabajo es m¨ªnima, y la cantidad de licenciados tratando de trabajar en el sector aumenta cada a?o. Porque somos muchos los que queremos mejorar el medio en el que vivimos, aunque no se nos vea. Y por desgracia, el sector ambiental no est¨¢ lo suficientemente profesionalizado en Espa?a, al menos en comparaci¨®n con otros pa¨ªses. La mayor parte de los puestos ofertados son como gestor integrado de medio ambiente, calidad y prevenci¨®n de riesgos laborales, en los cuales se hace m¨¢s de lo ¨²ltimo que de lo primero. Y las ONG's, que en muchos casos son las ¨²nicas que parecen preocuparse por el medio ambiente en Espa?a, no tienen la financiaci¨®n necesaria para contratar t¨¦cnicos.
As¨ª que me he resignado a quedarme en Canad¨¢, con la esperanza de adquirir la experiencia suficiente para alg¨²n d¨ªa poder volver a Europa (el volver a Espa?a lo doy casi por imposible, dada la situaci¨®n). Porque aqu¨ª puedo trabajar en el sector ambiental sin pasarme meses y meses en paro. La sociedad est¨¢ m¨¢s concienciada y, por lo tanto, demanda profesionales en la protecci¨®n del medio ambiente. Y adem¨¢s, la empresa privada da fondos a ONG's para desarrollar proyectos sociales y ambientales, siguiendo el principio de responsabilidad social corporativa, un concepto desconocido para la mayor parte de las empresas espa?olas que poco o nada hacen por revertir a la sociedad parte de las ganancias que obtienen. Porque aqu¨ª puedes poner en tu curriculum que has trabajado o participado como voluntario para una ONG, sin miedo a que te tachen de ecologista radical en vez de verte c¨®mo un profesional en el sector ambiental, independientemente del "bando" en el que hayas adquirido tu experiencia. Porque aqu¨ª se entiende m¨¢s de habilidades (skills) que de t¨ªtulos. Y desde luego, porque aqu¨ª se te valora por tu trabajo y esfuerzos, no por ser hijo o amigo de. Y mientras esas cosas no cambien en Espa?a, creo que me va a ser dif¨ªcil volver, como a muchos otros.
Veo esta crisis no s¨®lo como un grave problema socio-econ¨®mico, sino como una oportunidad perdida. Una oportunidad para cambiar el sistema econ¨®mico establecido, un sistema da?ino tanto para nuestro bienestar como para la calidad ambiental. En vez de ver esta crisis como la prueba evidente de que el modelo capitalista no funciona y aprovechar la situaci¨®n para cambiarlo por un modelo m¨¢s sostenible, tanto ambiental como socialmente, los gobiernos han decidido instaurar el capitalismo con mano dura. Ahora la precariedad es m¨¢s precaria, y cada vez veo m¨¢s dif¨ªcil el poder volver a mi pa¨ªs. Y lo que m¨¢s me entristece es que nadie hace nada, o dice nada. El mayor problema que tenemos (o tienen) muchos j¨®venes de hoy es la desidia, el pasotismo. Nos olvidamos (o nunca nos ense?aron) de que vivimos en una democracia, de que, al menos de momento, tenemos voz y voto. Y sin embargo nos resignamos, nos quedamos en el "es lo que hay" y no exigimos m¨¢s. Nos quedamos parados. No nos involucramos en hacer un cambio, el cambio que necesitamos y que los pol¨ªticos que tenemos, que poco o nada viven la crisis en su propia piel, no llevar¨¢n a cabo. Especialmente cuando saben que nadie se va a quejar. Y cuando se nos da la oportunidad, como en la pasada huelga, pasamos. No nos informamos, y no somos cr¨ªticos con la informaci¨®n que recibimos. No hacemos llegar nuestra voz, y en muchos casos, tampoco nuestro voto (en mi caso, no porque no quiera, sino porque al parecer si vives fuera no tienes derecho a votar como cualquier otro espa?ol, aunque hayas hecho todos los tr¨¢mites necesarios). Siempre se ha dicho que los j¨®venes somos el futuro. Sin embargo otros est¨¢n eligiendo nuestro futuro por nosotros. Un futuro que no queremos y que a¨²n podemos cambiar si reaccionamos a tiempo.
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