El presidente de honor de Esquerra reclama la dimisi¨®n de Puigcerc¨®s

Joan Puigcerc¨®s no ha tenido un d¨ªa tranquilo desde que sufri¨® un severo batacazo en las elecciones auton¨®micas como candidato de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Cada d¨ªa se han ido sumando voces que, en p¨²blico y en privado, le exigen la dimisi¨®n. Ayer tuvo una petici¨®n especialmente simb¨®lica: el presidente de honor de ERC, Jordi Carbonell, exigi¨® que tomara un camino similar a los elegidos por Ernest Benach, presidente del Parlament, y Jos¨¦ Montilla, presidente del de la Generalitat. Ambos anunciaron tras los malos resultados en los comicios que abandonaban la primera l¨ªnea pol¨ªtica. En una entrevista a Catalunya R¨¤dio, respondi¨® un rotundo s¨ª tras ser preguntado sobre la dimisi¨®n de Puigcerc¨®s y apunt¨® que debe ceder la capitan¨ªa del barco republicano a "la gente joven del partido, que la hay, y buena".

Carbonell, de 86 a?os, es presidente de ERC desde 1996. Accedi¨® al cargo por petici¨®n del l¨ªder desbancado por Puigcerc¨®s, Josep Llu¨ªs Carod Rovira, tras la pen¨²ltima crisis profunda del partido. A Carod y Carbonell les une una amistad desde el franquismo y una carrera pol¨ªtica que, pese a la diferencia de edad, discurri¨® por caminos paralelos. Por ello Carbonell, pese a reclamar la renovaci¨®n en ERC, apost¨® por Carod como activo de la formaci¨®n. "Deber¨ªa reconsiderar su posici¨®n y volver", dijo, y descarg¨® al vicepresidente de la Generalitat en funciones de cualquier responsabilidad en la debacle republicana: "Ha sido excluido de la campa?a, de las candidaturas, no ha participado... los resultados no se le pueden atribuir a ¨¦l", asegur¨®.

La opini¨®n de Carbonell se suma a la de muchos en el partido. Los afines a Carod exigen la dimisi¨®n inmediata de Puigcerc¨®s, y los cuadros m¨¢s alejados del n¨²cleo duro del l¨ªder piden un relevo de dirigentes en el congreso que el partido celebrar¨¢ en octubre. Puigcerc¨®s se ha limitado a poner el cargo a disposici¨®n del consejo nacional, que tendr¨¢ lugar el s¨¢bado. Un gesto insuficiente, a juicio de sus cr¨ªticos, porque tiene el control del aparato y salvo sorpresa, saldr¨¢ ratificado hasta las municipales de mayo.

ERC quiere aguantar los ¨¢nimos hasta los comicios. En el consejo aprobar¨¢ un documento que le servir¨¢ para centrar la estrategia. En ¨¦l, el partido pide unidad a los militantes en torno al proyecto y les reclama que huyan de "afinidades personales", en clara alusi¨®n a las guerras cainitas por el liderazgo que han cuarteado al partido en el pasado. La hoja de ruta , coordinada por el secretario general Joan Ridao, tambi¨¦n plantea la necesidad de agilizar el modelo asambleario de la formaci¨®n para tener un funcionamiento m¨¢s din¨¢mico sin perder democracia interna. Para los comicios, abre la puerta a las coaliciones con otros grupos. En Barcelona, ERC ya habla con Solidaritat Catalana para concurrir juntos.

El documento se someter¨¢ el s¨¢bado a votaci¨®n del consejo nacional, el ¨®rgano de gobierno del partido entre congresos. En el consejo se renovar¨¢ parte de la ejecutiva. Peligran los puestos de Carod y Benach. Ambos son miembros de la ejecutiva por sus cargos institucionales, que perder¨¢n cuando se constituya el Parlament y el nuevo Gobierno.