Jueces y fiscales militares se enfrentan por una supuesta desobediencia en Afganist¨¢n
La fiscal¨ªa retira la acusaci¨®n contra dos cabos que se negaron a conducir un cami¨®n.- El tribunal intenta mantener vivo el proceso
El proceso abierto a dos cabos del Ej¨¦rcito de Tierra por presunta desobediencia en Afganist¨¢n ha derivado en un enfrentamiento sin precedentes entre jueces y fiscales militares, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas. El Tribunal Militar Territorial 1? ha decretado el sobreseimiento definitivo de la causa abierta en junio de 2009 contra dos cabos del Regimiento de Ingenieros de Salamanca que se negaron a conducir un cami¨®n t¨¢ctico Vempar desde la base de Herat hasta Qal-i-Naw, con material para la construcci¨®n del nuevo acuartelamiento espa?ol en Afganist¨¢n. Pero no lo ha hecho porque crea que los dos militares no cometieron un presunto delito de desobediencia -que el C¨®digo Penal Militar castiga con tres meses a dos a?os de c¨¢rcel- sino porque la fiscal¨ªa ha retirado la acusaci¨®n. Y la Ley Procesal Militar impide seguir adelante con la causa si no existe acusaci¨®n.
El tribunal ha intentado a lo largo de m¨¢s de un a?o mantener vivo el procedimiento, no solo en contra del criterio del fiscal, sino de la propia juez de instrucci¨®n, que ya propuso archivarlo en junio de 2009. Hasta tal punto ha llegado la irritaci¨®n del tribunal que su propio presidente, en un voto particular, ha propuesto deducir testimonio en contra del fiscal togado, el general Jes¨²s Bello, al que imputa un delito de dejaci¨®n de funciones, penado con seis meses a dos a?os de inhabilitaci¨®n.
Lo que hizo el fiscal jefe de la Sala de lo Militar del Supremo es avalar a su subordinado en el tribunal territorial, quien concluy¨® que los cabos no pudieron cometer un delito de desobediencia porque nunca recibieron una orden taxativa.
El problema de fondo era la falta de protecci¨®n del veh¨ªculo ante las minas y artefactos explosivos. Los cabos pidieron que se le instalara una manta de kevlar, para amortiguar las esquirlas y fragmentos de metralla, pero los mandos alegaron que el cami¨®n formaba parte de un convoy y contaba con inhibidores. Una cabo que se present¨® voluntaria condujo al final el veh¨ªculo. Sus dos compa?eros fueron repatriados y arrestados.
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