Gracias, Mar¨ªa Emilia Casas
Luc¨ªa hab¨ªa dedicado gran parte de su vida a la atenci¨®n de menores con discapacidad. Un d¨ªa termin¨® su contrato de trabajo y se registr¨® como demandante de empleo en la administraci¨®n. Tuvo un hijo y un clic inform¨¢tico la desplaz¨® a la casilla de "incapacidad temporal para el trabajo por baja maternal". Ocurri¨® en esos d¨ªas que una empresa necesitaba personas con experiencia en menores con discapacidad. Luc¨ªa no fue llamada porque estaba encasillada como incapacitada. Reclam¨® ante la administraci¨®n. Se le dijo: la ley protege la maternidad y no permite trabajar en los meses siguientes al parto. No puedes ser candidata para el empleo. No se resign¨®. Pleite¨®, agot¨® todas las instancias judiciales y lleg¨® a nuestro Tribunal Constitucional...que declar¨® la existencia de una acci¨®n discriminatoria, tras explicar que la aparente neutralidad de las normas no puede justificar un resultado discriminatorio e injusto.
Ciertamente esta decisi¨®n, en nuestra jerga filos¨®fica jur¨ªdica, se calificar¨ªa "de equidad" o ejemplo de la justicia del caso concreto. Est¨¢ ajustada a los valores constitucionales y a las expectativas que tiene la ciudadan¨ªa de una justicia social.
Una decisi¨®n, adem¨¢s, argumentada y generada con "perspectiva de g¨¦nero", esto es, que advirti¨® y evit¨® los resultados discriminatorios y perjudiciales que pueden conllevar aplicaciones autom¨¢ticas de normas aparentemente neutrales.
Es un ejemplo, uno solo, de los muchos que ha tenido que abordar nuestro Tribunal Constitucional cuya presidencia deja Mar¨ªa Emilia Casas, por vencimiento del tiempo para el que fue nombrada.
Si de justicia era el caso de Luc¨ªa, tambi¨¦n es de justicia destacar el trabajo de este Tribunal en el ¨¢mbito de la violencia de g¨¦nero y del derecho antidiscriminatorio. Durante la Presidencia de Casas aval¨® la constitucionalidad de la Ley Integral contra la Violencia de G¨¦nero. Reconoci¨® las caracter¨ªsticas espec¨ªficas de este fen¨®meno criminal, las necesidades de protecci¨®n de la v¨ªctima y el mayor reproche social de las agresiones contra la esposa o pareja. En la aplicaci¨®n del derecho antidiscriminatorio, ha seguido el camino marcado por los compromisos contra¨ªdos por nuestro pa¨ªs a nivel internacional y europeo. Unos compromisos que han sido fruto del esfuerzo social y pol¨ªtico realizado por las mujeres y los movimientos sociales para avanzar en la promoci¨®n de la igualdad.
Esto ha permitido una avanzada doctrina constitucional orientada a erradicar los obst¨¢culos que impiden la plena incorporaci¨®n de las mujeres al mercado de trabajo, la promoci¨®n de la co-responsabilidad de hombres y mujeres y la eliminaci¨®n de estereotipos y prejuicios que siguen justificando la discriminaci¨®n.
Leyes como la de impacto de g¨¦nero (2003), contra la violencia de g¨¦nero (2004) o de igualdad efectiva de mujeres y hombres (2007) son de enorme importancia en una ¨¦poca como la actual, en la cual la mayor¨ªa de los pa¨ªses sufrimos un complejo proceso de transformaci¨®n para ajustarnos a las exigencias del nuevo modelo econ¨®mico (la globalizaci¨®n) y a un nuevo modelo social (la sociedad del conocimiento). Por primera vez, profesionales del derecho nos vemos sometidos a criterios de competencia, eficacia, eficiencia y utilidad, objetivos que nos resultaban extra?os hace poco tiempo.
Documentos tan importantes como el Tratado de Lisboa recomiendan profundizar en las pol¨ªticas de igualdad para mejorar la competitividad y productividad de nuestras econom¨ªas, porque ello supondr¨¢ el aprovechamiento de los mejores esfuerzos de toda la ciudadan¨ªa. En el marco del estado constitucional, todos los poderes del Estado son piezas clave en el proceso de modernizaci¨®n social. En Espa?a, adem¨¢s, tenemos el mandato constitucional de hacer lo posible para "dar el salto" desde la igualdad formal hasta la igualdad real o material.
A pesar de las dificultades actuales y aunque "la crisis econ¨®mica tiene g¨¦nero", como dijo el periodista Oscar Subijana, el objetivo constitucional de sociedades m¨¢s democr¨¢ticas, justas, solidarias merece todo nuestro esfuerzo....Por la parte que te corresponde, gracias Mar¨ªa Emilia Casas.
Inmaculada Montalb¨¢n es vocal del CGPJ y presidenta del Observatorio contra la Violencia de G¨¦nero.
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