El gran corruptor se confiesa
Juan Antonio Roca, el imputado al que se atribuye los mayores pelotazos en la historia de Espa?a, se explica ante el juez y presume de sus ingresos
El imputado por corrupci¨®n al que los jueces atribuyen los negocios urban¨ªsticos ilegales m¨¢s lucrativos en la historia de Espa?a se llama Juan Antonio Roca, tiene 57 a?os y ha pasado los ¨²ltimos cinco en una celda. En este tiempo, el supuesto cerebro del caso Malaya, la trama de corrupci¨®n en Marbella (M¨¢laga) no ha perdido nada de su talante controlador. En el macrojuicio sobre el caso, que arranc¨® el pasado 13 de diciembre y en el que hoy vuelve a declarar Roca, el tribunal analiza el entramado de sociedades en las que Roca ocult¨® su inmenso patrimonio -no menos de 210 millones fruto de 15 a?os de trapicheos urban¨ªsticos, primero a la sombra de Jes¨²s Gil y, tras la muerte de este, como hombre fuerte del Ayuntamiento-.
Durante la vista oral, Roca ha reconocido, como ya hizo en la fase de instrucci¨®n, que ¨¦l "controlaba" y "daba las ¨®rdenes" en las 71 sociedades puestas a nombre de testaferros. El exasesor tambi¨¦n admiti¨® que "evidentemente" no declaraba los fondos que le rentaban sus empresas y que ten¨ªa previsto traspasar las sociedades a sus hijos. Adem¨¢s, como si el tiempo pasado en prisi¨®n no le hubiera hecho mella, ha presumido del alto nivel de vida que llevaba antes de marzo de 2006, cuando el juez Miguel ?ngel Torres desat¨® la Operaci¨®n Malaya. Lo que sigue es un resumen de su declaraci¨®n.
- "A m¨ª me nombra Jes¨²s Gil a dedo". El interrogatorio arranc¨® con la llegada a Marbella en 1992. "A m¨ª me nombra Gil a dedo gerente de Planeamiento 2000, pero en el mismo d¨ªa en que se me nombra gerente de la sociedad el alcalde nombra un arquitecto director de la revisi¨®n del plan, Eugenio S¨¢nchez Moro. Yo no me encargo de revisar el plan, soy ingeniero, no arquitecto. Yo no he redactado un plan en mi vida".
- 31 a?os en la "actividad inmobiliaria". El exasesor sostuvo que ya era rico antes de entrar a trabajar para la sociedad municipal marbell¨ª. "Llevo en la actividad inmobiliaria desde los 26 a?os, primero en Murcia y luego en Marbella. Entre 1991 y 1997 liquid¨¦ la sociedad Marbella Inversiones [germen del entramado societario] con unos activos de 500 millones de pesetas [tres millones de euros]".
- 12.000 euros netos al mes, dos d¨ªas de trabajo a la semana. Roca percib¨ªa una n¨®mina de 12.000 euros mensuales como gerente de Planeamiento 2000. Eran sus ¨²nicos ingresos declarados y, seg¨²n confes¨®, explican su alto nivel de vida: "Le puedo garantizar que con 12.000 euros netos mensuales despu¨¦s de impuestos se puede vivir muy bien. Me refiero a llevar a los ni?os a un colegio bueno o permitirse alg¨²n viaje". Adem¨¢s de bien pagado, el trabajo no era absorbente: "Desde 2002, cuando le comunico al alcalde que quiero ir dejando el Ayuntamiento y dedicarme a mis negocios inmobiliarios, yo voy al Ayuntamiento dos d¨ªas a la semana, lunes y martes, nada m¨¢s. El resto de los d¨ªas estoy dedicado a mis empresas".
- Sin rendir cuentas a Hacienda. "Cuando Marbella Inversiones hace la liquidaci¨®n, cuando cobra 200.000 euros, el que cobra es Juan Antonio Roca, que es el propietario y que ha prestado previamente el dinero a la sociedad. Evidentemente, no declaraba esos fondos", admiti¨® Roca.
- "Disfrutar de lo que es m¨ªo". "En ning¨²n momento he tratado de ocultar que el patrimonio de mis sociedades era m¨ªo. Disfrutaba perfectamente a ojos de todos de lo que era m¨ªo. Si tratara de ocultar que era el propietario, no hago en 2005 que se escriture la sociedad a nombre de mis hijos".
- Un padre generoso. "Mis hijos tienen cuenta corriente desde que nacieron. Les iba asignando 3.000 euros un a?o, 4.000 euros otro. ?Qui¨¦n va a financiar la cuenta corriente de un ni?o de un a?o hasta los 18? Pues el padre".
- Confianza en los testaferros. Roca puso la administraci¨®n de sus principales empresas en manos de los abogados S¨¢nchez Zubizarreta, tambi¨¦n procesados, aunque sin mediar contrato de fiducia alguno. "No he tenido nunca la m¨¢s m¨ªnima duda de la honestidad de este gabinete. Cuando uno pone unas sociedades administradas por ellos, lo ¨²nico que existe es la confianza plena en su honradez".
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