La noche en blanco de Tom¨¢s G¨®mez

Tom¨¢s G¨®mez le dio anoche la vuelta a su campa?a. Literalmente. Invirti¨® las horas y la luz solar y se meti¨® en el autob¨²s electoral junto a sus colaboradores m¨¢s cercanos y una decena de periodistas para recorrer la madrugada madrile?a. Las visitas ten¨ªan un punto en com¨²n: sectores que trabajan de noche. La primera parada fue en el servicio de Urgencias del hospital Gregorio Mara?¨®n, aunque antes G¨®mez, sin s¨¦quito, se hab¨ªa desplazado a ver a las personas que siguen encerradas en el centro ocupacional Magerit, en Carabanchel. En el hospital charl¨® con el personal de guardia, les expuso sus propuestas para mejorar el servicio y escuch¨® sus quejas y sugerencias.

La siguiente parada fue una fila de coches blancos con una luz verde en el techo. Todos estaban libres. Una parada de taxis. El padre de G¨®mez fue taxista durante 22 a?os en el turno de noche y el candidato recuerda que los s¨¢bados el momento m¨¢s especial del d¨ªa era bajarle la bandera autom¨¢tica, en forma de palanca de carro de una m¨¢quina de escribir antigua, al veh¨ªculo de su padre. Los taxistas rodearon a G¨®mez y comenz¨® un debate espont¨¢neo. Todos hablaban a la vez y el candidato los escuchaba y bromeaba con ellos con una cercan¨ªa bastante genuina, relajando la figura a veces envarada que le encorseta en otro tipo de actos p¨²blicos.

La propuesta del bonotaxi

"?Somos gen te buena, aunque hay cada lagarto por ah¨ª!", sentenciaba un conductor veterano mientras otros compa?eros expon¨ªan en formato catarata sus quejas. El debate se congela cuando un taxista ense?a su coche h¨ªbrido, que no suena, y todos se asombran y quieren ponerse al volante. La cosa acaba con una foto con posado de equipo de f¨²tbol. La idea fuerza de G¨®mez con este sector es consorciar al gremio y que la gente pueda sacarse un bonotaxi.

Vuelta al autob¨²s cuando el d¨ªa ya hab¨ªa doblado y en marcha a la planta de residuos de Vallecas Villa. G¨®mez se r¨ªe con sus colaboradores y les gasta bromas. Antonio Miguel Carmona, miembro de su Ejecutiva, lee los datos m¨¢s relevantes de cada lugar que se visita. Y el resto hace chistes a su costa. El corrillo de se?ores con mono fosforito rodea a G¨®mez y mientras Eusebio Gonz¨¢lez, una de las personas m¨¢s pr¨®ximas al candidato, env¨ªa mensajes y fotos por Twitter, el representante sindical cuenta sus problemas a G¨®mez. Otra foto de recuerdo y de vuelta al veh¨ªculo.

El siguiente destino es el parque de bomberos de Pozuelo. Para entonces algunos ya tienen dificultad para mantener los p¨¢rpados en su sitio. La jornada hab¨ªa comenzado a las nueve de la ma?ana con un desayuno en el Ritz. Los bomberos son bastante reivindicativos y le cuentan sus cuitas a G¨®mez, que se pone un casco de bombero con cierta timidez. Bastante avanzada la madrugada, la ¨²ltima parada est¨¢ cruzando la calle: el centro de Emergencias 112. All¨ª un anfitri¨®n cuenta las bondades del sistema, en el que en alg¨²n momento sale como criterio "la ley de la oferta y la demanda" y G¨®mez le rebate con educaci¨®n algunos aspectos. La enorme c¨²pula donde se reciben las llamadas queda a los pies del candidato, que insiste en bajar. All¨ª habla con los distintos cuerpos representados: bomberos, polic¨ªa, sanitarios...

Casi a las cuatro de la ma?ana, en plena calle vac¨ªa, G¨®mez hace un balance de la noche. Recupera su tono de voz televisivo despu¨¦s de alguna broma atus¨¢ndose el pelo y cierra la jornada. Aunque antes del regreso a Madrid le pide al conductor del autob¨²s, Antonio, que grabe con ¨¦l sus impresiones del d¨ªa. A G¨®mez le sienta bien la noche.

Tom¨¢s G¨®mez hace ronda de noche