Canciones, amor y balones

Las cosas del amor retrasaron la celebraci¨®n. O eso o el responsable de coordinar tres actos -la ruta callejera del Bar?a, la celebraci¨®n del Camp Nou y el concierto de Shakira como colof¨®n de la cuarta Copa de Europa cul¨¦- habr¨ªa de pensar en dedicarse a otra ocupaci¨®n.

La noche del domingo, en el estadio Ol¨ªmpico de Llu¨ªs Companys de Barcelona, el p¨²blico soport¨® una hora y cuarto de retraso antes de que Shakira iniciase el primero de sus cinco conciertos en Espa?a, de los que el de Barcelona era el ¨²nico que un¨ªa f¨²tbol y m¨²sica, junto con el amor tres de las pocas cosas que cuando se unen sin control producen un desaguisado de tal calibre. Fue tal que la asistencia, colmada su paciencia y agotada su buena voluntad, no pudo por menos que protestar con denuedo y enfado. Eso como entrem¨¦s de un concierto celebraci¨®n para mayor gloria del amor entre una cantante y un futbolista, la puesta al d¨ªa del castizo idilio entre tonadillera y torero.

Por fin a las 23.15 Shakira hizo acto de presencia en el escenario. Iba ataviada como para salir de compras por el barrio, pongamos que para adquirir comida para el gato, y de esta guisa, pantal¨®n y blusa en tonos marrones de acabado brillante, la figura de Barranquilla cant¨® Why wait pegando los primeros caderazos y golpes de pecho. Tras esta pieza transcurrieron unos segundos de espera que pronto explicaron su raz¨®n: para el segundo tema, Te dejo Madrid, Shakira ya sali¨® vestida de Shakira con un top de escamas corto que dejaba ombligo a la intemperie y unos pantalones negros tan unidos al cuerpo como la pelota al pie de Messi. Habl¨® en catal¨¢n para decir que est¨¢ encantada de ser casi de Catalunya y que para ella era muy emocionante un d¨ªa tan especial. No hubo de dar explicaciones, toda la asistencia, unas 21.000 personas, conoc¨ªan las razones de tal ilusi¨®n.

Y no se tuvo que esperar mucho para aclarar la evidencia. Tras Whenever, wherever Shakira hizo subir al escenario a Piqu¨¦, a quien abraz¨® con m¨¢s entrega de la sugerida por la cortes¨ªa; Xavi, al saludarlo se comprob¨® que la estrella colombiana tiene la estatura id¨®nea para jugar en la medular del Bar?a; Villa, Pedro, Busquets y Bojan. A todos ellos se esforz¨® Shakira en ense?arles c¨®mo se mueven las caderas, lecciones que visto el resultado habr¨¢ de repetir con denuedo no s¨®lo con Piqu¨¦. Tras esta clase acelerada de sensualidad, los jugadores abandonaron el escenario evidenciando con su conducta que imponerse en Wembley no te prepara para salir a un escenario ante 20.000 personas que no han pagado por verte.

Tras esta dulce invasi¨®n de m¨²sculo y pelota, Shakira continu¨® su concierto con Inevitable, la versi¨®n de Nothing else matters de Metallica y un Gitana para el que, puro mimetismo, cambi¨® pantalones ajustados por falda de volantes, cantando con su banda en un escenario situado en el centro de la pista. A partir de este punto cayeron los ¨¦xitos y el estadio, que s¨®lo alcanz¨® la mitad de su aforo todo y que el ¨¦xito cul¨¦ hizo que se vendieran 2.000 entradas s¨®lo el domingo, se solt¨®. Las lucecitas azules promocionales regaladas a los espectadores por un patrocinador, tintinearon a¨²n m¨¢s nerviosas ante una cascada de canciones conocidas entre las que destacaron La tortura y Ciega sordomuda. Luego, tras una tierna declaraci¨®n amorosa, cant¨® Sale el sol pensando sin duda en el astro que ahora ilumina sus sentimientos. Incluso al cantar Loca Shakira proclam¨® alterando la letra de la canci¨®n que "estoy loca por Piqu¨¦". Todo muy tierno. Todo menos un sonido crudo y a todo volumen que no destac¨® por la precisi¨®n que el juego del Bar?a requerir¨ªa.

Pero pelillos a la mar. ?No era una fiesta?, ?no se celebraba el amor de dos famosos?, ?no era la coronaci¨®n de un equipo que ha hecho del toque su se?a de identidad?..... El colof¨®n de este concierto, un concierto no valorable en t¨¦rminos musicales dado el peso de la subtrama, vino dado por la llegada del celeb¨¦rrimo "Waka Waka" espoleado por los v¨ªtores al Bar?a proferidos por Shakira, verdaderamente contenta de tener a su novio en el Olimpo y de un humor excelente. Para ellos la noche debi¨® ser mucho m¨¢s larga que para los espectadores que abandonaron ya en lunes el estadio.

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