57 a?os, neoyorkina del Upper West Side. Alterna la apretada rutina en la Redacci¨®n del Times con la ense?anza de narrativa period¨ªstica. Como n¨²mero dos del director saliente, Bill Keller, y profesora en Yale, circula con una privilegiada memoria fotogr¨¢fica entre las palabras de Gay Talese y las revueltas ¨¢rabes o los presupuestos de Obama. Una jefa exigente y con estilo de mando a veces abrasivoque tampoco searredra ante el poder.
Lo demostr¨® enfrent¨¢ndose al anterior director, el autoritario Howell Raines,quien dimiti¨® a ra¨ªz del esc¨¢ndalo de Jayson Blair, aquel olvidable reportero que plagiaba e inventaba entrevistas. En la ¨¦poca m¨¢s convulsa de la Dama Gris, ella Impuls¨® con otros colegas la reforma de la Redacci¨®n para que fuese m¨¢s amigable con los periodistas y promovi¨® la figura de un ombudsman. "Tiene agallas. Cuando haga alguna estupidez, me lo dir¨¢. Y tambi¨¦n s¨¦ que no dir¨¢ a nadie que he hecho una estupidez", dijo Keller cuando la eligi¨® subdirectora hace ocho a?os, puesto en el que tambi¨¦n fue pionera. Vio en la tozudez, resistencia y paciencia inherentes a su naturaleza de reportera de investigaci¨®n una buena jefa. Y algo m¨¢s: "El periodista de investigaci¨®n que hay en t¨ª te alerta de las agendas ocultas. Yo tiendo a ver lo bueno en la gente", contaba Keller. "Jill es m¨¢s cautelosa y suspicaz. Es la persona perfecta para estar a mi lado".
Despu¨¦s de pasar por Harvard, a los 31 a?os lleg¨® a directora deThe Legal Times,un medio especializado de Washington. Con las suelas ya gastadas de recorrer los despachos de los grupos de presi¨®n y husmear entre los papeles de las agencias estatales paraThe Wall Street Journal, abord¨® a una columnista delTimes y se recomend¨® a si misma. Consigui¨® el empleo y con ¨¦l, acercarse a la devoci¨®n por el diario que toda su familia compart¨ªa. Y hasta hoy.
No guarda ning¨²n Pulitzer en casa ni ha sido corresponsal,hechos hasta ahora imprescindibles para gobernar el diario, aunque lo compensa con haber dirigido coberturas de todo tipo, (entre ellas brillantes proyectos de investigaci¨®n) adem¨¢s de tutelar la oficina de Washington. Pero tampoco en sus 160 a?os de historia la Dama Gris hab¨ªa hecho honor a su nombre colocando al frente a una mujer. Ni a alguien que se ha sumergido durante meses en el desarrollo digital para impulsarla integraci¨®n de la redacci¨®ny el controvertidomuro de pago. Una habilidad crucial para un futuro sobre el que ya se ha pronunciado. El mundo web tiene otras colegas en lo m¨¢s alto. Se ha unido a la liga.
Nuevos tiempos. Fotograf¨ªa compartida en Instagram por un periodista de The New York Times con el director saliente Bill Keller, a la derecha, Jill Abramson y Dean Baquet, el nuevo n¨²mero dos.
Jill Abramson lo tiene en cuenta y lo ha colocado en su agenda. Ayer, en sus palabras a la Redacci¨®n. agradeci¨® el apoyo recibido por "sus hermanas" (una docena de periodistas). En una cr¨ªtica de una antolog¨ªa de mujeres reporteras, se?alaba: "Nuestra presencia falta en las cabeceras de los peri¨®dicos, las p¨¢ginas de opini¨®n y las primeras p¨¢ginas de los mejores medios". Ella misma recuerda una reuni¨®n en la sede del diario. "Eran diez, todos hombres. Al entrar, a modo de broma, les dije, 'chicos, creo que necesit¨¢is unas cuantas mujeres aqu¨ª".
El dia a dia de las pocas jefas que han alcanzado la cima de las redacciones es tan irreal como la imagen que describe Adamson: mesas exclusivamente pobladas de barbas y corbatas. El mundo, afuera, ya es otra cosa. Hace falta reflejarlo. Ahora se hurta la mirada de la mitad de la poblaci¨®n. Tambi¨¦n se pierden las habilidades espec¨ªficas que puedan aportar las directivas en un equipo de trabajo.
La llegada de Abramson es una gran noticia. Punto de inflexi¨®n, y, esperemos, catalizador. Creo que se necesita alcanzar una masa cr¨ªtica de mujeres para que la diversidad se dispare. Si alguien puede cambiar algo, ella tiene algunas cualidades. Sobrevivi¨® a un atropello de cami¨®n. Es la imagen que usan algunos para simbolizar su fortaleza. La ¨²nica cr¨ªtica que he encontrado es su condici¨®n de lider severa. Muchos testimonios, s¨ª, de su ¨¦tica, valent¨ªa, compa?erismo, sentido del humor y capacidad. Adem¨¢s de, bueno, elogiosas alusiones a la dureza y tama?o de los genitales que poseer¨ªa de ser var¨®n. Es lo que hay.
P. D.?Habr¨¢ que ver reportajes comoestedel Timessobre los (exclusivamente hombres) j¨®venes cronistas pol¨ªticos en Washington? ?O se parecer¨¢n a este otro (una parodia de aquel)?
Comentarios
Ayer tuvimos clase de religi¨®n. Hoy pasamos a las hagiograf¨ªas. Yo no creo en santos (a decir verdad, no creo en dios pero temo...), y cuando alguien me apodera en exceso algo o a alguien comienzo a sospechar.[En aquellos tiempos en que se concertaban los matrimonios y una desavenencia en una toalla de m¨¢s o una de menos pod¨ªa echar abajo el negocio, el "aponderador" ten¨ªa la funci¨®n de hacer el paneg¨ªrico del futuro novio en casa de los futuros suegros. Se cuenta la an¨¦cdota de uno, tan eficiente en sus funciones, que arruin¨® un matrimonio al presentar al novio, que era tuerto, como ciego].Cuando un hombre pierde la fe en algo (digamos, por ejemplo, en la prensa en castellano) la pierde para siempre.
jejejeje y tambien se necesita alcanzar una masa critica de hombres en la ensenianza espaniola, que hay 80% de mujeres maestras de primaria.DE ESO CUANDO VAIS A HABLAR FEMINAZIS?????
Sobrevivir a atropellos (fuerza f¨ªsica) severidad y alusiones a la dureza y tama?o de los genitales que poseer¨ªa de ser var¨®n, aunque la fortaleza o entereza moral, el aguante y los ovarios pueden tener igual tama?o y ser cualidades de la persona. Si es cuesti¨®n de "coj....s" ah¨ª ten¨¦is la respuesta a por qu¨¦ no se pone en puestos de mando a una mujer. Si se hiciera un examen, an¨®nimo, las cosas cambiar¨ªan. Ya s¨®lo ser¨ªa maternidad si la hay y conciliaci¨®n a parte de tener desde peque?o las mismas oportunidades y de igual calidad en la educaci¨®n. Las cosas no son porque s¨ª y las discriminaciones vienen de lejos. A esos niveles ya se han pasado muchos sinsabores y obst¨¢culos y michas veces en detrimento de la vida personal.
Lamento, Keyser, que te parezca una hagiograf¨ªa. Me he empleado en buscar toda la informaci¨®n a mi alcance sobre Abramson. Y te puedo asegurar que el ¨²nico reproche que le hacen sus colegas es su estilo de mando, duro y exigente. Lo dem¨¢s, todo elogio.
Que repercusi¨®n tiene este tema en los lectores espa?oles?, CERO. La repercusi¨®n de esta noticia demuestra provincianismo. Hay m¨¢s paletos en las oficinas de Madrid que en las vi?as de mi pueblo.
Ana Alfageme. Le agradezco no s¨®lo que me haya contestado sino, tambi¨¦n, sobre todo y muy especialmente, el tono de la contestaci¨®n.No me voy ahora a deshacer en disculpas, aunque creo que se merece algunas, por mis excesos a la hora de comentar su art¨ªculo. Le dir¨¦ que hoy ha tocado que justos paguen por pecadores: porque ¨²ltimamente abundan los art¨ªculos que elogian a las mujeres que obtienen puestos de poder y, en ocasiones, no es f¨¢cil sustraerse al insidioso duende de la sospecha.Entiendo que lo que quieren poner de manifiesto es que se trata de mujeres sobradamente preparadas que han alcanzado puestos a los que ten¨ªan pleno derecho: pero en ocasiones no dejo de pensar si no est¨¢n atribuy¨¦ndoles, m¨¢s que m¨¦rito, ciertas cualidades superher¨®icas; fiando su triunfo a la lucha contra eso que yo denomino El Macho?, organizaci¨®n machisto-mas¨®nica que pretende el sojuzgamiento universal de las mujeres del mundo.Porque para mi, el mero hecho de que una mujer sea nombrada directora de un diario, no es piedra de esc¨¢ndalo: me parece, por el contrario, algo normal. Acaso sea que he conocido no pocas mujeres capaces en mi vida (de las incapaces no toca hoy hablar).
Para keyser: Lo ideal ser¨ªa no tener que hablar de estos temas pero lamentablemente todav¨ªa hoy tenemos que seguir haci¨¦ndolo, hasta que realmente sea "algo normal".
No creo que te parezca normal que en los 160 a?os de historia del NYT no haya habido antes ninguna mujer en el puesto de directora ?De verdad crees que es porque no hab¨ªa habido ninguna que se lo mereciera??
J¨¦ssica: no es una cuesti¨®n de fe sino de otra cosa. Siempre ha habido mujeres que han alcanzado altos puestos, a condici¨®n de que perteneciesen a la familia adecuada.Para evitarnos problemas en un futuro, dir¨¦ claramente que yo creo que nuestra sociedad tiene cuatro ejes: racismo, clasismo, sexismo y machismo.Somos, ante todo, racistas (en mayor o menor medida). Estamos estructurados en clases sociales y, hasta hace muy poco, ¨¦stas eran impermeables. Somos tambi¨¦n una sociedad sexista, pues divide los trabajos y las actividades en funci¨®n de si corresponden a uno u otro sexo. Y, por ¨²ltimo, somos machistas en cuanto a que la mujer ha venido estando subyugada por el hombre.Digo esto porque no es lo mismo ser una mujer de determinada clase (v.g. las hermanas Koplowitz) que de otra (las camareras de hotel de que se hablaba estos d¨ªas). Sin dejar de estar subordinadas al hombre, hay una clara diferencia. Y no: no veo dif¨ªcil que una mujer pueda llegar a ser directora de un peri¨®dico, si pertenece a una determinada clase social. En verdad creo que en Estados Unidos todo es m¨¢s f¨¢cil para una WASP que para un nigger. Y en Espa?a, salvando las distancias, algo parecido.
Keyser S?ze, es verdad. Pero lo es, tambi¨¦n, el que en un empresa familiar, entre dos hermanos, aunque la hermana-mujer este m¨¢s preparada, el padre elegir¨¢ al var¨®n para la direcci¨®n. Y lo mismo en los gobiernos y hasta en este pa¨ªs. Eso no afecta a toda la poblaci¨®n, pero los de abajo imitan a los de arriba.
Kayser, gracias por la contestaci¨®n. Son relevantes dos cosas: el hecho de que un medio de ese nivel nombre a una mujer porque es la primera vez, y la rareza que en el panorama general supone. No nos detendr¨ªamos en ello, ni en contar qui¨¦n es si realmente fuese moneda com¨²n la presencia femenina en las redacciones estadounidenses donde hay un 41% de periodistas y poqu¨ªsimas al mando. El techo de cristal consigue que lleguen a lo m¨¢s alto una ¨ªnfima cantidad, como se refleja en el estudio que cito. La situaci¨®n es peor en Espa?a. Por cierto, estoy muy de acuerdo con las cuatro cuestiones que citas presentes en la sociedad. Y es lamentable. Dicho, esto, el n¨²mero 2 de Abramson, candidato muy seguro para sucederla, es un negro. Lo puedes ver en la foto.
Javi, el NYT es m¨¢s que un medio estadounidense o un diario de Nueva York, Es una referencia mundial, considerado por muchos como el mejor peri¨®dico del mundo. Por eso es importante para los periodistas y para los lectores,
A ver si va a ser que a los hombres se les encumbra por muchas razones, algunas completamente tangenciales, y a nosotras por ser putas o por talento, y por eso somos menos las que llegamos arriba.
"En Estados Unidos s¨®lo uno de cada cuatro directores o subdirectores son mujeres. La situaci¨®n es peor en Espa?a, donde la proporci¨®n se rebaja a una de cada cinco o menos,"
Bien, ahora s¨®lo falta para igualarnos que este diario inserte un blog titulado "varones". ?O no?
Vaya, hombre. Si una se?ora alcanza un puesto de responsabilidad, fiesta. Si lo hace un negro, o es el candidato para sucederlo, palmas. El se?or Rubalcaba (que conste que no soy precisamente PSOEista) lleva su cartera, se hace cargo de la de Chacon cuando se queda embarazada, se hace cargo del gobierno cuando se ve que el presidente est¨¢ a otras cosas, se come el marr¨®n (perdon por la expresi¨®n) de presentarse a unas elecciones perdidas de antemano y resulta que como hombre blanco que es, es un machista por interponerse en el camino de Carme Chac¨®n y por supuesto todo ese trabajo (no s¨¦ si seguir¨¢ dando clase) por un lado se lo pide la testosterona (que debe ser que le sobre, para eso es calvo.....) y por otro, parece que le viene de la "bolsa de empleo cromosomaY.com". Pues si hablamos de roles sociales, yo creo que este es el de "trabajar sin quejarse y sin esperar reconocimiento alguno" entiendase como "comportarse como un hombre".
Desde el respeto a tus comentarios, Kaiser, cuando dices "subyugada" en muchos casos podria sustituirse por "mantenida" en funci¨®n de las aspiraciones de la susodicha. Que parece que todas las mujeres de la historia han vivido con un cuchillo pegado al cuello.
A la autora. Me sumo a las felicitaciones, principalmente por lo cordial de las respuestas. En cuanto a lo de atribuir la falta de "exito" de mujeres, ayer mismo se comenteba en este blog la posibilidad de muchos otros factores, como por ejemplo, una distinta escala de valores (preferencias).
El art¨ªculo que se cita no habla del tama?o de los genitales que tendr¨ªa si fuera hombre... ??. Habla de Balls, osea "pelotas". ?sta es una expresi¨®n equiparable a agallas, o narices... Osea que no tiene miedo. Claro queda mejor traducirlo libremente y darle un toque sexista para criticar un poco y picar a los varones... Por lo dem¨¢s enhorabuena para la premiada y desde luego decir que no me importa mucho lo que hagan en el NYT ni influye nada en mi vida. Sabido es que los gringos norteamericanos son maestros de la tergiversaci¨®n, quiz¨¢s ¨¦sto es lo que tanto admiran ciertas personas que hacen este blog. Salut
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Es reportera de El Pa¨ªs Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PA?S, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerci¨® como m¨¦dica antes de ingresar en el M¨¢ster de Periodismo de la UAM y EL PA?S.