Un Pitingo flamenco
El artista onubense, heterodoxo y jondo a un tiempo, levanta al p¨²blico en La Uni¨®n
Hace siete a?os, un desconocido Pitingo, ganaba en este escenario del viejo mercado p¨²blico de La Uni¨®n el premio al Artista Revelaci¨®n, aunque horas despu¨¦s nadie recordase seguramente su aspecto o su manera de hacer los cantes. La noche-madrugada del pasado viernes, durante la gala que abr¨ªa la 51 edici¨®n del Festival Internacional del Cante de las Minas, el vers¨¢til artista onubense era recibido como una verdadera estrella por un p¨²blico variopinto, formado por viejos aficionados, familias bien avenidas y j¨®venes, muchos j¨®venes, sobre todo chicas que lo jaleaban constantemente y que, en alg¨²n caso, intentaban asegurar una cita con ¨¦l para despu¨¦s del espect¨¢culo.
Pero el cantaor-cantante, que presentaba en el Festival los temas de su ¨²ltimo disco, "Ol¨¦-Am¨¦n", resumiendo as¨ª sus querencias musicales e influencias, ten¨ªa para despu¨¦s de la actuaci¨®n otro encargo: inaugurar, frente al antiguo mercado p¨²blico, sede del certamen, el "paseo de las Estrellas", a la manera de Hollywood, descubriendo una placa dedicada al desaparecido maestro Enrique Morente, quien ayer tambi¨¦n recibi¨® un homenaje p¨®stumo con la presencia de parte de su familia.
Hay que decir que Pitingo comenz¨® su actuaci¨®n de una manera muy jonda - de pie, no sentado, como es la costumbre- por soleares, malague?as y fandangos de Huelva. Su voz, que recuerda los registros de su paisano Arc¨¢ngel y tiene indudables ecos de Morente, son¨® personal ("a mi manera", como repiti¨® durante toda la noche), pero muy jonda y casi ortodoxa, siempre acompa?ada por el excelente toque de Juan Carmona, exKetama, miembro de una saga de magistrales tocaores, la de los Habichuela.
De entrada, una canci¨®n de Antonio Mach¨ªn al comp¨¢s de buler¨ªas. En ese momento comenz¨® la larga "justificaci¨®n" de Pitingo, que a ratos son¨® un pel¨ªn demag¨®gica, sobre su manera de entender el flamenco: "los j¨®venes no se tragan una seguiriya" -dec¨ªa-, o bien: "Si cantara s¨®lo flamenco yo estar¨ªa todav¨ªa tieso, sin casa y sin nada", o apelaba al recurso a la originalidad, a la renovaci¨®n flamenca. Pero ocurre tambi¨¦n que ese cupl¨¦ por buler¨ªas llevan d¨¦cadas haci¨¦ndolo desde el Beni de C¨¢diz a Chano Lobato, pasando por Bernarda y Fernanda de Utrera, que dej¨® grabado hace muchos a?os ese mismo tema.
Demagogias aparte, Pitingo es un extraordinario artista, dominador del escenario y due?o de una excelente voz que cuando flamenquea con temas no originariamente flamencos, recuerda a todos los grandes de la lejana y entonces muy popular "?pera flamenca" de los a?os veinte a los cincuenta del pasado siglo: Pepe Marchena, Valderrama..., todo ello rematado con gorgoteos propios del soul y, en general, de la m¨²sica negra norteamericana.
Pero el espect¨¢culo y su sentido musical funcionan y llegan con facilidad al p¨²blico, incluso a un p¨²blico como el de La Uni¨®n, que se supone m¨¢s apegado a la ""pureza", aunque es verdad que los tiempos han cambiado mucho, ni siquiera La Uni¨®n es lo que era en este sentido, y la gente, diversa y no necesariamente aficionada al flamenco, viene a disfrutar y a dejarse llevar por el ritmo. Con frecuencia el p¨²blico se levantaba de sus asientos y segu¨ªa los temas bailando y alzando los brazos.
Vino entonces ese "puchero" (expresi¨®n utilizada por el propio Pitingo) lleno de sabores de m¨²ltiple procedencia, a retazos, como en una cocina deconstruida, todo ali?ado por el ritmo de buler¨ªas, desde la seguiriya inicial a los fandangos, pasando por la zambra de Manolo Caracol "Carcelero", o el viejo tema "Mammy bleu".
La continuaci¨®n del espect¨¢culo, ya con todos los m¨²sicos en el escenario, respond¨ªa a la segunda parte del enunciado del t¨ªtulo del disco: "Am¨¦n", es decir, la que recibe de forma m¨¢s directa la influencia afroamericana: soul, blues, g¨®spel m¨¢s la revisi¨®n de viejos temas que en su d¨ªa fueron muy populares: desde "Me matas suavemente con tu canci¨®n, de Roberta Flack a "Yesterday" de The Beatles o "Cucurruc¨² paloma", sin olvidar el muy pegadizo"Dev¨®rame otra vez".
?Es esto flamenco? El flamenco, musicalmente, m¨¢s all¨¢ de su naturaleza melism¨¢tica, no responde a una sola procedencia musical o mel¨®dica ni a un solo leit-motiv, y desde su nacimiento ha estado en continua evoluci¨®n. El flamenco es, ante todo, una actitud, una manera de abordar la m¨²sica, un determinado ¨¢nimo, lo mismo que reivindica para s¨ª Pitingo. En ese sentido lo que hace es flamenco. Y, en cualquier caso, es m¨²sica, buena m¨²sica, que hizo pasar una evocadora y tibia noche de verano a un p¨²blico, era evidente, muy feliz.
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