Boda imperial, pero menos
Georg Friedrich, pr¨ªncipe de Prusia y tataranieto del ¨²ltimo emperador de Alemania, se casa con la princesa Sophie de Isenburg
El buen tiempo no ha acompa?ado a la imperial pareja, pero al menos no les ha llovido en el land¨® descubierto de seis caballos. Georg Friedrich, pr¨ªncipe de Prusia y tataranieto del ¨²ltimo emperador de Alemania, no ha escatimado gastos en su boda con la princesa Sophie. Est¨¢n agasajando durante el d¨ªa de hoy a los 700 invitados que han asistido a la ceremonia nupcial celebrada en el complejo palaciego de Sanssouci en Potsdam, junto a Berl¨ªn. Pero ni los blasones, ni los seis caballos, ni el relumbr¨®n geneal¨®gico de los contrayentes disimulan la escasa relevancia p¨²blica de la rancia nobleza alemana.
"Prinz von Preussen" no es, de hecho, un t¨ªtulo nobiliario, sino el apellido burgu¨¦s del matrimonio. Lo que tampoco es ¨®bice para que herr y frau Pr¨ªncipes de Prusia sean considerablemente ricos y, como cabeza de la Casa Hohenzollern, tambi¨¦n los due?os el aparatoso castillo neog¨®tico de Hechingen, al sur del pa¨ªs. En funcionalidad y aspecto, el solar familiar se parece al Palacio de Cenicienta en Disneylandia.
Georg Friedrich y Sophie, de 35 y 33 a?os respectivamente, ser¨ªan los herederos al trono imperial alem¨¢n si tal cosa existiera. Hace m¨¢s de 90 a?os que se aboli¨® la monarqu¨ªa y se suprimieron en Alemania todos los privilegios de clase, de modo que la prensa rosa se tiene que contentar con una lista de invitados de proyecci¨®n local. Asiste el dise?ador de moda Wolfgang Joop, por ejemplo, o el primer ministro del Estado de Brandeburgo, Matthias Platzeck. Ni pensar en que se acerque a Potsdam la canciller Angela Merkel o el actual jefe del Estado alem¨¢n, el presidente Christian Wulff. En cuanto a la atenci¨®n medi¨¢tica, est¨¢ siendo incomparablemente menor de la que se otorg¨® en Alemania a la boda del pr¨ªncipe Guillermo de Inglaterra hace unos meses. Sorprende que la televisi¨®n p¨²blica regional RBB ha cubierto en directo parte de la ceremonia, durante unas 3 horas.
En Potsdam, un par de cientos de ciudadanos acudieron a aplaudir a la pareja. Algunos llevaban banderines con la ense?a prusiana. Prusia no existe desde 1947, cuando las potencias aliadas que hab¨ªan derrotado a la Alemania nazi decretaron la supresi¨®n de las reminiscencias administrativas del reino que unific¨® los Estados Alemanes en 1871. El recuerdo de Prusia est¨¢, para muchos, estrechamente asociado con el militarismo del tatarabuelo del novio, el emperador Guillermo II, que contribuy¨® a meter Europa en la desastrosa carnicer¨ªa de la I Guerra Mundial. Si en alem¨¢n existiera la expresi¨®n "casposo", muchos aqu¨ª se la aplicar¨ªan a lo relacionado con Prusia.
Tambi¨¦n intentaban acceder a la zona de la boda unas decenas de manifestantes, que quer¨ªan protestar por el gasto p¨²blico de la cobertura televisiva y de las medidas de seguridad. Precisamente ese dispositivo policial les impidi¨® aproximarse a los invitados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.