Gulnara Karimova: Se acab¨® la fiesta para 'Superbarbie'
Mimada de la 'jet set' mundial, megamillonaria, dise?adora de moda, titulada por Harvard, embajadora en Espa?a... A la hija del dictador de Uzbekist¨¢n le han dado ahora con las puertas en las narices. Denunciada por las organizaciones humanitarias, ya nadie la quiere en el 'show'
Imaginemos que un tirano asi¨¢tico tuviera una hija que, gracias a los desmanes de su padre, hubiese acumulado una fortuna colosal, y que esta mujer se paseara por el mundo recibida por los famosos m¨¢s famosos de nuestra ¨¦poca, por los grandes cantantes, los pol¨ªticos, los futbolistas, los dise?adores de moda. Y que adem¨¢s fuera embajadora de su pa¨ªs en Espa?a,
Dif¨ªcil, ?no? Pues la realidad se acoge a esta macabra fantas¨ªa. Hablamos de Gulnara Karimova, megamillonaria, dise?adora de ropa y de joyas, cantante pop, hija de un dictador que en 2005 orden¨®, seg¨²n denuncian organizaciones de derechos humanos internacionales, la matanza a sangre fr¨ªa de cientos de hombres, mujeres y ni?os tras congregarlos deliberadamente en la plaza central de una ciudad de Uzbekist¨¢n, pa¨ªs que gobierna desde hace 21 a?os. Miles m¨¢s, a tenor de las citadas denuncias, han sido asesinados, torturados, privados de su libertad en c¨¢rceles atroces, cientos de miles de ni?os han sido obligados a hacer trabajos forzados, y siempre con el mismo fin: consolidar el poder y la riqueza del tirano Islam Karimov y de su adorada hija Gulnara, desde enero de 2010, como reza su p¨¢gina web, "embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de la Rep¨²blica de Uzbekist¨¢n en el Reino de Espa?a".
Exhibir su marca habr¨ªa sido su gran momento, pero fue expulsada de la semana de la moda de Nueva York
"Cuando tienes millones de d¨®lares," dijo Floyd Patterson, boxeador estadounidense una vez campe¨®n mundial de los pesos pesados, "tienes millones de amigos". La fortuna de la princesa uzbeka, una de las mujeres m¨¢s ricas de Suiza, donde reside cuando no est¨¢ en Londres o en Nueva York, se estima en m¨¢s de 500 millones de euros. Aqu¨ª una breve lista de algunos de sus amigos: Elton John, Julio Iglesias, Rod Stewart, Sting, Bill Clinton, Vlad¨ªmir Putin, ?scar de la Renta, Valentino, Cristiano Ronaldo, Lionel Messi y, en otro orden de cosas, Joan Laporta. Bueno, la palabra "amigos" quiz¨¢ sea, en algunos de estos casos, una exageraci¨®n, y ser¨ªa m¨¢s correcto hablar de gente que ha acudido a sus fara¨®nicas fiestas o de individuos que han ido a Uzbekist¨¢n invitados por la diva a cambio de enormes cantidades de dinero (Laporta, diputado independentista catal¨¢n y expresidente del F¨²tbol Club Barcelona, tiene el m¨¦rito de haberle exprimido dinero).
Hoy la Karimova, o Gugusha, como le llama su padre, est¨¢ en crisis. Ha sufrido el peor varapalo imaginable para una persona que ha dedicado todo lo que posee al doble objetivo de conquistar el reconocimiento de la jet set internacional y una respetabilidad social espectacularmente inmerecida. Hace dos semanas fue expulsada de la Semana de la Moda de Nueva York. Su participaci¨®n en el evento, donde el plan hab¨ªa sido exhibir en las pasarelas las ¨²ltimas creaciones de su marca personal, Guli, habr¨ªa representado el momento culminante de sus 39 a?os de vida. Pero, esta vez, las organizaciones de derechos humanos, tras a?os persigui¨¦ndola, la cazaron. A ella y a la gente que, cegada por su riqueza, le dio su ef¨ªmera amistad. Montaron manifestaciones en las calles de Manhattan, amenazaron el buen nombre de las empresas organizadoras del evento, Mercedes Benz e IMG, y no les qued¨® otra que informar a Gulnara de que era persona non grata en su glamuroso festival.
Ella tuvo la mala suerte de que su desfile coincidiese con la cosecha del algod¨®n en Uzbekist¨¢n, en septiembre, siendo el mes en el que, seg¨²n denuncian organizaciones humanitarias, cientos de miles de ni?os, algunos de ellos de solo 11 a?os, son obligados por el r¨¦gimen a abandonar el colegio y sus casas para trabajar en los campos recogiendo algod¨®n, el oro blanco uzbeko en el que se sustenta la fortuna de Gulnara y su padre. Y ahora, m¨¢s mala suerte. La empresa de joyas Chopard, gran aliada comercial de Gulnara, que tambi¨¦n dise?a joyer¨ªa, tambi¨¦n se ha visto obligada a reconocer que ha llegado el momento de romper con ella. Y eso pese a que la copresidenta de la marca de lujo suiza, Caroline Gruosi-Scheufele, ha sido una de sus principales aliadas durante a?os. Gruosi-Scheufele es, a su vez, muy amiga de Elton John, cuyas fiestas Chopard ha patrocinado. Seg¨²n fuentes en Londres, Gulnara se present¨® en un baile de gala que organiz¨® Elton John en junio, pero el cantante ingl¨¦s prefiri¨® ignorarla.
Se derrumba con alarmante rapidez la gran casa de mu?ecas que se ha construido la ni?a de los ojos del tirano, un mundo de fantas¨ªa en el que ha logrado reunir todos los ingredientes que ella considera necesarios para presentar una identidad ante el mundo de mujer fascinante, completa. Total woman. ?Cu¨¢les son los ingredientes?
Lo primordial, como el arroz para la paella, es el dinero. Con la fortuna adicional de que naci¨® guapa. Despu¨¦s:
T¨ªtulos. Es profesora universitaria en la capital de Uzbekist¨¢n, Taskent, en cuyas instituciones de educaci¨®n superior ha acumulado una amplia gama de t¨ªtulos, entre ellos un doctorado en Ciencias Pol¨ªticas; tambi¨¦n tiene un m¨¢ster de Harvard.
Madre. Est¨¢ divorciada, con dos hijos, cuya custodia exclusiva obtuvo tras la entrada en prisi¨®n de tres parientes de su exmarido, que huy¨® a Estados Unidos.
Su look. Tiene toda la ropa y las joyas que desea, el pelo rubio te?ido y es reina en las discotecas (un exembajador brit¨¢nico ha dicho que en las salas de baile de Mosc¨² se la podr¨ªa confundir con "las modelos que pululan en la corte de Vlad¨ªmir Putin").
Capaz de defenderse a s¨ª misma. Cintur¨®n negro en k¨¢rate.
Creativa. Adem¨¢s de dise?ar vestidos y joyas, canta: a dueto, en p¨²blico (B¨¦same mucho) con Julio Iglesias y sola, como se puede constatar en un v¨ªdeo musical producido por ella misma en el que canta una canci¨®n que hubiera sido una fuerte candidata al pen¨²ltimo puesto en el Festival de Eurovisi¨®n, 1964.
Amante de las multitudes. Es la que manda en el principal club de f¨²tbol de Uzbekist¨¢n, FCBunyodkor (conocido en su pa¨ªs como "el equipo de la hija del dictador), a trav¨¦s del cual forj¨® una conexi¨®n econ¨®mica (hoy rota) con el Barcelona y atrajo a Taskent adornos como Cristiano Ronaldo.
Defensora de los derechos humanos. Preside una organizaci¨®n para la defensa de los ni?os, otra, para las mujeres, y se declara activista en la lucha contra el sida.
Rodeada de hombres. M¨¢s all¨¢ de los famosos, siempre tiene a su disposici¨®n un elenco de guardaespaldas apuestos, todos apreciablemente m¨¢s j¨®venes que ella.
Mujer de negocios. Con la ayu??da inestimable de su padre, controla Zeromax, la empresa m¨¢s potente de Uzbekist¨¢n, con intereses en miner¨ªa, transporte y, por supuesto, algod¨®n.
Pol¨ªtica. Vicecanciller de Uzbekist¨¢n, especializada en temas culturales y humanitarios; embajadora ante las Naciones Unidas en Ginebra y embajadora en Espa?a.
ADI?S AL ESPECT?CULO DE LA MIMADA 'GUGUSHA'
En resumen, se ha inventado una imagen que re¨²ne todos los atributos a los que las divas han aspirado en ¨¦pocas cl¨¢sicas y en tiempos contempor¨¢neos. Cleopatra, Hillary Clinton, chica Bond, Evita, Madonna, Caterina la Grande, Madre Teresa, Coco Chanel, Paris Hilton, Ana Bot¨ªn: Gulnara Karimova, en su infantil imaginario, ha asimilado caracter¨ªsticas de todas ellas.
Y ahora todo lo tiene por perder. Nueva York le ha dado la espalda. Suiza, a trav¨¦s de Chopard, ha seguido el ejemplo estadounidense. En Londres ya no es bienvenida. Las revistas Vogue, Harper's Bazaar y Hello! seguramente se lo pensar¨¢n dos veces antes de volver a publicar entrevistas con ella. E incluso el Gobierno de Espa?a puede que se plantee declararla non grata tambi¨¦n, ya que el ruido de fondo que han estado haciendo las organizaciones internacionales de derechos humanos sobre ella durante a?os, hoy es, de repente, por fin, el ¨²nico ruido que se oye a su alrededor.
Quiz¨¢ no le quede otra opci¨®n a Gulnara que retirarse a su cueva uzbeka al amparo de su pap¨¢. Y al de sus guardaespaldas, que, de ahora en adelante, tendr¨¢n que estar algo m¨¢s alerta que en sus jornadas suizas o madrile?as. Seg¨²n un cable diplom¨¢tico estadounidense filtrado v¨ªa Wikileaks, Gulnara es "la mujer m¨¢s odiada de su pa¨ªs". Es posible que en alg¨²n rinc¨®n de su desorbitado cerebro lo sepa, y por eso fue que dej¨® su tierra y se invent¨® su fantas¨ªa de Superbarbie global.
Se acab¨® el Gugusha show. El boxeador Patterson tuvo raz¨®n cuando dijo que el dinero compraba amistad. Pero m¨¢s raz¨®n tuvo otro de sus compatriotas pesos pesados, Abraham Lin??coln, al se?alar que "se puede enga?ar a algunos todo el tiempo, y a todos alg¨²n tiempo, pero no se puede enga?ar a todos todo el tiempo".


EL OSCURO REINO DE KARIMOV
Cuando Uzbekist¨¢n logr¨® suindependencia en 1991, Islam Karimov pas¨® de ser un alto mando del partido comunista sovi¨¦tico a presidente de su pa¨ªs, puesto que mantiene a d¨ªa de hoy, y todo parece indicar que de por vida,utilizando los m¨¦todos represivos de Stalin y enriqueci¨¦ndose a s¨ªmismoy a su hija Gulnara a basedeunar¨ªgidamente controlada mafia estatal.
? ESTADO REPRESIVO
La Rep¨²blica de Uzbekist¨¢n es considerada uno de los Estados m¨¢s represivos del mundo, junto a Corea del Norte y Birmania, en los 'rankings' de las organizaciones de derechos humanos.
? SIN OPOSICI?N
Los 24 millones de habitantes de este pa¨ªs de Asia Central, donde seg¨²n diplom¨¢ticos, opositores al r¨¦gimen han sido asesinados, est¨¢n sometidos sin salida visible a la pobreza y el terror.
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