Cr¨®nica de la contracumbre: una "mani" en Sud¨¢frica

Sexta entrega desde la Cumbre del Clima de Durban, siempre de la mano de nuestro 'contracorresponsal' Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Barahona.

Fotos: Ainhoa Goma.

Si hay algo que los sudafricanos saben hacer mejor que nadie en el mundo, es manifestarse. Durante los a?os de lucha contra el apartheid todas las manifestaciones eran ilegales y, sin embargo, la poblaci¨®n negra de Sud¨¢frica nunca dej¨® de manifestarse en masa. Se enfrentaban a polic¨ªas armados hasta los dientes y con carta libre para usar la violencia cuanto y cuando quisieran. El ¨²nico arma que los manifestantes ten¨ªan era la m¨²sica: decenas de miles de personas cantando y bailando de una forma peculiar que se llam¨® toi-toi, y esa forma de entender las manifestaciones se ha quedado hasta hoy.

El s¨¢bado tuvo lugar en Durban la que probablemente haya sido la manifestaci¨®n sobre Cambio Clim¨¢tico m¨¢s grande que haya habido hasta ahora en ?frica. A mediados de febrero un grupo de organizaciones nos reunimos en esta misma ciudad para empezar a planear las acciones en torno a las negociaciones de estos d¨ªas. No es f¨¢cil movilizar a la poblaci¨®n contra el cambio clim¨¢tico en un pa¨ªs con problemas tan graves como un 50% de paro en algunos segmentos de la sociedad (y donde 17 a?os despu¨¦s del final delapartheida¨²n existeuna diferencia econ¨®mica abismal entre blancos y negros). En febrero, las ONG sudafricanas nos dec¨ªan que la manifestaci¨®n m¨¢s grande sobre cambio clim¨¢tico que se hab¨ªa producido en el pa¨ªs hab¨ªa reunido 1.500 personas en Johannesburgo.

Este s¨¢bado hubo unas 15.000.

En la marcha hab¨ªa grupos de mujeres campesinas que ya est¨¢n afectadas por el cambio clim¨¢tico, sindicatos, gente venida de todo ?frica y muchos ciudadanos de Durban que decidieron unirse a la marcha. Todos exigiendo a los negociadores que lleguen a acuerdos para limitar las emisiones y que pongan dinero para empezar YA a ayudar a los pa¨ªses m¨¢s pobres a adaptarse a lo que se les viene encima. Tambi¨¦n hab¨ªa demandas al Gobierno sudafricano para que cambie radicalmente su pol¨ªtica energ¨¦tica (Sud¨¢frica genera casi todo su energ¨ªa quemando carb¨®n, la forma m¨¢s da?ina para el calentamiento global).

El ambiente era m¨¢s de rabia que festivo, la verdad. La gente est¨¢ indignada de ver c¨®mo se nos acaba el tiempo. Lo sabemos, pero dejamos que se nos acabe. Cualquier calentamiento global ser¨¢ m¨¢s acusado en ?frica. Incluso si se consiguiera limitar el calentamiento a 2 grados de media, en ?frica ser¨¢n 3. El Director de una de las grandes ONG denunciaba ayer esta paradoja: varios pa¨ªses acaban de actuar con mano dura contra un dictador como Gadafi para proteger a la poblaci¨®n en Libia; pero, bloqueando las negociaciones del clima, algunos de estos mismos pa¨ªses ser¨¢n responsables de muchas m¨¢s muertes causadas por las sequ¨ªas, inundaciones y dem¨¢s efectos del cambio clim¨¢tico. ?Por qu¨¦ se lo permitimos?

En un acto por la noche, despu¨¦s de la movilizaci¨®n, Oxfam y Cambridge University Press presentaron un libro que explica porqu¨¦ con la legislaci¨®n existente en casi todos los pa¨ªses ya es posible condenar a gobiernos y empresas contaminantes a indemnizar a las personas afectadas por el cambio clim¨¢tico. Que se vayan preparando las compa?¨ªas de seguros, porque, si las negociaciones siguen a este paso, veremos c¨®mo pa¨ªses y empresas contaminantes se ver¨¢n obligadas por un juez a pagar enormes indemnizaciones a comunidades afectadas por sequ¨ªas, tifones o inundaciones.