Las secuelas de 'Chac¨®n & compa?¨ªa'
Un reportaje sobre la candidata a la secretar¨ªa general del PSOE provoca quejas. Todas las fuentes eran an¨®nimas y no se ofreci¨® a Chac¨®n la oportunidad de dar su versi¨®n
El suplemento Domingo del pasado fin de semana dedic¨® un extenso reportaje a la entonces candidata a secretaria general del PSOE Carme Chac¨®n. Con el t¨ªtulo Chac¨®n & compa?¨ªa, sosten¨ªa que "el influyente entorno de la aspirante (...) levanta profundas suspicacias en un sector del partido" por el temor a que el PSOE caiga en manos de "un conglomerado de intereses" externo a la organizaci¨®n. "Ferraz ha vuelto al escenario b¨¦lico", dec¨ªa. El art¨ªculo fue interpretado por muchos lectores como un episodio m¨¢s de esa batalla, un ataque a la candidata basado en insinuaciones y descalificaciones. Su publicaci¨®n provoc¨® una intensa pol¨¦mica en las redes sociales. Destacados dirigentes del PSOE se mostraron dolidos, como Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, presidente del 38? congreso, quien dej¨® escrito en Twitter: "Hoy leo un art¨ªculo sobre C. Chac¨®n innecesario y sectario. Triste"; el exministro Jordi Sevilla: "Me parece indignante el art¨ªculo sobre la 'compa?¨ªa' de uno, sin hablar de la del otro", y Javier Solana: "De acuerdo: indignante".
No puedo reproducir aqu¨ª los argumentos de los lectores, pero creo que las palabras de Jon Arrizabalaga, de Sant Cugat del Vall¨¨s, son un buen resumen: "El tratamiento y ocasi¨®n de este reportaje no responden a las reglas de oro del buen periodismo que este diario tanto presume de practicar, entre otras cosas porque ni se citan las fuentes de informaci¨®n, ni se da la palabra a la se?ora Carme Chac¨®n y/o al resto de las personas objeto de tan graves juicios descalificadores, ni cabe esperar otro reportaje de similar jaez, pongamos que bajo el t¨ªtulo Rubalcaba & compa?¨ªa, pues ya no quedan domingos para ello". Otros lectores, como Rafael Cabana, Pedro A. Noguera, V¨ªctor Fern¨¢ndez, Juan Jos¨¦ Castro, Ignacio Carb¨® del Moral y Pere Vilanova, piden tambi¨¦n explicaciones.
Las cr¨ªticas comienzan por el titular, Chac¨®n & compa?¨ªa, y su doble sentido de "entorno" y de "negocio", que, en palabras de Manuel Blanco, de Santander, define el enfoque, "una suerte de marco escandaloso de investigaci¨®n sobre una trama econ¨®mica y empresarial conspirativa y ajena al PSOE". Algunos lectores se?alan que el texto es altamente opinativo y deploran que est¨¦ basado en fuentes an¨®nimas pues, seg¨²n Juan Carlos Ortigosa, su uso "da lugar a muchos y grandes enga?os y permite todo tipo de invenciones". Diego Vali?o Seva, militante socialista de Oviedo, considera que EL PA?S ha tomado partido por Rubalcaba y lo atribuye a intereses del diario, pues entre los integrantes del entorno de Chac¨®n se?alados en el texto figuran Jaume Roures y Mediapro, con los que el Grupo Prisa mantiene un largo litigio por los derechos televisivos del f¨²tbol.Los responsables de Domingo encargaron a Luis G¨®mez un perfil de Carme Chac¨®n por ser la candidata menos conocida. G¨®mez explica c¨®mo lleg¨® a la tesis que expone: "A trav¨¦s de numerosas entrevistas, observ¨¦ un aspecto que me pareci¨® interesante sobre la candidatura de Chac¨®n: la existencia de un aparato externo y de una estrategia concebida hace ya mucho tiempo fuera de Ferraz. Este era un hecho muy conocido dentro de las ¨¦lites del partido, pero no en la calle. Me pareci¨® lo suficientemente relevante como para indagar, m¨¢xime cuando provoca una gran inquietud en importantes personalidades del PSOE. Quise contarlo de una forma directa, cruda y desapasionada. En un entorno electoral, era una decisi¨®n arriesgada".
Sobre las fuentes, admite que son "todas confidenciales", pero afirma que "sin fuentes an¨®nimas no son posibles estos reportajes". Y sobre las cr¨ªticas de que presenta a Carme Chac¨®n como una especie de marioneta de su marido, responde: "El papel de Miguel Barroso es capital en ese aparato. Pero no me pareci¨® que Carme Chac¨®n fuera alguien ajeno o sometido a esa estrategia. No creo en la ingenuidad: Chac¨®n es un animal pol¨ªtico desde los 16 a?os".
El primer responsable de un texto es su autor, pero tambi¨¦n lo son quienes autorizan su publicaci¨®n. He trasladado, pues, las quejas recibidas al director adjunto, Vicente Jim¨¦nez, y al subdirector de Domingo, Jan Mart¨ªnez Ahrens. La respuesta es conjunta y, como no cabe en este limitado espacio, pueden encontrar la versi¨®n ¨ªntegra en la p¨¢gina de la Defensora, junto a algunas de las cartas de los lectores. "No compartimos la cr¨ªtica de la falta de equilibrio", dicen. "El equilibrio est¨¢ en el rigor, en el contraste de las informaciones y en el respeto a las personas y a las instituciones. El peri¨®dico no juega a las equidistancias. En este caso, se inform¨® sobre la tensi¨®n que hab¨ªa en el PSOE entre un sector del partido y el entorno, poco conocido, de Chac¨®n. Ella era la novedad. El reportaje era pertinente, interesante y veraz".
Niegan tambi¨¦n que sea un texto beligerante y que tenga un fuerte componente de opini¨®n subjetiva: "Criticar no es atacar; denunciar no es agredir; contar la verdad no es violentar. Que un art¨ªculo resulte molesto para alguno de sus protagonistas no significa que sea beligerante. El tono del reportaje era correcto y sin descalificaciones. Los que afirman eso, ?han le¨ªdo los textos dedicados a pol¨ªticos como Sarkozy, Merkel, Berlusconi, Palin o Gingrich? Un medio debe ser cr¨ªtico. EL PA?S lo es, por desgracia para muchos, entre los que se cuentan muchos socialistas. Se trata de un reportaje pol¨ªtico extenso, elaborado a partir de muchas fuentes. Es valorativo e interpretativo, s¨ª, pero a partir de los hechos".
Sobre las fuentes, responden: "Las fuentes an¨®nimas son necesarias en muchos casos y est¨¢n admitidas por el Libro de Estilo. Del propio texto se deduce que son muchas las fuentes consultadas. Se trata de una pr¨¢ctica habitual y correcta en periodismo". La ¨²nica cr¨ªtica que aceptan es la de que no se da a la candidata ni a las personas aludidas, excepto a Javier de Paz, la oportunidad de rebatir los argumentos y defenderse. "Es un error imperdonable que no debemos cometer. Pero ninguno de los protagonistas se ha dirigido al diario para desmentir o matizar", se?alan.
Creo que el diario tiene el derecho y el deber de escrutar a cualquier candidato y de explicar lo que ocurre en los entresijos de la pol¨ªtica, no siempre evidente. Pero creo que en este caso el art¨ªculo adolece de una serie de carencias formales que justifican las cr¨ªticas de los lectores. En primer lugar, tiene un componente opinativo que va m¨¢s all¨¢ de la interpretaci¨®n. Esta debe basarse en hechos comprobables. El autor del texto parece asumir las posiciones de las fuentes y abundan las expresiones descalificadoras y de sospecha, como "PSOE, SA" o "Chac¨®n vende", que alimentan la impresi¨®n de beligerancia. Pero lo que creo que hace el texto m¨¢s endeble es el hecho de que todas las fuentes que aparecen sean an¨®nimas. Creo que no se puede decir de una de las personas citadas que "odia a Jos¨¦ Blanco y a Rubalcaba" bas¨¢ndose solo en un "seg¨²n dicen".
El uso de fuentes an¨®nimas debe estar muy justificado. ?No hab¨ªa ninguna fuente dispuesta a dar la cara? ?Por qu¨¦ no se enjuiciaba tambi¨¦n esa circunstancia? Creo que se deber¨ªa haber hecho un mayor esfuerzo por identificar a quienes emit¨ªan tan graves opiniones. De lo contrario, ?c¨®mo pod¨ªa el lector concluir que eran cr¨ªticas fundadas y no meras insidias? En todo caso, el Libro de Estilo establece claramente que "en los casos conflictivos, hay que escuchar o acudir siempre a las partes en litigio", cosa que no se ha hecho.
La disputa por la secretar¨ªa general del PSOE es un acontecimiento muy importante. Los responsables de Domingo deber¨ªan haber evaluado el descr¨¦dito que un texto con ese enfoque y esas carencias metodol¨®gicas pod¨ªa producir al diario, pues era previsible que pudiera ser interpretado como un ataque partidista destinado a erosionar a Chac¨®n y beneficiar a Rubalcaba. Y m¨¢s cuando, por las circunstancias del caso, pod¨ªa inducir, adem¨¢s, la sospecha de que el diario incurr¨ªa en conflicto de intereses.
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