El verdadero tesoro

Hace unos d¨ªas celebramos la recuperaci¨®n por Espa?a del tesoro del Nuestra Se?ora de las Mercedes en los tribunales estadounidenses. El valor de los bienes recuperados no se conoce con certeza, pero se estima en 300 millones de euros.

Seg¨²n un conocido informe de Adecco, entre 2008 y 2010 abandonaron el pa¨ªs cerca de 120.000 espa?oles altamente cualificados, siendo un importante porcentaje cient¨ªficos. S¨®lo el dinero invertido en su formaci¨®n supera con mucho el valor de las monedas del pecio. Si tuvi¨¦ramos en cuenta los beneficios de las empresas que no crear¨¢n aqu¨ª esos investigadores, el dinero de sus impuestos que no se recaudar¨¢ o el valor de sus potenciales descubrimientos, que otros disfrutar¨¢n, todo el oro y la plata recuperados nos parecer¨ªa de menor trascendencia.

?C¨®mo es posible que no nos afecte por igual la p¨¦rdida de ese tesoro, much¨ªsimo m¨¢s valioso?

?Cu¨¢l es el origen del poco reconocimiento social de nuestros cient¨ªficos?

La escasa cultura cient¨ªfica, el poco tiempo dedicado a la ense?anza experimental en la escuela o los escasos programas de ciencia realmente divulgativos en los medios de comunicaci¨®n pueden explicar la indiferencia del ciudadano, pero no de las autoridades.

Es fundamental que estas ¨²ltimas, ayudadas por los medios de comunicaci¨®n y otras entidades p¨²blicas y privadas, impulsen la cultura cient¨ªfica de la sociedad para que los ciudadanos se indignen de la misma manera cuando un cient¨ªfico tenga que abandonar el pa¨ªs que cuando nos expolien un cargamento de oro.