?Periodismo de c¨¢mara?

El Tribunal Constitucional se ha pronunciado por primera vez sobre la ¡°c¨¢mara oculta¡± como t¨¦cnica period¨ªstica y ha negado que su uso pueda ampararse en la libertad de informaci¨®n por ser altamente invasivo de la intimidad personal y la propia imagen. La sentencia se circunscribe a un caso concreto: el de una esteticista-naturista, sospechosa de intrusismo, grabada mediante c¨¢mara oculta en su despacho profesional por un periodista travestido de cliente y cuyo reportaje se emiti¨® despu¨¦s en la televisi¨®n valenciana. Pero emite un rechazo tajante a esta t¨¦cnica period¨ªstica cuando se proyecta directamente sobre el ¨¢mbito reservado y m¨¢s ¨ªntimo de la persona. Es el m¨¦todo mismo ¡ªsu utilizaci¨®n en ese espacio¡ª lo que est¨¢ constitucionalmente prohibido, apostilla el Constitucional.

El fallo ha provocado inquietud en medios period¨ªsticos, al suponer que causar¨¢ un da?o irreparable al periodismo de investigaci¨®n. Pero cabe preguntarse si procede identificar sin m¨¢s este g¨¦nero period¨ªstico con una t¨¦cnica ¡ªla c¨¢mara oculta¡ª basada en el ocultamiento y en el ardid o enga?o del propio periodista para camuflar su identidad profesional. Como si los deleznables m¨¦todos de espionaje de los correos electr¨®nicos de personas famosas ¡ªo no¡ª empleados por la prensa del grupo Murdoch en Reino Unido tuvieran algo que ver con el periodismo de investigaci¨®n.

Del fallo del Constitucional no se deduce por tanto una descalificaci¨®n generalizada de la ¡°c¨¢mara oculta¡±. El caso que se ha dilucidado, y que ha generado esta doctrina jur¨ªdica, se refiere exclusivamente a la extracci¨®n de informaci¨®n mediante un m¨¦todo invasivo que penetra hasta el m¨¢s ¨ªntimo reducto de la persona. El Constitucional no aplica en este caso su tradicional jurisprudencia sobre ponderaci¨®n de derechos: frente a la ¡°c¨¢mara oculta¡± no cabe alegar la libertad de informaci¨®n; prevalecen la intimidad y la propia imagen.