Sanidad p¨²blica, sanidad privada

En EL PA?S de 13 de febrero se comenta (Bata p¨²blica, bata privada, p¨¢g. 22) que la Generalitat catalana est¨¢ investigando al Hospital de la Seu d?Urgell, centro p¨²blico con gesti¨®n privada, donde, cerrados los quir¨®fanos por la tarde por falta de presupuesto, hay m¨¦dicos que aprovechan para operar en ellos a pacientes privados.

Y como nada nuevo hay bajo el sol, me gustar¨ªa recordar que en 1980, siendo diputada provincial de Madrid (luego pasar¨ªa a ser consejera de Salud de la Comunidad) descubr¨ª que en el entonces Hospital Provincial de Madrid a mi cargo ¡ªantes Francisco Franco, hoy en d¨ªa Gregorio Mara?¨®n¡ª hab¨ªa una denominada ¡°Cl¨ªnica¡± donde algunos m¨¦dicos, funcionarios p¨²blicos, atend¨ªan a sus pacientes privados, entre ellos al propio Franco, que pas¨® una temporada por tromboflebitis. Los gastos de la Cl¨ªnica ¡ªunos 130 millones anuales de pesetas¡ª eran sufragados por entero por la Diputaci¨®n Provincial.

Cort¨¦ de ra¨ªz esos abusos, no cerrando la cl¨ªnica pero s¨ª imponiendo unas tarifas m¨¢ximas por los diferentes actos m¨¦dicos, prohibiendo actuar durante la jornada laboral y, sobre todo, exigiendo que los pacientes pagaran v¨ªa hospital, lo que evitaba la evasi¨®n fiscal. Todo ello, con el consiguiente alboroto de los facultativos afectados. El Pleno de la Diputaci¨®n se vio obligado a sancionar a un eminente cirujano cardiovascular por desv¨ªo de pacientes, incumplimiento de sus obligaciones y acusada disminuci¨®n del rendimiento de su servicio, sanci¨®n que corrobor¨® el Tribunal Supremo desestimando la alegaci¨®n de abuso de poder alegada por el interesado.

Ojal¨¢ que nada de esto vuelva a repetirse, pero... .¡ª Mar¨ªa G¨®mez Mendoza.