Becas

El ministro de Educaci¨®n afirma que deben asociarse las becas a su aprovechamiento. Eso ya se hace. Teniendo en cuenta que mis alumnos tardan de media siete a?os en acabar una carrera de tres, el porcentaje de cr¨¦ditos aprobados es bastante menor del 60% que se pide para que te den la beca en ingenier¨ªas. Es decir, para tener beca ya tienes que esforzarte bastante m¨¢s que la media.

Supongo que me tocan la fibra sensible porque yo soy un producto del sistema de becas. Pude estudiar fuera de C¨®rdoba porque me dieron lo que entonces se llamaba ¡°beca compensatoria¡±. Me siento en deuda, y me esfuerzo en devolver m¨¢s de lo que me dieron. Creo que lo he conseguido. Investigo, doy clases razonablemente buenas a criterio de mis alumnos, transfiero tecnolog¨ªa a empresas, traigo estudiantes extranjeros a mi universidad, consigo proyectos internacionales, organizo congresos. Sin formaci¨®n universitaria, ?cu¨¢l habr¨ªa sido mi ¡°producci¨®n¡±? Para el Estado fui una inversi¨®n, no un gasto.

No era culpa m¨ªa mi situaci¨®n socioecon¨®mica familiar: un padre alcoh¨®lico, una madre ama de casa sin formaci¨®n que cri¨® lo mejor que supo a cuatro hijos. Fue ella la que me inculc¨® que mi vida pod¨ªa ser distinta a la suya, pero la oportunidad para conseguirlo me la dio el Estado. Me niego a aceptar que otros no puedan salir de una situaci¨®n similar porque el Estado decida dar los recursos limitados que tiene para becas con criterios que no son de justicia social.¡ª Mari Carmen Aguayo Torres. Profesora titular de la Universidad de M¨¢laga.