Siria: polvos y lodos
Entre Libia y Siria los esfuerzos humanitarios impulsados desde el exterior se encuentren bajo sospecha
El refr¨¢n castellano refleja adecuadamente lo que est¨¢ sucediendo en torno a Siria. De aquellos polvos (de Libia) han venido estos lodos sirios. Las Naciones Unidas est¨¢n bloqueadas a causa de ello, aunque desde luego tambi¨¦n por el cinismo ruso-chino, en especial el chino. El nuestro ya no es un mundo bipolar y en las relaciones internacionales de hoy, incluidas las econ¨®micas, los denominados BRIC (Brasil, Rusia, India, China) tienen una influencia creciente. Estos pa¨ªses permitieron que se aprobara en el Consejo de Seguridad (17-03-11) la resoluci¨®n 1973 que daba v¨ªa libre para actuar en nombre de la Responsabilidad de proteger (RdP). Obtuvieron entonces garant¨ªas por parte de Occidente para que no hubiera tropas sobre el terreno, se estableciera un embargo de armas, se exigiera un alto el fuego inmediato y se iniciaran conversaciones para lograr un arreglo pol¨ªtico entre Gadafi y sus oponentes. Sin embargo, tan pronto como se iniciaron los ataques, las garant¨ªas desaparecieron. La naturaleza de la acci¨®n fue alterada. Del objetivo de proteger a la poblaci¨®n se pas¨® al de cambiar el r¨¦gimen. Las protestas subsiguientes no pretend¨ªan defender a Gadafi sino hacer patente que lo puesto en marcha no se ajustaba ni a lo autorizado por el Consejo ni a la propia doctrina de la RdP, lanzada por la ONU en 2005. Gareth Evans, ex ministro australiano de Asuntos Exteriores y uno de los principales sostenedores de la misma, manifest¨® que librarse de Gadafi no formaba parte del consenso del Consejo de Seguridad y recientemente el embajador indio ante el organismo dec¨ªa que lo ocurrido en Libia ha ensombrecido la RdP.
Cierto es que muchos de sus defensores en Occidente estiman que la mejor manera de proteger al pueblo libio era mediante los ataques a¨¦reos para derrocar al r¨¦gimen que lo amenazaba. Pero no es menos cierto que, desde un punto de vista jur¨ªdico internacional, se puede esgrimir que la operaci¨®n, como dice Evans, se apart¨® del consenso establecido. Y ello ha provocado un sentimiento de recelo generalizado ante la RdP entre la mayor¨ªa de los integrantes de la comunidad internacional, en principio todos ellos contrarios a la injerencia en asuntos internos y defensores de la soberan¨ªa estatal. De ah¨ª que en el lapso de tiempo transcurrido entre los bombardeos en Libia y la dram¨¢tica situaci¨®n en Siria ¡ªque a todas luces clama por una intervenci¨®n¡ª los esfuerzos humanitarios impulsados desde el exterior se encuentren bajo sospecha. Por eso hay quien afirma que Siria es una v¨ªctima no intencionada del ¡°¨¦xito¡± en Libia. Si no ponemos alg¨²n tipo de remedio, ser¨¢ imposible volver a ejercer legalmente la RdP y la doctrina correr¨¢ riesgo de agostarse. Porque solo podr¨¢ mantenerse y avanzar paulatinamente hasta convertirse, primero en principio y luego en derecho del sistema jur¨ªdico global, si la comunidad internacional en su conjunto, o al menos no ¨²nicamente la que integra Occidente, la asume con convicci¨®n.
Resulta obvio que hay que reformar la legalidad, lo que equivale a reformar las Naciones Unidas
Los BRIC (como muchos otros Estados del Tercer Mundo) han tenido siempre reservas sobre la admisibilidad y eficacia del intervencionismo, pero la operaci¨®n libia las ha reafirmado. Los sufrimientos de la poblaci¨®n siria ¡ªen terminolog¨ªa de la Carta de la ONU¡ª son indecibles, adecuadamente descritos por Ban Ki-moon: ¡°Estamos viendo c¨®mo se bombardean vecindarios de forma indiscriminada, c¨®mo se emplean hospitales como centros de tortura, c¨®mo se abusa de ni?os de solo 10 a?os. Lo que vemos son, con toda certeza, cr¨ªmenes contra la humanidad¡±. ?ticamente, un panorama as¨ª merecer¨ªa una intervenci¨®n para derrocar a El Asad. Legalmente, no es posible. Resulta obvio que hay que reformar la legalidad, lo que equivale a reformar las Naciones Unidas. Es asimismo obvio que ello exige una labor larga y ardua. ?Qu¨¦ hacer mientras tanto?
Pol¨ªticamente hablando, apoyar y difundir la resoluci¨®n impulsada por la Liga ?rabe, votada por 137 Estados el 16-02-12 en la Asamblea General y que persigue una transici¨®n pac¨ªfica a la democracia, con elecciones libres y la exclusi¨®n del carnicero. No tiene valor vinculante por no estar respaldada por todos los miembros del Consejo, pero lo tiene, y muy alto, pol¨ªtico y moral.
Doctrinalmente hablando, someter a consideraci¨®n y debate la muy reciente iniciativa brasile?a (noviembre 2011) titulada ¡°Responsabilidad al proteger¡±, que persigue evitar la defunci¨®n de la RdP. Hay que tener en cuenta que pa¨ªses como Brasil o India critican la manera en que se ha utilizado en Libia la RdP, no tanto el principio. El documento brasile?o se titula ¡°Responsabilidad al proteger: elementos para el desarrollo y promoci¨®n del concepto¡±. Partiendo de la legitimidad y conveniencia de la RdP, pretende que sea utilizada para lo que fue concebida, esto es, para la protecci¨®n de la poblaci¨®n agredida por sus gobernantes, pero no para cambiar el r¨¦gimen. De ah¨ª que advierta que, si es imprescindible el uso de la fuerza porque las soluciones diplom¨¢ticas han fallado, dicho uso ¡°debe ser precedido de un an¨¢lisis global y prudente, caso por caso, de las posibles consecuencias de la acci¨®n militar¡±.
Coda para Estados hip¨®critas o c¨ªnicos (aunque tengan m¨¢s de mil millones de habitantes): sabido es que China ejerce una gran influencia en Asia central. En 2010, en Kirguist¨¢n, hubo graves disturbios y matanzas que podr¨ªan haberse extendido a la provincia lim¨ªtrofe china de Xinjiang. En una discusi¨®n sobre una posible intervenci¨®n en el vecino y peque?o pa¨ªs, una importante fuente china mantuvo que, si bien Pek¨ªn respeta el principio de no injerencia, ¡°los principios deben ser entendidos en funci¨®n de la realidad¡±. Siria debe ser algo virtual.
Emilio Men¨¦ndez del Valle es embajador de Espa?a y eurodiputado.
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