Ret¨®rica
Frente a la verdad, la ret¨®rica desaparece. Nada de tr¨ªadas que pudieran confundir o despistar.
Si en los d¨ªas anteriores a la consumaci¨®n de la reforma laboral Rajoy predicaba de ella que ser¨ªa amplia, profunda y equilibrada, una vez perpetrada ha dado en calificarla de justa, buena y necesaria. La tr¨ªada adjetival es la vaselina destinada a reducir los desgarros que la violaci¨®n ha comenzado a provocar en el cuerpo social. ?Que por qu¨¦ siempre tres adjetivos y no uno o dos? Por una cuesti¨®n de ritmo, desde luego, pero tambi¨¦n por un problema de car¨¢cter t¨¦cnico con la verdad. Si hubiera afirmado de la reforma que era justa, y solo justa, siendo tan obvio su desafuero, ¨¦ste habr¨ªa resultado a¨²n m¨¢s evidente. Podr¨ªa haber dicho solo que era buena, pero quiz¨¢ se habr¨ªa puesto rojo de verg¨¹enza ante una mentira tan palmaria. De haberse quedado en que era necesaria, muchos nos habr¨ªamos preguntado para qui¨¦n. Recitando que era justa, buena y necesaria constru¨ªa una letan¨ªa en la que lo que se escuchaba, m¨¢s que su significado, era su sonido, su cadencia, su m¨²sica (su sonido, su cadencia, su m¨²sica, ?verdad que suena bien?). Pura trampa ret¨®rica al servicio de ocultar la basura. Observen la diferencia con De Guindos cuando se limit¨® a calificarla de extremadamente agresiva. Frente a la verdad, la ret¨®rica desaparece. Nada de tr¨ªadas que pudieran confundir o despistar. Podr¨ªa haber dicho que era extremadamente agresiva, extremadamente belicosa y extremadamente pendenciera, pero la carga adjetival habr¨ªa puesto en guardia a su interlocutor (?de qu¨¦ me quiere convencer?). Algo extremadamente agresivo es algo extremadamente agresivo y punto, al modo en que un cuchillo corta o no corta. Reparen tambi¨¦n en el ejemplo de Rosell, el jefe de la patronal, cuando le dijo a su segundo que se aguantara la risa ante las c¨¢maras. No le dijo agu¨¢ntate la risa, reprime la alegr¨ªa y disimula el contento. Entendemos por qu¨¦.
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