Evitar un ataque
El Pent¨¢gono carece de indicaciones de que Ir¨¢n haya decidido desarrollar el arma at¨®mica
El sonido de los tambores para otra guerra preventiva, esta vez contra Ir¨¢n, est¨¢, preocupantemente, ganando intensidad. Parte de Israel pero encuentra un eco en la pol¨ªtica y en la sociedad norteamericana, aliado indispensable. Sin embargo, al tiempo que se prepara para ello, la Administraci¨®n de Obama recela de un conflicto de dudosa eficacia y de consecuencias incalculables en tiempos de dificultades econ¨®micas.
El Gobierno israel¨ª considera que si no se destruyen las instalaciones nucleares iran¨ªes, Teher¨¢n podr¨ªa entrar en una ¡°zona de inmunidad¡±, m¨¢s all¨¢ de la cual ya no bastar¨ªa un ataque para impedir que fabrique armas at¨®micas, perspectiva que califica de ¡°amenaza existencial¡±, si bien es su seguridad existencial la que deriva m¨¢s bien de sus propias armas nucleares y de su alianza de hierro con EE UU.
Hoy por hoy, no se puede asegurar que Ir¨¢n busque realmente la bomba. No solo lo dice el que verdaderamente manda en Ir¨¢n, el ayatol¨¢ Ali Jamenei ¡ªaunque no hay por qu¨¦ creerle¡ª, sino el propio secretario de Defensa de EE UU, Le¨®n Panetta, que cree que hay grandes posibilidades de que Israel ataque, pero tambi¨¦n que pese a que Ir¨¢n enriquece uranio, ¡°no hay indicaciones¡± de que Teher¨¢n haya decidido desarrollar armas at¨®micas, y que las autoridades iran¨ªes har¨¢n un ¡°c¨¢lculo de coste-beneficio¡± antes de decidirlo. Panetta incluso piensa que los iran¨ªes podr¨ªan optar por la opci¨®n japonesa de poder fabricar una bomba sin por ello dar el paso crucial.
Ir¨¢n no ha permitido que inspectores del Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica visitaran la planta de Parchin donde sospechan que las actividades nucleares no tienen ¨²nicamente fines civiles. Y el r¨¦gimen se ha adelantado a la sanci¨®n europea cortando sus exportaciones de crudo a Francia y a Reino Unido (lo que ha hecho subir el precio del petr¨®leo). Pero a la vez, probablemente acuciados por los efectos de las sanciones econ¨®micas y financieras de EE UU y la UE, los negociadores iran¨ªes han mandado recado para retomar las negociaciones con los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad m¨¢s Alemania. Es un camino que hay que volver a explorar. No se trata de apaciguar, sino de buscar una salida razonable y evitar un ataque ilegal que vendr¨ªa dictado por consideraciones geopol¨ªticas que van m¨¢s all¨¢ de la cuesti¨®n nuclear y no beneficiar¨ªa a nadie, salvo al r¨¦gimen teocr¨¢tico que se ver¨ªa reforzado y convencido entonces de la necesidad de hacerse con la bomba.
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