El rapto de Europa: una respuesta socialista

Vivimos momentos hist¨®ricos para el porvenir de Europa y, como en el mito griego, asistimos a una nueva tentativa de rapto. Esta vez no es Zeus quien la rapta, sino los mercados financieros que pretenden frenar la integraci¨®n europea, poniendo en peligro nuestro futuro. El proyecto europeo, el destino de casi 500 millones de ciudadanos, est¨¢ en juego.

Mientras nos han anunciado estos ¨²ltimos meses una refundaci¨®n europea, asistimos simplemente a una nueva modificaci¨®n de los tratados. Hemos seguido con decepci¨®n los diecisiete Consejos Europeos que supuestamente deber¨ªan haber dado una respuesta a la crisis. Desgraciadamente, nada de todo esto parece haber brindado una soluci¨®n a los verdaderos desaf¨ªos a los que se enfrenta la Uni¨®n Europea.

La propuesta de la derecha conservadora que dirige hoy el destino de la mayor¨ªa de los 27 pa¨ªses europeos se limita a un plan de reforma centrado sobre los aspectos financieros y presupuestarios. La pol¨ªtica est¨¢ ausente, al igual que una verdadera reforma econ¨®mica que es lo que requiere realmente la Uni¨®n.

Nadie pone en duda la necesidad de la responsabilidad presupuestaria. Los socialistas la reclaman. El Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero la ha llevado a cabo en Espa?a. El candidato socialista franc¨¦s la ha hecho suya en su pa¨ªs, anunciando para el 2017 un objetivo de equilibro de las finanzas p¨²blicas francesas.

La pol¨ªtica est¨¢ ausente, al igual que una verdadera reforma econ¨®mica que es lo que requiere la Uni¨®n

En esta direcci¨®n entiendo la postura de Fran?ois Hollande y sus propuestas para la reforma del Tratado. Los socialistas europeos no tenemos ning¨²n problema en adherirnos a las necesidades de la responsabilidad presupuestaria, que pueden manifestarse a trav¨¦s de compromisos a nivel nacional o de obligaciones a nivel europeo. El control del d¨¦ficit debe de estar garantizado. Somos los primeros en ser conscientes de que la crisis de la deuda es un grave obst¨¢culo para el impulso de las pol¨ªticas sociales, la deuda estructural es el c¨¢ncer del Estado de bienestar. Asumir este compromiso en el nuevo tratado no plantea problema alguno, pero no basta, es insuficiente.

En efecto, se ha hablado de ciertas reformas fiscales pero, ?acaso se ha tratado la refundaci¨®n del sistema fiscal europeo en el mismo momento en el que nos preparamos para la negociaci¨®n de perspectivas financieras de la Uni¨®n Europea? ?Y qu¨¦ decir de los eurobonos? ?Qu¨¦ lugar ocupan las fundaciones del Fondo Monetario Europeo? ?Debemos continuar aceptando el papel estrictamente monetario de Banco Central Europeo?

Por ello, considero positiva la visi¨®n que muestra el candidato socialista franc¨¦s que desea aprovechar el tiempo entre la firma del Tratado y su ratificaci¨®n para renegociar paralelamente y proponer reformas econ¨®micas y pol¨ªticas de calado.

Hemos seguido con decepci¨®n todas las discusiones de los diferentes Consejos Europeos y hemos constatado que en ning¨²n momento los 27 han tratado seriamente las cuestiones relacionadas con la econom¨ªa real y el crecimiento: no se ha hecho ninguna referencia a los programas de inversi¨®n de la Uni¨®n, ni a las infraestructuras, a la ampliaci¨®n y profundizaci¨®n del mercado interior o a nuevas pol¨ªticas comunes en sectores como la energ¨ªa, la investigaci¨®n, etc.; un silencio absoluto sobre nuestra pol¨ªtica comercial.

Es tiempo de establecer un verdadero ¡°gobierno econ¨®mico¡± europeo. Estamos acostumbrados a reformar los distintos Tratados de la Uni¨®n con simples retoques, haci¨¦ndolo siempre tarde y mal. Ha llegado el momento de introducir nuevas reglas para garantizar un ¡°gobierno econ¨®mico¡± y una agenda social renovada.

Este es el esp¨ªritu que debe prevalecer en las propuestas socialistas. Ciertamente, hay que reformar el Tratado de la Uni¨®n pero debemos hacerlo en profundidad y seriamente. Nos negamos a concebir una ¨²nica Uni¨®n Presupuestaria, aspiramos a construir una verdadera Uni¨®n Europea Pol¨ªtica, Econ¨®mica y Social (EUPES). Debemos garantizar el porvenir de este prodigioso proyecto que es la Uni¨®n Europea.

Europa ha sabido aportar a quinientos millones de ciudadanos la paz, el Estado de bienestar, la prosperidad, la justicia y la libertad, gracias al trabajo y a la lucha de miles de europeos durante los ¨²ltimos sesenta a?os. No vamos a permitir que nuevos dioses, los mercados, nos secuestren la Europa del siglo XXI, aunque vengan disfrazados, en esta ocasi¨®n, de vellocino de oro.

Miguel ?ngel Moratinos es exministro de Asuntos Exteriores y de Cooperaci¨®n