Hugh Grant busca su linaje
Cada vez m¨¢s alejado del cine, el actor brit¨¢nico presta su imagen para financiar un museo de linaje escoc¨¦s

Hugh Grant tiene fama de pijo y le molesta. Muchas veces se ha rebelado contra ese sambenito reduccionista que, seguramente, no hace justicia a los matices de su indescifrable personalidad, entre distante e ir¨®nica, y a las numerosas causas por las que pelea. Sin embargo, su acento en un perfecto queen¡¯s english (el ingl¨¦s de la reina), su afici¨®n por el golf y ese tartamudeo del que hace gala en sus pel¨ªculas, dificultan su lucha porque su identidad se imponga a su estigma de posh. Tampoco ayuda su pertenencia a la noble familia escocesa de los Grant de Glenmoriston, un linaje que ha acunado en su seno a grandes militares, m¨¦dicos y exploradores.
Ahora intenta mantener viva la memoria de sus antepasados y ha aceptado apadrinar un museo que celebra las castas militares escocesas, The highlanders museum, en Fort George, Escocia. El actor ha prestado su imagen para conseguir las 350.000 libras (417.000 euros) que necesita el museo para ser restaurado y modernizado sin miedo a dar alas al eterno chiste, ese que cuenta que el pr¨ªncipe Guillermo es el ¨²nico hombre m¨¢s pijo que Grant en Reino Unido.
¡°Desciendo de un linaje de soldados de las Tierras Altas escocesas y sol¨ªa visitar el museo de Fort George cuando era joven. Soy un incondicional de este lugar¡±, proclama el actor. Su abuelo fue destinado al cuartel de Fort George (hoy convertido en sede de la exposici¨®n) tras la Segunda Guerra Mundial. Era el Coronel James Murray Grant que recibi¨® honores por su servicio en la batalla con los llamados Seaford Highlanders.
Tambi¨¦n su padre, el Capit¨¢n James Murray Grant sirvi¨® en uno de los regimientos de los Highlanders. ¡°He hecho una donaci¨®n y espero que otras personas a las que les importa la memoria de estos regimientos hagan lo mismo¡±. Su lucha por rescatar su pedigr¨ª comenz¨® en 2010 cuando los responsables de la exposici¨®n alertaron de que la instituci¨®n necesitaba una inyecci¨®n de 2,9 millones de libras (unos 3,4 millones de euros).
Esta es s¨®lo la ¨²ltima causa a la que se ha adherido el actor, que ¨²ltimamente se ha rebajado a la m¨ªnima expresi¨®n sus apariciones en el cine para reciclarse en activista pol¨ªtico. Su carrera lleg¨® a la c¨²spide con Cuatro bodas y un funeral. Se convirti¨® en uno de los taquillazos m¨¢s sonados en toda la historia del cine brit¨¢nico y Grant logr¨® un Globo de Oro y un BAFTA por aquella interpretaci¨®n. Su ¨¦xito sigui¨® con El diario de Bridget Jones o Love actually donde volvi¨® a explotar un rol muy parecido de gal¨¢n ingl¨¦s por lo que ha sido acusado de interpretar una y otra vez el mismo papel.
Su reiterada interpretaci¨®n de un caballero rom¨¢ntico y balbuciente s¨®lo han solidificado su imagen pulcra de se?orito ingl¨¦s. Su ¨²ltimo trabajo es un papel como doblador en la pel¨ªcula de animaci¨®n, Piratas, que se estrenar¨¢ este verano aunque su vida tiende a alejarse cada vez m¨¢s de la gran pantalla. ?l mismo dice que ya no aspira a mucho m¨¢s en el mundo del cine. ¡°Nunca he sido un actor entusiasta y ahora estoy fascinado con mi nueva faceta pol¨ªtica¡±, asegura. Adem¨¢s de defender a los guerreros escoceses, en los ¨²ltimos meses el actor se ha dedicado sobre todo, a denunciar los abusos de la prensa brit¨¢nica en el esc¨¢ndalo de las escuchas del peri¨®dico de Ruphert Murdoch de News of the World.
En cuanto a su vida privada, en noviembre pasado hizo p¨²blica su paternidad, fruto de un ¡°romance fugaz¡±. Entonces dijo que estaba feliz y dispuesto colabora. La madre es Tinglang Hong, una actriz china de 30 a?os para la que ha conseguido una orden de alejamiento por la cual los paparazis no se pueden acercar a menos de 100 metros de su beb¨¦. Ahora ejerce de padre a la vez que sigue siendo el eterno soltero de oro. Una de sus relaciones m¨¢s conocidas fue su noviazgo con la modelo Elizabeth Hurley en los a?os noventa.
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