Adulterios y otros juguetes divertidos
"En este laberinto de pasiones, la parte m¨¢s oscura es el car¨¢cter de esta mujer, que la impulsa a acudir siempre al rescate de su marido, Strauss-Kahn, con amor y una bolsa con un mill¨®n de d¨®lares en met¨¢lico bajo el brazo"

Anne Sinclair tiene todas las cartas en la mano para mandar al infierno a su pri¨¢pico y libertino consorte, que, al parecer, se comporta como un deshollinador sexual. Hasta ahora no ha usado ninguna de sus bazas. Sigue siendo un misterio que haya mujeres dispuestas a perdonar siempre las infidelidades del marido. Si el hecho no trasciende las paredes del hogar, la cuesti¨®n se resuelve muchas veces con susurros y l¨¢grimas, mediante un largo silencio o con el jarr¨®n chino estampado contra la pared. Pero en ocasiones el adulterio de un macho famoso se convierte en un evento social, pasto de la basura del coraz¨®n, en cuyo caso la mujer queda en una situaci¨®n p¨²blicamente desairada, con el orgullo puesto a remojo.
Anne Sinclair no necesita a Dominique Strauss-Kahn para nada. Es inteligente, millonaria, hecha a s¨ª misma; en su momento se saci¨® de fama como periodista de televisi¨®n con su programa semanal 7 sur 7 en TF1 que reun¨ªa a 12 millones de espectadores. Precisamente en el plat¨®, durante una de aquellas entrevistas, en 1989, conoci¨® a este baranda, entonces un oscuro diputado socialista, simp¨¢tico, plet¨®rico, seductor. Cay¨® como una t¨®rtola. Ese mismo d¨ªa se enamoraron de forma fulminante, abandonaron a sus gastadas parejas y el 26 de noviembre de 1991 se casaron ¨Cella por segunda vez, ¨¦l por tercera¨C y cada uno aport¨® su prole respectiva. Anne tuvo que abandonar su trabajo de periodista cuando el pol¨ªtico fue nombrado ministro de Econom¨ªa en el Gobierno de Lionel Jospin, un detalle accesorio frente al enigma principal de la psicolog¨ªa femenina: por qu¨¦ esta mujer tan libre sigue enganchada a este glot¨®n sexual, que la obliga al desairado papel de tener que defenderle como una loba cada vez que este penetrador nato decide exaltar el propio ego con un alarde de atleta genital.
Durante los 20 a?os de matrimonio, ya en 1999 Strauss-Kahn tuvo que dimitir del Gobierno por esc¨¢ndalo. Fue absuelto. Luego se produjo el manoseo a la periodista Tristane Banon mientras lo entrevistaba en 2003. Fue absuelto. Despu¨¦s sobrevino el supuesto combate a dos en una suite del hotel Sofitel de Nueva York con la camarera negra Nafissatou Diallo. Fue absuelto. Ahora est¨¢ involucrado en una red de prostituci¨®n, a merced del macarra proxeneta Dodo la Salmuera, todo un angelito. Desde la cumbre del Fondo Monetario Internacional, Strauss-Kahn se ha arrojado al vac¨ªo y abajo lo ha esperado una vez m¨¢s su esposa con el colch¨®n matrimonial.
En este laberinto de pasiones, la parte m¨¢s oscura es el car¨¢cter de esta mujer, que la impulsa a acudir siempre al rescate de su marido con amor y una bolsa con un mill¨®n de d¨®lares en met¨¢lico bajo el brazo. Sinclair ha dicho: ¡°Estoy con este hombre porque es muy divertido¡±. He aqu¨ª un detalle c¨¢ustico e ir¨®nico que nos permite aceptar que no es ninguna idiota. En este mundo, lo primero es divertirse, y caiga despu¨¦s el templo sobre todos los filisteos derribado por este Sans¨®n. En la psicolog¨ªa femenina siempre hay un pliegue secreto que tambi¨¦n pudo forzar a Ana Karenina o a Madame Bovary a quedarse en casa y aguantar. A fin de cuentas, lo mismo Tolst¨®i que Flaubert iban a ciegas a la hora de explorar el coraz¨®n de la mujer.
Anne Sinclair naci¨® el 15 de julio de 1948 en Nueva York, donde su familia, de origen jud¨ªo, se hab¨ªa refugiado durante la guerra mundial huyendo de los nazis. Su abuelo Paul Rosenberg fue marchante de Picasso, de Braque, Matisse y de otros pintores famosos de la vanguardia hist¨®rica. La colecci¨®n de pintura fue expoliada por los nazis y recuperada despu¨¦s de la contienda. La belleza de su juventud ha quedado rezagada a¨²n en el rostro de esta mujer de 63 a?os. Tiene ese estilo que se deriva de haberse criado entre obras de arte. Levantar la vista del plato y encontrarse en la pared de enfrente en el comedor con un picasso o tener un desnudo de Matisse en el vestidor acaba por posarse en la piel, en la mirada, en los gestos sofisticados. Llega un momento en que el refinamiento de estar sobre todas las cosas tambi¨¦n es una obra de arte.
Anne Sinclair acaba de ser nombrada directora de la edici¨®n francesa de The Huffinton Post, el peri¨®dico digital m¨¢s visitado del mundo. Ha vuelto a su trabajo en cabeza de una fuerza informativa emergente. Ella seguir¨¢ siendo una gran profesional, y como jud¨ªa religiosa, mujer fuerte, una de dos: mandar¨¢ al infierno a su marido o lo soportar¨¢ en el fondo como a un hijo y dejar¨¢ que se divierta con sus juguetes, siempre, tal vez, que despu¨¦s se lo cuente.
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