Madrid-Lisboa
La anulaci¨®n de la parte portuguesa del AVE va en detrimento del futuro de ambas econom¨ªas
Acuciado por los dr¨¢sticos recortes en el gasto p¨²blico, el Gobierno portugu¨¦s ha decidido abandonar definitivamente su parte del proyecto de AVE Madrid-Lisboa que deb¨ªa unir el pa¨ªs luso a la red de alta velocidad europea, algunos de cuyos tramos ya estaban atribuidos a empresas espa?olas. No es una sorpresa. Los conservadores de Pedro Passos Coelho no consideraban una prioridad la alta velocidad ferroviaria para su pa¨ªs, que estuvo en suspenso de hecho desde su llegada al poder, en junio de 2011. Aunque comprensible, dada la dram¨¢tica estrechez de sus cuentas p¨²blicas, Portugal se queda as¨ª sin un proyecto de futuro que afecta tambi¨¦n a Espa?a, que ahora tendr¨¢ que replantearse la situaci¨®n. Al menos el Gobierno luso ha dado indicaciones de que que mantendr¨¢ el proyecto del ancho de v¨ªa europeo para permitir este enlace, aunque a una velocidad menor.
Las econom¨ªas de Portugal y Espa?a est¨¢n ¨ªntimamente ligadas por la geograf¨ªa, por las inversiones mutuas y por la pertenencia de ambos pa¨ªses al euro y a la UE. Los problemas de Portugal nos afectan y viceversa. La econom¨ªa portuguesa estaba estancada desde 1999 y, a diferencia de la espa?ola, no disfrut¨® de los a?os buenos del euro. Y cuando lleg¨® la crisis de la deuda soberana, Portugal se vio obligada en mayo pasado a solicitar la intervenci¨®n de la UE y del FMI para poder financiarse. A cambio de un pr¨¦stamo de 78.000 millones de euros, del que caben dudas sobre si ser¨¢ suficiente, se le impusieron draconianas medidas de reducci¨®n del d¨¦ficit y duras reformas que costaron las elecciones a los socialistas de Jos¨¦ S¨®crates. De momento, la condici¨®n del enfermo se ha agravado: si en 2011 ha vivido una contracci¨®n del PIB de 3%, en 2012 a?adir¨¢ otro 4,8%. Sin embargo, Passos Coelho ha rechazado flexibilizar los plazos de reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico, y mantiene que Portugal volver¨¢ a la senda del crecimiento en 2013 de la mano de la inversi¨®n privada y unas exportaciones que ya est¨¢n creciendo.
Hasta ahora, los portugueses han aguantado con estoicismo la cura, con reformas en serio y sin tanta agitaci¨®n social como los griegos. La huelga general convocada ayer por la central comunista CGTP contra los recortes y una reforma laboral que abarata el despido no tuvo el mismo seguimiento que la anterior de noviembre, que hab¨ªa apoyado la UGT socialista, que esta vez, aunque a rega?adientes, ha considerado que acepta las fuertes medidas de choque.
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