?Viva el f¨²tbol mixto!
Por Bonifacio de la Cuadra
El estupendo reportaje de ?ngeles Espinosa "Jugar al f¨²tbol con velo para no incitar al pecado", sobre las dificultades que las mujeres encuentran en algunos pa¨ªses isl¨¢micos para hacer deporte y participar en competiciones internacionales, me recuerda la discriminaci¨®n a la que tienen que enfrentarse las deportistas en pa¨ªses mucho m¨¢s avanzados, no a causa de desfasados tab¨²es religiosos, sino solo, exclusivamente, por su condici¨®n femenina.La sociedad saud¨ª se ampara -nos cuenta Espinosa- en ¡°razones culturales y religiosas¡± para apartar a las mujeres del deporte y excluirlas de la educaci¨®n f¨ªsica (¡°la virginidad de las ni?as podr¨ªa resultar afectada por el exceso de movimiento y los saltos¡±, seg¨²n un jeque asesor de la Casa Real, mientras que otro influyente cl¨¦rigo considera los deportes para la mujer como ¡°pasos del diablo¡± que la conducir¨ªan a un comportamiento antiisl¨¢mico y a la corrupci¨®n moral). De modo que, sin que se proh¨ªba por escrito, la pr¨¢ctica deportiva est¨¢ proscrita all¨ª si se hace ¡°en p¨²blico¡±, si bien las pegas que se ponen se centran en el vestuario de las deportistas y en el riesgo de mezcla con el otro sexo. De ah¨ª que haya sido recibido con alborozo que el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) inicie conversaciones con diversos comit¨¦s nacionales y que la Federaci¨®n Internacional de F¨²tbol Asociaci¨®n (FIFA) haya autorizado que las futbolistas musulmanas puedan jugar con una capucha que les tape el cabello y el cuello.
Los esfuerzos para discriminar a la mujer solo por serlo se disfrazan de los modos m¨¢s estramb¨®ticos. En un interesante art¨ªculo de ?ngeles Caso, publicado el D¨ªa Internacional de la Mujer ("Tambi¨¦n las mujeres sab¨ªan pintar"), se descubre c¨®mo a lo largo de la historia se ha tratado de escamotear la capacidad de las mujeres para pintar, una actividad que, en principio, ni los m¨¢s mis¨®ginos tendr¨ªan por qu¨¦ negar al g¨¦nero femenino. Caso atribuye el prejuicio ¡°a creer que casi todas las cosas importantes de la humanidad -salvo parir- las han hecho los hombres¡±. Demuestra con datos la intervenci¨®n de la mujer en el arte pict¨®rico, a pesar del criterio de Bocaccio: ¡°El arte es ajeno al esp¨ªritu de las mujeres, pues esas cosas solo pueden realizarse con mucho talento, cualidad casi siempre rara en ellas¡±.
La obsesi¨®n por establecer justificaciones antropol¨®gicas para discriminar a las mujeres resulta cada vez m¨¢s anacr¨®nica y acient¨ªfica. En un meticuloso trabajo, Mal¨¦n Ruiz de Elvira, tras consultar neurocient¨ªficos, neuropsic¨®logos, bi¨®logos y otros expertos, llega a la conclusi¨®n de que, existiendo distinta anatom¨ªa cerebral, no hay diferencia ¡°en lo que es el n¨²cleo duro de la capacidad intelectual¡±.
La igualdad de derechos entre ambos sexos terminar¨¢ imponi¨¦ndose, sin que la pr¨¢ctica mixta del deporte sea una excepci¨®n, incluida la posibilidad de que futbolistas de ambos sexos compartan las selecciones nacionales de sus respectivos pa¨ªses, emblem¨¢ticas de unas naciones que no solo cuentan con hombres.
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