Por qu¨¦ la reforma laboral es tan necesaria

El mayor fracaso de la econom¨ªa espa?ola durante su etapa democr¨¢tica ha sido su elevada y persistente tasa de desempleo. En las tres d¨¦cadas transcurridas desde el Estatuto de los Trabajadores de 1980 hasta 2010, la tasa promedio de desempleo espa?ola ha sido del 14.5%, 1,7 veces superior que la UE a 15, cuyo promedio ha sido del 8,5% y 1,6 veces mayor que el ¨¢rea euro a 12 que ha sido del 9,2%.Y ello a pesar de que el PIB espa?ol ha crecido en las tres d¨¦cadas a un promedio del 2,6% frente al 2,2% de la UE a 15 y al 2,1% del ¨¢rea euro a 12.

Estas enormes diferencias han aumentado con la reca¨ªda actual. En diciembre 2011, la tasa de desempleo espa?ola alcanzaba el 23,6%, 2,2 veces mayor que el 10, 8% del ¨¢rea euro y la tasa de desempleo en los j¨®venes de 16 a 24 a?os alcanzaba ya el 50%, 2,4 veces mayor que el 21,6% del ¨¢rea euro.

En estas tres d¨¦cadas, ni los agentes sociales han conseguido negociar una soluci¨®n a tan grav¨ªsimo problema, ni ning¨²n gobierno se ha atrevido a realizar un cambio tan profundo del mercado laboral y de la negociaci¨®n colectiva como el planteado ahora por el actual gobierno. Esta propuesta de reforma es, con gran diferencia, la que m¨¢s ha avanzado en conseguir la necesaria flexibilidad externa, reduciendo costes de despido, e interna, permitiendo reducciones de horas de trabajo, de salarios y restructuraciones de puestos de trabajo, antes que forzar las empresas al cierre y al despido.

La salida de las recesiones se ha retrasado siempre por la excesiva ca¨ªda del empleo

Prueba palpable y reciente de la necesidad de la reforma es que los convenios suscritos por los agentes sociales han permitido que los salarios reales hayan seguido aumentando durante el per¨ªodo 2008-2010, mientras la tasa de empleo ca¨ªa 10 puntos porcentuales.

Sin embargo, es una reforma que puede ser mejorada en su tramitaci¨®n parlamentaria ya que deber¨ªa haber eliminado definitivamente los contratos temporales, as¨ª como los innumerables indefinidos existentes, dejando s¨®lo un indefinido a tiempo completo con costes de despido crecientes con los a?os de servicio hasta alcanzar la media del ¨¢rea euro y otro indefinido a tiempo parcial que fomente seriamente la escasa contrataci¨®n a tiempo parcial (13% frente al 22% de la UE). Asimismo, deber¨ªa haber incorporado el modelo austriaco.

Los contratos temporales han creado un mercado de trabajo dual donde los trabajadores mayores, con contratos indefinidos, no eran despedidos porque costaban 45 d¨ªas por a?o de servicio, mientras que los j¨®venes, con contratos temporales, pod¨ªan ser despedidos con un coste entre 0 y 8 d¨ªas. As¨ª, 85% de los contratos firmados durante los a?os de auge hasta 2007 fueron temporales y una proporci¨®n similar de los despedidos durante la recesi¨®n tambi¨¦n lo han sido. Los temporales han sido la ¡°v¨¢lvula de escape¡± del sistema laboral dual.

Adem¨¢s, esta dualidad ha reducido todav¨ªa m¨¢s la flexibilidad salarial ya que, mientras que los j¨®venes con contratos temporales eran despedidos, a pesar de su mayor cualificaci¨®n, los mayores presionaban sus salarios al alza en la negociaci¨®n colectiva, al ser la gran mayor¨ªa de los afiliados a los sindicatos. As¨ª, en 2011, la tasa de desempleo de los trabajadores de 16 a 30 a?os era tres veces superior a la de los mayores de 31 a?os.

Es decir, la rigidez de los salarios reales a la baja y la inflexibilidad externa e interna en las empresas est¨¢ determinada por la actual estructura del empleo y de la negociaci¨®n colectiva dominada por los insiders a costa de los outsiders. Dicha rigidez ha hecho que Espa?a pierda competitividad frente al resto del ¨¢rea euro ya que, entre 2000 y 2008, su crecimiento del coste laboral por hora trabajada fue del 39,7%, frente a un 25% del ¨¢rea euro y aunque ha ca¨ªdo entre 2008 y 2010, s¨®lo ha sido un 0,8%, haciendo que los costes laborales unitarios, incluyendo productividad, hayan aumentado un 30.4%, frente al 15,8% del ¨¢rea euro.

Es una reforma que puede ser mejorada en su tramitaci¨®n parlamentaria. Deber¨ªa haber eliminado definitivamente los contratos temporales

Adem¨¢s, Espa?a es el pa¨ªs de la UE que ha experimentado un mayor aumento del PIB por trabajador desde 2008, por tener la mayor tasa de destrucci¨®n de empleo de la UE, aunque parte de dicha destrucci¨®n haya sido tambi¨¦n debida al estallido de la burbuja del empleo en la construcci¨®n.

La evidencia emp¨ªrica muestra que elevadas tasas de desempleo tienden a moderar o reducir los salarios, al perder los trabajadores poder negociador o al verse motivados a trabajar m¨¢s, como muestra la ¡°Curva de Phillips¡±. Sin embargo, dicha curva es m¨¢s plana en Espa?a ya que los temporales pagan, con sus despidos y desempleo, tanto las mayores demandas salariales de los indefinidos como la indexaci¨®n semi-autom¨¢tica de los salarios con la inflaci¨®n y no con la productividad.

De ah¨ª que la ca¨ªda de la producci¨®n haya generado la mayor tasa de desempleo de toda la UE y la quiebra de numerosas empresas. El 14% del total de empresas dadas de alta en la Seguridad Social en 2007 han causado baja, en su gran mayor¨ªa pymes con menos de 10 empleados, mostrando que han sido forzadas a ajustarse por cantidades de empleo en lugar de por salarios y horas de trabajo.

En el conjunto de la UE, la ca¨ªda de la producci¨®n y la del empleo han alcanzado porcentajes similares, representando Francia la media, siendo elevada la dispersi¨®n entre sus Estados miembros. De nuevo, el caso extremo ha sido el de Espa?a que, con una ca¨ªda del PIB similar a la de Italia, ha destruido cinco veces m¨¢s empleo que este ¨²ltimo pa¨ªs, lo que es realmente escandaloso.

Asimismo, existe una correlaci¨®n entre mayor tasa de desempleo y mayor necesidad de austeridad fiscal. Espa?a no tiene tanto un problema de exceso de deuda soberana, es decir, de stock (como Italia), como de exceso de d¨¦ficit fiscal, es decir, de flujo. Pero tampoco tendr¨ªa este ¨²ltimo de no ser por el 4% del PIB que cuestan cada a?o las prestaciones por desempleo, que han sido cotizadas previamente, m¨¢s los subsidios de desempleo para los desempleados sin prestaci¨®n.

Dicha austeridad requiere tambi¨¦n ajustes entre sectores productivos para redistribuir capital y trabajo de forma m¨¢s eficiente, que tampoco permite el actual sistema laboral. De no haberse alcanzado tan monumental tasa de desempleo, Espa?a habr¨ªa podido cumplir los d¨¦ficit del 6% del PIB en 2011 y el 4,4% del PIB en 2012.

Sin embargo, Espa?a tiene un problema de stock de deuda privada por lo que familias y empresas deben des-apalancarse, tanto para reducir el stock de deuda privada que, siendo el 100% del PIB en 2000, lleg¨® al 300% en 2008 y hoy todav¨ªa alcanza el 227% del PIB, como para reducir el stock de cr¨¦dito, que siendo del 80% del PIB en 2000, alcanz¨® el 175% en 2008 y hoy todav¨ªa es del 155% del PIB.

Finalmente, la salida de las recesiones se ha retrasado siempre por la excesiva ca¨ªda del empleo. En las de 1973-74 y 1979-81, debidas a las fuertes subidas del precio del petr¨®leo, el empleo estuvo cayendo durante 8 a?os y tard¨® 13 a?os en volver a su nivel de 1972. En la recesi¨®n de 1993-94, el empleo cay¨® 2,3 a?os seguidos y tard¨® 5,5 a?os en recuperar su nivel de 1992. En la recesi¨®n actual el empleo lleva cayendo 4 a?os y podr¨ªa quiz¨¢ seguir cayendo 2 a?os m¨¢s. ?Cu¨¢ndo recuperar¨¢ al nivel de 2007?

Guillermo de la Dehesa es presidente del Centre for Economic Policy Research, CEPR.

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