¡°Solo me divierten las malas compa?¨ªas¡±
Una conversaci¨®n con el presentador de 'S¨¢lvame' sobre telebasura o, como ¨¦l la llama, 'fast TV'
Pregunta. ?De qu¨¦ le sirve su licenciatura en Filolog¨ªa Hisp¨¢nica para dedicarse a lo que se dedica?
Respuesta. Pues al final es que yo veo S¨¢lvame como una novela del XIX televisada. ?Por qu¨¦ se sorprende o se escandaliza la gente de que en un plat¨® de televisi¨®n hablemos de lo que se viene hablando desde siempre: infidelidades, amores, lucha por el poder?
P. Anal¨ªceme, de fil¨®logo, la palabra telebasura.
R. Cuando estaba en Aqu¨ª hay tomate ten¨ªa una compa?era muy divertida que dec¨ªa que ese t¨¦rmino no ten¨ªa sentido, que lo que hac¨ªamos nosotros era fast TV, televisi¨®n r¨¢pida, que se consume y se olvida. ?Que de d¨®nde vendr¨ªa telebasura? Es que las cosas que no tienen que ver conmigo no me paro a pensar de d¨®nde vienen.
A corta distancia
Cuando le llamo, le pillo en una camilla, haci¨¦ndose un tratamiento para la cara. Me reciben en su casa una se?ora uniformada y un galgo negro, ¡®Cartago¡¯. Llego a punto de que se vaya su profesora de canto: ¨¦l quiere saber lo que se siente subido a un escenario, dice, como si no tuviera escenario suficiente donde dar el cante. Reidor a carcajadas, listo como el hambre, punto de ingenuidad quiz¨¢ ficticia, trato encantador. Me cuenta que est¨¢ escribiendo una novela. Nos bebemos sendas botellas de agua, que nos dan un punto estupendo.
P. ?No sabe que las malas compa?¨ªas son pecado?
R. Pero a m¨ª solo me divierten las malas compa?¨ªas. Me parece dif¨ªcil que una persona sea cien por cien buena, y, adem¨¢s, ser¨ªa aburrid¨ªsima. Me da mucho miedo la gente que no tiene bajadas a los infiernos.
P. Usted puede hablar de pol¨ªtica o de filosof¨ªa y luego se viste de lagarterana medi¨¢tica. ?Es bipolar?
R. Ja, ja, ja. Pues s¨ª, probablemente. Supongo que para hacer este trabajo tenemos que tener un cierto punto de bipolaridad. O de capacidad de disfrutar con un mont¨®n de cosas.
P. Dice que S¨¢lvame es un espacio de ¡°neorrealismo televisivo¡±. Ande ya.
R. S¨ª, s¨ª, de verdad. Y quiero que, ya que no renovamos el plat¨® porque es muy caro, la gente de escenograf¨ªa me coloque elementos que me hagan sentir m¨¢s c¨®modo. Por ejemplo, pido a gritos que haya ropa blanca tendida.
P. Claro. Ser¨ªa otro nivel.
R. Ja, ja, ja. Y que la vayamos recogiendo. ?Se acuerda de la primera escena de Una jornada particular? Es que mi barrio de Badalona ten¨ªa much¨ªsimo de cine italiano. Cuando las vecinas se peleaban, los ni?os nos pon¨ªamos debajo del balc¨®n correspondiente y no nos ¨ªbamos hasta que acababan. Lo que pod¨ªa salir por esas bocas.
P. En 2011, su programa fue el que tuvo m¨¢s protestas por el tono y el contenido. ?Esas minucias le resbalan?
R. A m¨ª me gustar¨ªa saber de d¨®nde vienen, c¨®mo es la gente que protesta. Probablemente, tambi¨¦n much¨ªsima gente a la que se preguntase por la calle protestar¨ªa por mi forma de ser. Pero ?tengo que hacerle caso?
P. En su circo, ?se siente m¨¢s en el trapecio o en la jaula de los leones?
R. Me gusta m¨¢s la sensaci¨®n del trapecio, estar siempre a punto de caerte.
P. ?Qui¨¦n es su personaje favorito all¨ª en la pista?
R. Cada uno en su estilo. Pero una cosa me gusta mucho: se ayudan entre ellos. Un detalle: Lydia Lozano y Bel¨¦n Esteban se llevan muy mal. Pero ayer Bel¨¦n le dijo casi con cari?o: ¡°Lydia, el flequillo, el flequillo¡± [risas], para que se lo arreglara. Otra la hubiera dejado salir con el flequillo desmo?ao.
P. ?Tienen psic¨®logo de guardia?
R. Han venido varios a intentar resolver conflictos. Y al salir han tenido que ir a otro psic¨®logo [carcajada]. En una ¨¦poca en la que el enfrentamiento entre Mila Xim¨¦nez y Karmele Marchante era tremendo llevamos uno para que lo arreglara. No hubo manera.
P. ?Le gustar¨ªa llevar a Rajoy de colaborador?
R. Creo que me dar¨ªa m¨¢s juego Rubalcaba. Me cae muy bien. Y me parece que su manera de destruir a los adversarios podr¨ªa funcionar. Esto que estoy diciendo es casi un sacrilegio, ?no?
P. Francino y ?ngels Barcel¨® se negaron a entregarle el Premio Ondas. Muchos profesionales consideraron su galard¨®n como ¡°vergonzoso¡±. ?Lo entiende?
R. S¨ª, claro que lo entiendo. Pero cuando vas a presentar un acto as¨ª, ya sabes los nombres de los premiados. Me dio reparo por m¨ª, pero sobre todo por mi familia, que vino desde Badalona al Liceu, y de todo lo que se tuvieron que enterar¡ Te da un poquito de verg¨¹enza. No creo que nadie se merezca algo as¨ª. Me da pena.
P. ?Comprende que Bel¨¦n; Fran, su marido de ida y vuelta; su hija, Andre¨ªta; su madre y dem¨¢s compa?eros m¨¢rtires nos importen un pimiento?
R. [M¨¢s risas] Es que yo creo que todo lo que ponemos nos debe importar un pimiento. Hablamos siempre de Bel¨¦n Esteban, pero el otro d¨ªa pusimos un v¨ªdeo en el que cont¨¢bamos que Elena Tablada hab¨ªa abandonado la casa que compart¨ªa con David Bisbal. Como comprender¨¢, a m¨ª es que me da igual que se quede o no con David Bisbal [carcajada]. Yo me recreo m¨¢s en los asuntos dom¨¦sticos que me cuenta Bel¨¦n que en los de la macroeconom¨ªa.
P. Veo que come de todo. ?Toma omeprazol, o alg¨²n otro protector estomacal?
R. [Risas] Ahora estoy con la melatonina, porque el trabajo me ha quitado el sue?o. Omeprazol, ja, ja, ja. Si al final es que yo los comprendo a todos. Llega un punto en que entiendes a los que van a la tele a hablar para sacar dinero, a los que cuentan de todo¡ Porque est¨¢ todo muy mal.
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