Los despidos masivos de Jos¨¦ Luis Moreno: ?crisis o despilfarro?
El productor televisivo se deshace de la mitad de sus trabajadores en dos ERE Los empleados le acusan de arruinar la compa?¨ªa con sus caprichos de millonario
Para la empresa es una situaci¨®n desesperada que obliga a despedir plantilla. Para los trabajadores, un dispendio de a?os del due?o de la compa?¨ªa que la ha conducido a la ruina. El c¨®mico y empresario del espect¨¢culo Jos¨¦ Luis Moreno ha presentado dos expedientes de regulaci¨®n de empleo (ERE) que en solo dos a?os dejar¨¢n en la calle a casi la mitad de sus trabajadores (47 de 99). Se trata de despidos por causas econ¨®micas debido a las p¨¦rdidas que su factor¨ªa ha registrado en los tres ¨²ltimos ejercicios y que ascienden a 8,5 millones de euros. Los empleados afectados aseguran que esos resultados se deben en parte a los caros gustos de Moreno. Le acusan de gastarse en los ¨²ltimos a?os centenares de miles de euros en alquiler de aviones o joyas. Y siempre con cargo a su grupo.
Los dos ERE presentados por Moreno afectan a la compa?¨ªa m¨¢s importante de su grupo, Kulteperalia, en cuyos estudios y con cuyo personal se han grabado algunas de sus series m¨¢s conocidas, como La que se avecina (emitida por Telecinco), Las chicas de oro, el remake de la serie estadounidense que Televisi¨®n Espa?ola dej¨® de programar ante sus escasos ¨ªndices de audiencia, o Escenas de matrimonio, en su momento una de las series de mayor ¨¦xito entre las diferentes parrillas.
Los afectados por los despidos aseguran que el empresario es quien se ha encargado de descapitalizar la compa?¨ªa con su gesti¨®n. Kulteperalia, seg¨²n los trabajadores, es la empresa que efectivamente se encarga de realizar y grabar esos programas y, hasta 2011, contaba con 99 empleados. Sin embargo, una vez grabadas, esas producciones las comercializan otras dos empresas del grupo. Alba Adri¨¢tica ¨Cen cuya plantilla solo consta un administrativo y una secretaria de direcci¨®n¨C aparece como la productora de La que se avecina, A ver si llego y Escenas de matrimonio, por ejemplo. La productora de Las chicas de oro tampoco es Kulteperalia sino Crystalforest, otra de las compa?¨ªas del c¨®mico que carece de empleados.
Esa estrategia empresarial parece reflejarse en las cuentas del grupo, el dato en el que Moreno se ha basado para justificar los ERE. Seg¨²n la documentaci¨®n presentada por el productor, mientras Kulteperalia dio unas p¨¦rdidas de 4,1 millones en 2011, Alba Adri¨¢tica y Crystalforest aportaron beneficios (928.814 euros y 139.984 euros, respectivamente). La facturaci¨®n neta de estas dos ¨²ltimas en 2010 fue de 7,1 millones y 2,6 millones a pesar de no tener apenas plantilla. La de Kulteperalia, la firma que pone los trabajadores y los plat¨®s, se qued¨® en 470.843 euros.
"Tiene un punto maquiav¨¦lico criticar a la empresa que les mantuvo mientras pudo"
Sin embargo, las iras de la plantilla se centran en la cuarta empresa del grupo, Gecaguma, cuyas p¨¦rdidas, de 1,8 millones de euros, tambi¨¦n incluye el empresario en la memoria justificativa de los despidos. A pesar de que, seg¨²n el Registro Mercantil, su actividad, como la del resto de sociedades, es la producci¨®n audiovisual, sus trabajadores son cinco limpiadores, dos conductores, un jardinero, dos cocineros, un gerente y un encargado de oficios varios. Esa empresa, que a todos los efectos forma parte de la factor¨ªa, no tiene otra funci¨®n que dar servicio al domicilio de Moreno. Y por ahora, no ha sufrido ning¨²n recorte de plantilla.
La funci¨®n real de Gecaguma, seg¨²n las alegaciones de los trabajadores, demostrar¨ªa que ¡°una muy relevante parte de la actividad¡± del grupo Moreno ¡°no persigue la obtenci¨®n de beneficios sino que es ¨²nicamente generadora de gasto, puesto que el fin es atender las necesidades personales [de Moreno] mediante la prestaci¨®n de servicios de seguridad, limpieza, mayordom¨ªa, servicio de conductores, cocina, etc¨¦tera¡±, prosiguen. ¡°No se puede imputar a p¨¦rdidas una actividad por la que la sociedad no recibe contraprestaci¨®n alguna¡±, concluyen.
Seg¨²n la contabilidad del grupo, solo entre el 1 de enero de 2009 y el 16 de agosto de 2010, Gecaguma lleg¨® a gastar m¨¢s de 700.000 euros en vuelos privados contratados con la empresa Executive Airlines. Tambi¨¦n constan gastos por valor de 2,9 millones de euros contratados con otra de estas empresas de alquiler de aviones, Tag Aviation, entre julio de 2008 y enero de 2010. Con El Corte Ingl¨¦s, entre enero de 2006 y diciembre de 2010 las compras ascienden a 1,2 millones. Tambi¨¦n hay partidas importantes de gastos de joyer¨ªa y de alquiler de yates.
¡°No ha existido ning¨²n tipo de despilfarro¡±, asegura Jos¨¦ Luis Moreno sin confirmar ni desmentir esos gastos. ¡°Yo puedo y debo coger aviones privados, comprar coches de mayor o menor cilindrada o incluso una bicicleta, pero hace a?os que mis viajes no salen de la Pen¨ªnsula¡±, contin¨²a. ¡°Tiene un punto maquiav¨¦lico criticar a la empresa que les ha mantenido mientras ha podido¡±, a?ade. Despu¨¦s zanja: ¡°No tengo que justificar nada¡±. ¡°Esas acusaciones¡±, las de los trabajadores, ¡°las tendr¨¢n que demostrar en los tribunales¡±, prosigue. ¡°Nosotros no hemos tra¨ªdo la crisis¡±. El empresario culpa de los despidos a la ca¨ªda de la publicidad que impide a las cadenas comprar sus productos. Se?ala que las auton¨®micas tienen con ¨¦l ¡°una deuda de tres o cuatro millones¡± cuando ¡°ni siquiera saben si van a sobrevivir¡±.
El c¨®mico se muestra conciliador y asegura que, en cuanto las aguas vuelvan a su cauce, volver¨¢ a contratar a los despedidos y que as¨ª lo ha acordado con algunos de ellos. Los empleados, sin embargo, aseguran que la ¨²nica diferencia entre los que han pactado con la empresa y los que no lo han hecho es que, en lugar de cobrar los 20 d¨ªas por a?o trabajado que prev¨¦ la ley en estos casos, cobrar¨¢n 22 y los salarios que se les debe desde diciembre. Los dem¨¢s se quedan solo con la indemnizaci¨®n legal. Sus n¨®minas impagadas deber¨¢n pelearlas en los tribunales.
Inmune a las modas
Seg¨²n su propio relato, el ventr¨ªlocuo Jos¨¦ Luis Moreno se estren¨® en el mundo del espect¨¢culo en la adolescencia como cantante de ¨®pera de ¨¦xito, antes de licenciarse en medicina, donde se especializ¨® en neurocirug¨ªa. Le molesta que se pongan en duda esos datos de su biograf¨ªa, o que habla 13 idiomas (en antena, efectivamente, ha demostrado su soltura en al menos cinco). Lo que nadie pone en cuesti¨®n es su olfato por satisfacer los gustos del gran p¨²blico (ha producido teatro, ¨®peras, zarzuela, giras de cantantes folcl¨®ricas, am¨¦n de sus conocidos grandes ¨¦xitos ¡ªy algunos fracasos¡ª en televisi¨®n), la obsesi¨®n con la que supervisa al mil¨ªmetro todos sus negocios y su nivel de exigencia para con sus empleados. Ha recibido m¨²ltiples quejas de
de Actores, ha declarado como imputado en el ¡®caso Palma Arena¡¯, ha sufrido un violento asalto en su propio domicilio y ha sido investigado por Hacienda en varias ocasiones, pero Moreno parece irreductible. Un superviviente, como los g¨¦neros que le han hecho rico, inmune a toda moda.
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